viernes, 15 de enero de 2021

UN MÁGICO ENCUENTRO EN CASTILLEJA

 


Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

“Este año tan difícil no va ser posible realizar la salida de la Cabalgata de Reyes Magos 2021”. –Según  informó en su día  la Comisión Municipal de la Cabalgata de Reyes–,  dadas las circunstancias que se están viviendo en el mundo con tan trágica pandemia. En las últimas horas del pasado jueves día 14, en España se dio la segunda cifra más alta de contagios, con una tasa media de 522 casos positivos por cada cien mil habitantes. La pandemia de covid-19, no da tregua y el coronavirus  continua su expansión de contagiados y fallecidos. Pero Raúl Rivera, Leti Rodríguez, M. Vicente Zaragozá, Modesto Rodríguez, Dolores Reinoso y Francisco José Reinoso, miembros de la citada comisión, no permitieron que los más jóvenes de Castilleja y las ilusiones de  los niños y niñas, se quedasen sin esos personajes: la llegada de los Reyes Magos. Además, como magos que son, no les afecta el covid-19 y pudieron llegar a Castilleja del Campo para hacer del mágico día 5 de enero un día especial, entrañable y lleno de ilusiones.  

        

Los Magos de un país de Oriente –de donde sale el sol–, partieron en dirección a Occidente –donde se pone– buscando en el poniente a muestro país. Gracias a su magia cruzaron el horizonte cabalgando sobre nubes de ilusiones para llegar a Castilleja del Campo, al lubrican del martes 5 de enero de 2021, en una tarde que resulto ser fría,  gris y con cielo cubierto. Pero antes, al pasar por Carrión pararon en 5 casas donde, con  alegría, unos niños también esperaban la visita de esos Reyes. Fueron los mismos Magos que trajeron la ilusión a las casas de los niños de nuestra localidad, visitando unos treinta y cinco hogares. En total repartieron sus regalos a más de 60 niños y niñas, con edades de 0 a 11 años.


A las 5 de la tarde entraron en nuestro pueblo comenzando su invisible recorrido por la calle Vicente Aleixandre y, llamando en varias puertas, tuvieron el primer contacto con unos niños que ansiosos les esperaban. Dejando atrás la plaza de la Iglesia, visitaron un par de casas en la calle Buen Suceso, de aquí a la Cruz del Plato para continuar derrochando, más que regalos, ilusiones y alegría entre los niños. Siguiendo su ruta aparecieron en la calle Antonio Machado para llamar a las puertas de dos casas más, donde nuevamente la hilaridad de los más pequeños y la alegría del encuentro con sus Reyes magos, dibujaron un cuatro de emociones a tres bandas: padres, reyes y los niños como protagonistas. De allí a la calle Libertad para abrir las puertas de otras dos casas y continuar por la calle Cervantes donde les esperaban los niños de otro par de hogares.


En paralelo, sus majestades mantuvieron  momentos de cercanía con unas especiales personas muy queridas en el pueblo: Nerea Luque, Rafael Monge, Javier Fernández, los hermanos Rufino y Manolito  Suarez y la madre de ambos. Ellas y ellos siempre dispuestos y agradecidos por compartir y disfrutar de un ratito de cariño y alegría. Y continuando por  Avda. de la Constitución  llamaron a las puertas que se abrían para dar paso a la ilusión, de allí, por callejón de Federico, repartieron regalos y alegría en otras dos casas más. Aún tuvieron que llamar en las puertas de cinco casas de la Avda. de Andalucía, para llegar a Ramón y Cajal con las luces encendidas. Las nubes y el velo del atardecer terminaron por hacer del día la noche de Reyes. Y cuando la impaciencia y guirigay de la chiquillería, cada cual en su casa, por la tardanza de sus majestades se hacía imposible de controlar por  los padres, por fin comenzó la visita por 14 casas de la urbanización “El Palacio”. Dada la angostura de sus calles y la densidad de moradores, los organizadores velaron para mantener el cumplimiento de la seguridad y todo transcurrió con civismo y normalidad. Aquellos niños, antes impacientes y revoltosos, cuando abrían las puestas de sus hogares y se encontraban en presencia de unos Reyes, que harían realidad sus ilusiones, trocaron mágicamente su infantil estado de nervios y ansiedades en sorpresa sin igual, imaginación y alegría. Así es la magia de los magos con encanto, la labor de unos Reyes de Oriente en tiempos difíciles, que protagonizaron José María Delgado Luque, Melchor; Manuel Muñoz González, Gaspar y Alexis Rodríguez Muñoz, Baltasar. Cumpliendo las funciones de pajes Raúl Rivera y Leticia Muñoz y, a cargo de la logística, José Francisco Reinoso, tres miembros  de la Comisión de Cabalgatas de Reyes incorporados al séquito real. Comisión  que desde aquí felicitamos por su iniciativa, organización y  resultados obtenidos.


