lunes, 4 de marzo de 2013

HISTORIA COFRADE DE CASTILLEJA (1)


La Hermandad de Vera Cruz

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

Que Castilleja del Campo tiene una arraigada tradición cofrade quedó documentado en la obra <<Crónica de una Fiesta viva, Castilleja del Campo, tres siglos de historia>>. Pero a la vista de los actos que la Agrupación Parroquial Ntra. Sra. de los Dolores está promoviendo, consideramos que no estaría de más refrescar la memoria con los últimos cien años de historia de La Hermandad que incorporó entre sus titulares a esta Virgen Dolorosa. 
Por la extensión de este resumen histórico, se ha fraccionado en cuatro capítulos que se publicaran en el mes en curso.

De las cofradías que desde el siglo XVl se hallan documentadas en nuestra localidad, La Hermandad de  Vera Cruz, que aparece por vez primera en 1634,  es la única que se mantiene con plena actividad (cultos, procesiones y vida de hermandad) hasta fin del primer tercio del siglo XX. De esta Hermandad es la documentación que ha trascendido hasta nuestros días, posiblemente por su continuada y dilatada vida y el celo de sus hermanos mayores y secretarios  que se cuidaron de custodiar y archivar sus libros desde principios del siglo XlX hasta 1929.
La Vera Cruz tenía a su cargo, además de los cultos y procesión, con las imágenes de Jesús Crucificado y Ntra. Sra. de los Dolores  en el Jueves Santo, los cultos del Viernes Santo y función de Resurrección el domingo. Se sabe desde principio del siglo XX, que la Hermandad también festejaba el triunfo de la Santa Cruz y organizaba las populares Cruces de mayo. Los festejos se anuncian con fuegos de artificios desde la víspera de su festividad y era  famosa la rivalidad de los vecinos de la Cruz de la Plaza con los de la Cruz del Plato.
         En nuestra localidad aún  se conservan dos libros que resumen los últimos cien años de vida de la Hermandad de Vera Cruz. En el primero que vamos a tratar, fechado su primer folio en 1822, EL Hermano Mayor, Santiago Camacho, rinde cuentas de gastos e ingresos a los diputados de la Hermandad. En este volumen queda reflejada la trayectoria de la Hermandad hasta 1862 (aunque con algunas lagunas) por las cuentas que anualmente  el Hermano Mayor presentaba y el relevo en el cargo cuando este se producía. También se encuentra registrado en el mismo dos inventarios de enseres y pertenencias de la Hermandad y un listado de hermanas. Las normas y obligaciones tanto de la Hermandad como de los hermanos se hallan redactadas  en el último folio del libro que nos ocupa.
Para conocer el perfil de la Hermandad de Vera Cruz en  su última trayectoria (1822 – 1929), describiremos resumidos  los datos más significativos que aportan estos  dos libros, donde se registran actas, listados de hermanos, reglamentos y obligaciones de la hermandad, anotaciones varias y asientos contables.
Una constante que se repite es la precariedad económica de La Hermandad de Vera Cruz, a tenor de las cuentas de gastos e ingresos que anualmente presentaba el Hermano Mayor o Mayordomo en su caso. Uno de los recursos que trascendió hasta final de sus días se implantó en 1728, consistía en realizar pujas al alza para portar las insignias de la Hermandad en cultos, actos y procesiones. Otra fórmula, recogida en un artículo de las obligaciones de hermanos, consistía en multar a los hermanos que no asistieran a los actos de obligada presencia. Aunque sus principales ingresos procedían de limosnas, rentas de olivares y la venta de granos donados por los devotos y hermanos.
Con algunas excepciones, si el Hermano Mayor o Mayordomo repetía en el desempeño de su cargo, se rendía cuentas a los diputados y hermanos y si procedía, que normalmente así ocurría, cada año se nombraba nuevo Hermano mayor. En una de estas cuentas aparece en el apartado de gastos una partida (42 reales), abonada a la Parroquia para las misas que aplicó la Hermandad por las almas de los fallecidos a causa del cólera. Una trágica enfermedad que también azotó a los vecinos de Castilleja del Campo en 1857. Cinco años después se procede a restaurar la imagen de Jesús Crucificado, según cuentas del 22 de abril de 1862, cuyo importe ascendió a 160 reales.

En la próxima publicación descubriremos el segundo libro de la Hermandad.

Historia 009. Castilleja del Campo, lunes 4 de marzo de 2013