sábado, 6 de julio de 2013

1ª RUTA POR LAS CALLES DE LA SEDA


Desde el Prado a la Velá

Por Juan Carmelo Luque, Cronista oficial de la Villa
         Quienes nos visiten para disfrutar de nuestras tradicionales fiestas Patronales de agosto, se encontraran con un recuperado y monumental arco de entrada al final de la calle Cuatro de Diciembre. Una portada que invita al caminante a internarse por un largo, sinuoso y colorista recorrido que, sin solución de continuidad, le llevara hasta la plaza de la Iglesia. Este será nuestro primer paseo por la ruta de la efímera arquitectura del papel de seda.
         Tres personas, Mari Carmen Rodríguez Luque, Antonio Rodríguez Sánchez y Guadalupe Sánchez Romero, son las implicadas y responsables  de los más de 250 metros de calle engalanada que van desde el arco de portada en Cuatro de Diciembre, para continuar por las calle Constitución, hasta la entrada de la <<Velá>>. Llegado al acuerdo entre los tres en el colorido, el diseño y el presupuesto, Guadalupe y Carmen visitan casa por casa del vecindario y algunas de la periferia, solicitando la aportación económica para su capitalización que este año ascendió a 527,00 €. Encargan la compra del papel de seda a Miguel Ángel Rodríguez y Francisco Manuel Rivera que se ofrecen voluntariamente para suministrarlos en todas las calles.
Y comienza el esfuerzo y la lucha pero con mucha ilusión. Antonio Rodríguez es el encargado de  cortar y picar todo el papel, para que las manos de Maruja, Consuelo, Catalina, Guadalupe, Tere, Carmen, Leo, Antonio, Nati, Rafaela, Sara, Mª Jesús, Nico y Chari transformen los colores en rosas y florones. Juguetonas  flores soñadoras de misteriosas, bellas y pasadas primaveras. De este manipulado saldrá toda la decoración para los 30 postes (vulgo palos),  unas 60 tiras de guirnaldas, elaboradas con las flores que ataron Ana Gómez Lepe, Mª Jesús Luque y Consuelo García. El material para vestir el arco de portada es cosa de Antonio Rodríguez quien también lo decora en la intimidad de su casa. Aquí, desde este  arco, arrancan dos guirnaldas por lado, que cubrirán la carrera a todo lo largo de las dos calles. Para almacenar el material manipulado,  la organización está utilizando la casa desocupada que gentilmente les cede el farmacéutico, mientras que los palos se guardan  en casas particulares durante  el año.
Ya es tradición y tiene nombre cuando, llegado el momento, el vecindario se hace colaboración es: <<La noche de vestir las calles>>. Aquí, en este sector que todos conocen como <<El Prao>>, la noche se hace día para sacar a la luz y dar lucimiento a dos meses de trabajo, donde todos los vecinos se movilizan de forma voluntaria. Solo es asalariado el trabajo del montaje y tensado de los alambres que unen los postes al arco de entrada.
-Arcos triunfales que esperan el alegre paso de todo un pueblo que arde en fiestas-.

                                                  La calle de la Velá


Cuando llegues en tu paseo descubridor a la altura de la calle Antonio Machado, encontrarás a tu izquierda el lumínico arco que señala el comienzo de la Velá. Algunos se preguntarán: ¿porqué colgar guirnaldas en lo que está engalanado con luz artificial?  -Seguramente quien así pregunta no es de la localidad, ¿verdad usted? -Pues por eso, porque es artificial, vamos, que un alumbrado de feria  nada tiene que ver con el milagro de  fantasía, el color y la tradición de la flor de papel de seda. Precisamente por eso también se viste la velá, mire usted-
Mª José Rodríguez Herrero és la única persona que organiza y se responsabiliza de vestir la calle donde se celebran los actos lúdicos, la diversión, el ocio y los festejos populares. Ella se encarga de comprar todo el material y el papel de seda que este año combina en 4 colores; para ello, recaba el importe necesario entre los vecinos que quieran colaborar en sufragar el presupuesto de 140 € aproximado.  Pacientemente recorta todo el papel que después repartirá entre las colaboradoras que se encargan de la confección de las flores. Ellas: Bernardi Moreno, Mª José Reinoso y Mª José Gómez Domínguez son las que soporta la mayor parte de la fabricación de rosas y moñitos, tanto para las guirnaldas –aquí se le dicen tiras- que adornaran de arco a arco del alumbrado, dos a cada lado; como el forrado de los pilares o soportes de dichos arcos.
Poco a poco, aquellos papeles de colores que repartió Mª José, les van llegando transformados en flor por el milagro de unas manos de mujer. Unas flores  que ella, atándolas una tras otra, conformará las 25 guirnaldas necesarias para cubrir la calle. Mientras tanto en los sobraos de Isabel Fernández y de Mª José, se van  almacenando el resultado del trabajo a la espera de la noches de vestir la calle. Este grupito de personas es el primero  que comienza la labor, ya que Mª José, por su cargo en la Junta de la Hermandad, tiene que tener finalizado el trabajo de su calle para primeros de julio.
Llegada la noche de vestir la calle, el Ayuntamiento como un vecino más, colabora poniendo un hombre para realizar el trabajo de colocar, tensar los alambres y atar las guirnaldas. Para la decoración de los pilares de los arcos, colgar las tiras y demás labores del engalanado casi todo el vecindario colabora, -cuasi-.

Costumbres y tradiciones 022
Castilleja del Campo, sábado 6 de julio de 2013