Por
Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
En la actualidad son
muchas las personas que se han acercado a visitar este enclave de interés, tan
peculiar como desconocido para la mayoría de los que acuden al lugar. Para los
vecinos de los pueblos del Campo de
Tejada y los del entorno, visitar este protohistórico hábitat de los tartessos
es más que recomendable. Tejada la Vieja, catalogada como BIC en la categoría
de zona arqueológica, bien merece una escapada para valorar la histórica y el pasado de aquella cultura.
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En el yacimiento arqueológico
tartésico de Tejada la Vieja se descubrió un edificio que, hasta la fecha,
destaca sobre los demás. (En la foto marcado con la letra A).
El astrólogo César
Esteban y el arqueólogo José Luis Escacena, son los autores de un análisis
arqueoastronómico de la orientación de seis santuarios y edificios de carácter público
protohistóricos, situados en el mediodía de la Península Ibérica (Coria del
Río, El Carambolo, Saltillo, Mesa de Setefilla y El Oral), estudiaron también
la orientación de un edificio de carácter público situado en Tejada la Vieja (1).
El análisis, realizado
sobre una muestra de santuarios del Hierro Antiguo en esta área geográfica, se
basa en la medida precisa de las orientaciones definidas por los edificios y el
análisis del horizonte que les rodea y revela claros vínculos astronómicos. En
particular, en los edificios de culto, las regularidades encontradas parecen
sugerir la posible existencia de credos y rituales religiosos relacionados con
posiciones singulares de los astros visibles a simple vista: el Sol, la Luna o
Venus.
El estudio de campo se
centró en la medida de la orientación de las paredes de varias estancias de una
estructura, al parecer de uso público, situada en la terraza superior de la población.
Un edificio que corresponde a la tercera fase del hábitat, esto es, desde
mediados del siglo VI hasta mediados del IV a.C. –Como vimos en el artículo anterior, Fernández
Jurado, en su trabajo de 1987, ya
describió este edificio como una construcción singular–. En el plano de
la superficie excavada de la ciudad vemos mayor grado de regularidad en este
complejo arquitectónico que en las demás construcciones exhumadas: paralelismo entre
las paredes enfrentadas y perpendicularidad de los muros en las esquinas, que
también se distribuyen de forma más aleatoria por este sector del hábitat.
Hacia el oeste linda con una calle de unos 7 m de anchura. Cabe señalar que las
paredes del edificio y el resto de estancias, que en la actualidad se
encuentran en superficie en esta zona de la acrópolis, corresponden a la época
final de la ciudad, siglo IV a.C.
Debido a esta
cronología se ha dado siempre este momento por turdetano, por tanto de una
construcción más tardía que el resto de las descubiertas.
Según el estudio de
Escacena y Esteban, <<…Las
medidas de la orientación de los distintos muros se obtuvieron con la brújula
de precisión, mientras que la declinación magnética se determinó a partir de
observaciones de la posición del Sol con el teodolito>>.
Del resultado de tales
cómputos se puede deducir que el edificio público aludido se orienta de una
forma muy precisa con relación a los ejes determinados por los puntos
cardinales. Esto contrasta ya con el resto de otras estructuras estudiadas, que
pertenecen a siglos anteriores. La única entrada aparente al complejo está en
su fachada sur. Desde aquí se accedería a un espacio subdividido en dos
pequeñas estancias, y más adelante a un patio interior. El fondo aparece de
nuevo compartimentado, en este caso en dos habitaciones alargadas y paralelas
entre sí, de similar diseño y extensión, con accesos independientes desde el
patio.
Considerando la
dirección meridional como la relevante, ya que hacia ella abren los vanos del
edificio, encontramos que el eje mayor de la estructura apunta, justamente,
hacia el sur geográfico. Esta estructura, que se ha considerado de posible uso
público, es de gran regularidad y mayor calidad en relación con las del entorno
inmediato. Este rasgo, unido a su orientación, sugiere que su localización en el
espacio fue un elemento determinante en su diseño y construcción, lo que
refuerza su carácter de edificio singular.
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1.- ESTEBAN LÓPEZ, César y ESCACENA CARRASCO, José
Luis. Arqueología del Cielo. "Orientaciones astronómicas de edificios
protohistóricos del sur de la Península Ibérica". (2013).
Historia 075. Castilleja del Campo, miércoles 16 de septiembre de 2020