Por
Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Este artículo dedicado
al edificio que acoge la parroquia de San Miguel de Castilleja del Campo, es el
primero de una trilogía con la que intentaremos llegar a muchas personas, unas interesadas
por ampliar su conocimiento de la iglesia
y otras por simple curiosidad.
La Parroquia de San
Miguel Arcángel es el único edificio religioso con que cuenta Castilleja del
Campo en la actualidad, una iglesia que todos estamos acostumbrados a ver. Al llegar a
la plaza Monseñor Oscar Romero, admiramos su esbelta torre campanario, su
fachada, sus portadas y su cubierta de tejas, llegando a ser una imagen muy familiar.
En ella hemos asistidos a bautizos, comuniones, bodas y funerales de
familiares, amigos y gente de nuestro pueblo, nuestra gente. La hemos visitado
en las grandes celebraciones litúrgicas: Festividad del nuevo año, Semana
Santa, Corpus, Fiesta de la virgen en agosto, San Miguel en septiembre,
Navidad, etc. Un edificio que a lo largo de los siglos y el paso del tiempo,
por una u otra causa, ha modificado su aspecto hasta llegar al estilo
arquitectónico que presenta en la actualidad.
Al igual que yo, muchos
castillejinos sentirán la misma
curiosidad por conocer un poco de la
historia de nuestra iglesia. Por ello vamos a poner luz gracias a los datos
encontrados a través de la oportuna investigación, ordenados y comentados de
forma cronológica, fruto de largas horas de búsqueda en archivos, bibliotecas y
la investigación de Miguel Ángel Rodríguez en el Archivo General del
Arzobispado de Sevilla. El gran número
de documentos consultados, referentes a la historia del templo parroquial y las
vicisitudes que ha sufrido en su larga trayectoria, nos aporta un importante
volumen de datos de interesante contenido.
Todo parece indicar,
según las fuentes consultadas, que el edificio actual se reedificó sobre otro
ya existente que databa de final del siglo XV o comienzos del XVI. Aquella iglesia fue la primitiva parroquia de Castilleja del Campo hasta que, a mediados
del siglo XVIII, el terremoto de Lisboa la dejó en estado ruinoso.
En la obra “Materiales
para la Historia del Arte Español”, de Hernández Díaz, se ha encontrado el dato
más antiguo referente al templo: <<El
21 de octubre de 1506, Juan Serrano y Alonso Rodríguez Cebadero, designan
árbitros y amigables componedores para dirimir el pleito que entre ellos pendía
por la obra de un retablo que hacían para la iglesia de Castilleja del Campo>>.
Cincuenta años después,
el 2 de noviembre de 1555, el albañil
Bartolomé Moreno, se obligó a ejecutar importantes obras de su oficio en
la citada iglesia.
Un siglo después, a mediados
del XVII, D. Tomas Francisco Ponce de León y Cueto de la Madrid, por aquellos
años señor de la villa (nombrado marqués de la misma en 1682), mantuvo un
pleito con la iglesia a fin de acceder al patronato de la capilla mayor de la
misma y la adjudicación de una bóveda de medio cañón para el enterramiento de
su familia bajo el presbiterio.
Formando parte de la
documentación del citado pleito se
encuentra un dibujo (cuya copia ilustra este artículo), fechado entre 1656 y 1659. En él, además de
describirnos cómo era la Capilla Mayor en la citada fecha y una losa sepulcral
en el suelo –que sería el acceso a la
pretendida cripta–, nos descubre el aspecto interior de las naves que componían el edificio.
El cielo de la capilla
mayor estaba formado por bóveda de nervaduras de estilo mudéjar. En el retablo, de reducidas
dimensiones, se puede adivinar la imagen de San Miguel en su parte central
sobre el tabernáculo del Sagrario y flanqueado por otras dos figuras de bulto
redondo. Un cuadro de medio formato representando la Santa Cena, en el lado del
evangelio y una pintura del crucificado en el remate superior completan la
decoración del retablo mayor.
Las dos puertas, que
aparecen en el mismo lateral, aunque se ignora a dónde podrían conducir; es
probable que una llevara a la sacristía y
que la otra fuera el acceso al cementerio anexo, dada su situación.
El dibujo no deja
apreciar el aspecto general de la iglesia, aunque si su arranque, permitiendo
aventurar un recinto de pequeñas dimensiones formado por tres naves soportadas
por arcos sobre pilares.
En un informe de 1703,
realizado el 23 de julio por D. Joaquín Ussun y Soria, de su visita pastoral a
Castilleja del Campo, encontramos una descripción de la iglesia con
interesantes detalles del interior.
En su visita ordinaria
a la iglesia destaca, en primer lugar, el Sagrario del altar mayor, dorado por
dentro y por fuera, que contenía un solo relicario en el que estaba depositado
el Santísimo en hostia o forma mayor. A continuación relata la visita al altar comulgatorio que estaba situado
dentro de una capilla abierta. Su sagrario era pequeñito y muy bajo, también
dorado por dentro y por fuera. Los vasos de los Santos Óleos se guardaban en
una "taca" abierta en la pared del evangelio del altar mayor, con dos divisiones
y forrada de morado.
Continuando su visita
nos describe la capilla bautismal, que estaba formada de barandas de madera en
un ángulo de la iglesia. Como, por aquellos años la pila de mármol blanco se
hallaba desunida de la pileta, el señor visitador dispuso que esto lo remediara
una persona inteligente. Así como que se le colocara a la tapa de la pila la
clausura, que no tiene; aunque la capilla podía bastar para su seguridad con
las puertas y barandas que ya tenían hasta lo alto del arco de entrada a la
misma.
Seis eran los altares,
incluyendo el mayor. Su capilla mayor muy estrecha, a cuya causa el retablo era
pequeño. Este, como ya se indicó a la vista del dibujo que presentó D.
Tomás F. Ponce de León, era corto y de un solo cuerpo, con tres nichos, que se
dividían en tres calles. En ella estaban colocadas tres imágenes de escultura,
siendo la del nicho del medio San Miguel como titular de la iglesia.
Otros dos altares se
componían de pintura con moldura dorada,
y los tres restantes se reducen a nichos rasos sin colorido alguno ni otro
adorno, en ellos estaban situadas tres imágenes de bulto.
El pequeño retablo del
altar mayor, al que se refiere el visitador y que aparece en el dibujo del
expediente promovido por D. Tomás F. Ponce de León, fue sustituido por uno
nuevo en virtud del mandato de otra visita posterior. Este fue ejecutado por
Luis de Vilches, maestro ensamblador de Sevilla entre 1740-42. Su hijo
Francisco de Vilches, arquitecto, se encargó de asentarlo, según consta en las cartas de pago registradas en el
Archivo Parroquial (libro de fábrica que comienza en 1734).
Resumiendo, la
estructura que conformaba la primera iglesia que existió en Castilleja del
Campo bien pudiera datarse en la segunda mitad del siglo XV. Todos los documentos
nos hablan de un edificio de tres naves sobre pilares que soportaban arcadas de
baja altura, con una capilla mayor cubierta con bóveda de nervaduras, esto nos
lleva a pensar en una construcción del estilo gótico-mudéjar sevillano.
Aunque pequeña en sí era bastante para
Castilleja del Campo que, por aquellos años, era una villa de setenta vecinos
solamente.
Historia
081. Castilleja del Campo, lunes 17 de enero de 2022