La
Hermandad de Vera Cruz
Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la
Villa
Que Castilleja del Campo tiene una arraigada
tradición cofrade quedó documentado en la obra <<Crónica de una Fiesta
viva, Castilleja del Campo, tres siglos de historia>>. Pero a la vista de
los actos que la Agrupación Parroquial Ntra. Sra. de los Dolores está
promoviendo, consideramos que no estaría de más refrescar la memoria con los
últimos cien años de historia de La Hermandad que incorporó entre sus titulares
a esta Virgen Dolorosa.
Por la extensión de este resumen histórico, se ha
fraccionado en cuatro capítulos que se publicaran en el mes en curso.
De las cofradías que desde el siglo XVl se hallan
documentadas en nuestra localidad, La
Hermandad de Vera Cruz, que aparece por vez primera en 1634, es la única que
se mantiene con plena actividad (cultos, procesiones y vida de hermandad) hasta
fin del primer tercio del siglo XX. De esta Hermandad es la documentación que
ha trascendido hasta nuestros días, posiblemente por su continuada y dilatada
vida y el celo de sus hermanos mayores y secretarios que se cuidaron de custodiar y archivar sus
libros desde principios del siglo XlX hasta 1929.
La Vera Cruz tenía a su cargo, además de los
cultos y procesión, con las imágenes de Jesús Crucificado y Ntra. Sra. de los
Dolores en el Jueves Santo, los cultos
del Viernes Santo y función de Resurrección el domingo. Se sabe desde principio
del siglo XX, que la Hermandad también festejaba el triunfo de la Santa Cruz y
organizaba las populares Cruces de mayo. Los festejos se anuncian con fuegos de
artificios desde la víspera de su festividad y era famosa la rivalidad de los vecinos de la Cruz
de la Plaza con los de la Cruz del Plato.
En nuestra localidad aún se conservan dos libros que resumen los
últimos cien años de vida de la Hermandad de Vera Cruz. En el primero que vamos
a tratar, fechado su primer folio en 1822, EL Hermano Mayor, Santiago Camacho,
rinde cuentas de gastos e ingresos a los diputados de la Hermandad. En este
volumen queda reflejada la trayectoria de la Hermandad hasta 1862 (aunque con
algunas lagunas) por las cuentas que anualmente
el Hermano Mayor presentaba y el relevo en el cargo cuando este se
producía. También se encuentra registrado en el mismo dos inventarios de
enseres y pertenencias de la Hermandad y un listado de hermanas. Las normas y
obligaciones tanto de la Hermandad como de los hermanos se hallan
redactadas en el último folio del libro
que nos ocupa.
Para conocer el perfil de la Hermandad de Vera
Cruz en su última trayectoria (1822 –
1929), describiremos resumidos los datos
más significativos que aportan estos dos
libros, donde se registran actas, listados de hermanos, reglamentos y
obligaciones de la hermandad, anotaciones varias y asientos contables.
Una constante que se repite es la precariedad
económica de La Hermandad de Vera Cruz, a tenor de las cuentas de gastos e
ingresos que anualmente presentaba el Hermano Mayor o Mayordomo en su caso. Uno
de los recursos que trascendió hasta final de sus días se implantó en 1728,
consistía en realizar pujas al alza para portar las insignias de la Hermandad
en cultos, actos y procesiones. Otra fórmula, recogida en un artículo de las
obligaciones de hermanos, consistía en multar a los hermanos que no asistieran
a los actos de obligada presencia. Aunque sus principales ingresos procedían de
limosnas, rentas de olivares y la venta de granos donados por los devotos y
hermanos.
Con algunas excepciones, si el Hermano Mayor o
Mayordomo repetía en el desempeño de su cargo, se rendía cuentas a los
diputados y hermanos y si procedía, que normalmente así ocurría, cada año se
nombraba nuevo Hermano mayor. En una de estas cuentas aparece en el apartado de
gastos una partida (42 reales), abonada a la Parroquia para las misas que
aplicó la Hermandad por las almas de los fallecidos a causa del cólera. Una
trágica enfermedad que también azotó a los vecinos de Castilleja del Campo en
1857. Cinco años después se procede a restaurar la imagen de Jesús Crucificado,
según cuentas del 22 de abril de 1862, cuyo importe ascendió a 160 reales.
En la próxima publicación descubriremos el segundo
libro de la Hermandad.
Historia 009. Castilleja
del Campo, lunes 4 de marzo de 2013