miércoles, 13 de marzo de 2013

UNA IMAGEN DEL PUEBLO


Ntra. Sra. de los Dolores de Castilleja del Campo
Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Ante los actos, cultos, la inminente salida en procesión de la Virgen de los Dolores y las diferentes opiniones que se están vertiendo sobre la historia, advocación y devoción a esta Virgen dolorosa, desde Cronista de la Villa consideramos adelantar el que sería el último capítulo de la serie <<Historia Cofrade de Castilleja>>, para dejar constancia de la verdadera historia de Ntra. Sra. de los Dolores de Castilleja del Campo.
El modelo iconográfico de la dolorosa ya estaba perfectamente definido en la Sevilla del Quinientos y se desarrolla con  todo lujo de detalles en la centuria siguiente. El tipo siempre es el mismo: imágenes de candelero. Por consiguiente, presentan talladas en madera solamente la mascarilla y las manos,  sus pequeñas variantes se centran en la policromía, inclinaciones de la cabeza, en las direcciones de la mirada, posturas de las manos y poco más. Esto explica la dificultad que entraña su catalogación. Durante el siglo XVlll se impone algunos elementos novedosos y, más adelante, se enriquece con ciertos postizos como ojos y lágrimas de cristal, pestañas y cabellos naturales y la indumentaria se realiza a base de ricas telas y bordados, reflejando el gusto  cortesano de la época.
Entre los títulos pasionista, el más adecuado a este tipo de representación mariana es el de la Virgen de los Dolores. De las instituciones religiosas que propagaron esta advocación, la de más arraigo fue la Orden de Siervos de María, llamados también Servitas, fundada por siete nobles florentinos en 1233, que entendía sus conventos y monasterios por la región de Levante. De ellos dependía la Venerable Orden Tercera de Siervos de María Santísima de los Dolores. Desde entonces, en la archidiócesis  hispalense prendió un fervoroso movimiento de devoción a Ntra. Sra. de los Dolores.
Pasados los años del fraternal enfrentamiento de la guerra civil (1936 – 39), en los primeros y dramáticos años de postguerra, un grupo de aquellos devotos -devotas sobre todo- se movilizan para recuperar si no la tradición cofrade, al menos la devoción por la Virgen de los Dolores, una advocación mariana arraigada tras la dilatada vida de la Hermandad de Vera cruz. Pero la imagen, que había sufrido tres restauraciones (la última en 1925) y no sabemos cuántos años de vida, fue sometida a un nuevo estudio para afrontar otra reparación dado el mal estado de conservación que presentaba. Una vez conseguida la autorización del Párroco, devotas y miembros de la última junta de la hermandad delegaron la gestión en la que fue presidenta honoraria, doña  Trinidad Carretero Lepe (laTrini), por sus contactos con el imaginero sevillano don Antonio Castillo Lastruci.  La imagen no estaba en condiciones de soportar más restauraciones, tallar una nueva imagen manteniendo la iconografía de la anterior sería lo más viable. Así de escueto fue el informe del artista.
Aquí dio comienzo unas febriles movilizaciones de Mª Josefa Luque Rodríguez (la Chica) y las jovencitas  del entorno de la Cruz del Plato, para  hacer realidad aquel proyecto de amor. El resultado fue la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores que se venera en la Iglesia parroquial de San Miguel en el altar del muro de la epístola. Una moderna imagen de candelero para vestir de 150 centímetros de altura, obra de  Castillo Lastruci fechada en 1943, que llegó a nuestra localidad en el año siguiente. Fue entonces cuando las devotas propusieron al párroco don Felipe Rodríguez Sánchez, colocar esta nueva imagen en el altar que ocupaba  San José,  considerando la protección que ofrecía la puerta frontal de vidrio. Esto motivó el traslado de la imagen del Patriarca al  retablo  del muro derecho de la capilla del Buen Suceso, altar en el que, hasta su desaparición, recibía  cultos la anterior Virgen Dolorosa.
Posteriormente fueron necesarias unas pequeñas modificaciones, según nos informa don Miguel Luque Rodríguez (carpintero). El altar del Señor San José, donde se ubicó la nueva Dolorosa, presentaba en su frente y bajo la mesa de altar la talla de una sierra de carpintero en clara simbología al Santo Varón, lógicamente esto desentonaba con la nueva imagen.  Miguel Luque con grandes dosis de paciencia extrajo dicha talla, aunque a trozos y la guardó en su taller. El Párroco,  tras las gestiones con Salesianos de Sevilla, consiguió que un equipo de restauradores viniese a repasar el retablo y la mesa de altar, colocando en su frontal la talla de un corazón lacerado, símbolo del dolor, que luce desde entonces. Posteriormente, después del ensamble de las piezas que conformaría la sierra y la confección de una nueva cuerda para la misma, obra de don Juan José Rivera, Miguel Luque  volvió a colocar aquel símbolo en el  retablo donde desde entonces se venera la imagen de San José.
Para hacer frente a la factura que presentó el imaginero Lastruci por la talla de la imagen Dolorosa, además de la suscripción popular, Mª Josefa Luque y Trinidad Carretero,  organizaron rifas, <<Velá>> y  grupos de muchachas que de casa en casa pedían. En muchos casos las aportaciones que hacían los vecinos eran en especie, (harina, aceite, etc.).
<<Con el aceite y la harina / hacíamos buñuelos y churros / que en la velá se vendía>>
<<A la Virgen de los Dolores / le tengo gran devoción / la hizo Castillo Lastruci / y que trabajo nos costó / reunir el dinero que pidió>>
<<Esa Virgen tan bonita / que el pueblo tiene en olvido / en tiempos de Cuaresma / ¿no se merece un Triduo?>>
<<Recuerdos y Añoranzas >> de Mª Josefa Luque Rodríguez (la Chica), Córdoba 1970
                           
En marzo de 2013, en plena Cuaresma, un grupo de jóvenes y todos los vecinos viven con la ilusión de recuperar esta tradición cofrade y ofrecen cultos en honor de Ntra. Sra. de los Dolores que, además, realizará su primera e  histórica salida procesional. Así, 70 años después, se hace realidad la añoranza de <<La Chica>> y de todos los devotos y devotas. Una feliz realidad para Castilleja del Campo, que se hizo  Virgen Dolorosa, gracias  a la aportación y el  trabajo de muchos de nuestros ascendentes.
Historia 010. Castilleja del Campo, miércoles 13 de marzo de 2013