lunes, 1 de julio de 2013

EL ARTE EN PAPEL DE SEDA


Una tradición tres veces recuperada
Por Juan Carmelo Luque, Cronista oficial de la Villa
         Dicen las crónicas de nuestro pueblo que allá por los años 20 del siglo XX nació una costumbre popular,  la de engalanar con guirnaldas de flores de papel y  farolillos las dos plazas donde  las cruces en mayo se celebraban. Veinte años después, en los difíciles años de la primera mitad de la década de los 40,  un puñado de jóvenes de la época retoma aquella costumbre de vestir plazas y calles, esta vez para las populares fiestas de agosto, por donde pararían en procesión  las imágenes de la Virgen del Buen Suceso y el Arcángel San Miguel nuestro Patrón. Así, en esta oscilante onda donde los picos aparecen cada  20 años aproximadamente, llegamos a 1962. Sería en toda la década de los 60 cuando no solo se mantiene lo que ya es tradición, sino que llega a su más alto  cenit como decorativa arquitectura de efímero papel de seda. Arte y estética nunca más igualado  en el engalanado de calles y plazas de Castilleja del Campo.
         Tras una acusada decadencia y olvido, és en la segunda década de este siglo XXI cuando renace  un nuevo impulso en el exorno de las calles, al menos en tres de ellas, donde se   manifiesta una evolución por  retomar el estilo tradicional. Me refiero al monumental arco de portada que, desde hace tres años, levantan en la calle Cuatro de Diciembre; los arcos  intermedios y unidos por  guirnaldas que continúan montando en la calle Martín Lutero King y al final de la calle San Miguel, la capilla que reviste el monumento a la Cruz. 

         En la Actualidad, cuando han pasado más de 70 años desde que se vistieran las calles por primera vez para las fiestas de agosto, la tradición sigue viva gracias a unos vecinos -muy pocos-  (apenas un 2.70% de la población de entre 18 y 60 años). Unas personas que sacrifican tiempo de su tiempo, empleando esfuerzo y dedicación, no siempre reconocido ni valorado, para que no caiga en el olvido esta tradición de nuestros antepasados. Cuanto sacrificio, cuanta entrega, que cantidad de amor a este cachito blanco de la baja Andalucía que les vio nacer. ¡Que gran Suceso! Desde el cielo azul de nuestra bendita tierra, la Virgen los contempla sonriente y los alienta y San Miguel los defiende de dudas y desfallecimientos y como gran Guerrero que és les arenga: ¡Adelante, siempre adelante!
Pondremos nombre y apellidos a estas personas y a los vecinos que prestan su colaboración, dedicando una serie de  artículos para poner en valor lo anteriormente descrito. Desde esta tribuna aconsejaría que paseáramos por las diferentes calles engalanadas de nuestro pueblo, no solo  para disfrutar de las mismas, sino para valorar el trabajo y labor que unos vecinos realizan de forma  altruista para mantener las tradiciones, la imagen y la proyección de nuestra localidad y nuestras  populares Fiestas Patronales.

Opinión del Cronista 013
Castilleja del Campo, lunes 1 de julio de 2013