Hace 22 años, el 5 de enero cayó en martes y también salieron los Reyes a pie, aunque sin la terrible  pandemia que estamos pasando. Fue la primera vez que se producía  esta novedosa iniciativa. Así, una vez pasada la tarde mágica sin haber disfrutado de la acostumbrada Cabalgata por las calles, los niños de Castilleja del Campo se durmieron con la promesa de que, por la mañana, tendrían sus regalos, puesto que durante la noche es cuando llegan los Reyes. Y fue en esa noche cuando tres mágicas reinas fueron llamando a las puertas para sorpresa de los padres, que al abrirles, quedaban gratamente agradecidos. Franqueada la entrada a este privilegio de tener los reyes en casa, las familias compartían con ellas la alegría y emoción, que su presencia causaban en sus sorprendidos hijos. Sonia Rodríguez Rodríguez, Verónica Bernal Márquez y Noelia Rodríguez Escobar. Tres jóvenes que  metidas en la piel de de Melchor, Gaspar y Baltasar, fueron las Reinas de la Noche de Reyes de 1999.


Antes de finalizar pulsamos el sentir  de estos Magos que nos dejan con la esperanza de volver el próximo año. El pasado día 5 fue uno de los días más ilusionantes de mi vida nos –decía el Rey Melchor camino a la iglesia–. Ilusión de los pequeños, de los mayores y nuestra, de Melchor, Gaspar y Baltasar. Entre tantas vivencias Me quedo con los ojos de los pequeños clavando sus miradas en los míos, tratando de decir algo, o de buscar algo mágico. Me quedo con la tan repetida frase de "los Reyes en mi casa, quien me lo  iba a decir. Me quedo con unas  personas  queridas por todo el pueblo, como Nerea, Rafael, Manolito, Rufino y Javier. Y para terminar, me quedo con las personas que nos saludaban mientras nosotros caminábamos de una casa a otra.

Por su parte, así resumió el Rey Gaspar su profundo sentimiento: Para mí ha sido una ilusión que perdí hace tiempo y que he vuelto a recuperar gracias a ser rey este año, porque no tiene precio ver las caras de ilusión de los pequeños.

Baltasar se expresaba de la siguiente manera: No hacía falta la presencia de un regalo, para que  pudiese ver la más pura y sincera expresión de ilusión en la cara de los niños y niñas a los que visité. Y no solo los niños, reacciones como la de nuestra querida vecina Nerea, son gratificantes para cualquier persona. Ver esos ojos brillantes y la alegría que llenó su cuerpo y corazón, la pudo palpar claramente Baltasar, el cual quedó asombrado (si aun no lo conocía) de su poder de transmitir y crear ilusión. Otra de las reacciones a destacar fue la de Rafael, otro vecino querido de nuestro pueblo. Incluso consiguió  emocionar, no solo a mí, también a mis compañeros Magos. Merece la pena meterse en la piel de un Rey Mago, para ver como los niños te miran y observan. Esperando, más la visita de ellos, que si trae o no regalo. El mero hecho de que los Reyes llamen a la puerta de su casa, es suficiente para que el niño se sienta afortunado y muy agradecido.


Como ya es tradición, una vez finalizado el recorrido de la Cabalgata por calles y plazas o, como este año tan especial, visitados todos los niños y niñas en sus propios hogares, sus Majestades  entraron triunfante en la iglesia parroquial para presentarles sus respetos y sus presentes al Niño Dios: oro en reconocimiento de su realeza, incienso como homenaje supremo a su divinidad y la mirra anunciando sus padecimientos como Redentor. Después adoraron al nacido Jesús ante la atenta mirada de su madre María del Buen Suceso y el Patriarca San José. En ese momento, el reloj de la torre anunciaba, con ocho sonoras voces del bronce de su campana, el  punto y final al día de reyes, para dejar paso a la noche de  mágicos, tiernos, inocentes y dulces sueños infantiles.   

Crónica 158. Castilleja del Campo, viernes 15 de enero de 2021