viernes, 27 de marzo de 2020

LA CONTAMINADA PRIMAVERA DE 2020


Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Este 2020 pasará a la historia de España y quedará en la memoria de los españoles, como el año aciago del “Coronavirus”.

<<Tenemos un nombre para la enfermedad: es "covid-19">>, dijo el director de la Organización Mundial de Salud, el doctor Tedros Adhanom, el 11 de febrero de 2020. Así dio a conocer una enfermedad que comenzó a propagarse en la ciudad de Wuhan (China) y se ha extendido por más de 160 países, desconcertando a los expertos en salud.
La OMS, informada del brote el 31 de diciembre de 2019, esperó hasta el  jueves 11 de marzo de 2020, para elevar la situación de emergencia de salud pública, ocasionada por el Covid-19, a pandemia internacional.

España, donde el número de infectados y fallecidos sube cada día, se encuentra en estado de alarma, según Real Decreto 463/2020 del 14 de marzo. Situación que supuso el confinamiento de la población hasta el 30 de marzo y una serie de medidas que  paralizaron el país.
Han pasado dos semanas del estado de alarma y han sido varias las comparecencias en televisión del presidente  del gobierno Sr. Sánchez, del presidente de la comunidad andaluza, Sr. Moreno y una del rey Felipe VI. Pero las medidas, como la expansión del virus, no terminaron aquí, según conocemos por las intervenciones y ruedas de prensa del Comité de Gestión Técnica del coronavirus.
Nuevas  normas y ordenanzas han venido complementando algunas condiciones del estado de alarma, como  ampliar la prórroga de dos semanas el estado de alarma  ―aprobado en el Congreso el 26 de marzo ― y con ello la confinación de los ciudadanos hasta las 00:00 horas del próximo 12 de abril.
Desde el real decreto de 14 de marzo, con unos 8.000 afectados de coronavirus, la pandemia afecta, a fecha de hoy, a más de 57000 personas y 4.300 fallecidos.

Cuando el viernes 20 de marzo de 2020, a las 04:50 horas, entró el nuevo equinoccio, los españoles llevaban  seis días confinados en sus domicilios. Una primavera que nació bajo el mal augurio de un año bisiesto. <<Año bisiesto, año de siniestro>> ―dice un antiguo refrán― y, desgraciadamente, la pandemia del coronavirus se ha hecho realidad en primavera.
Esa, que vestida con la inocencia del azahar, le sirvió a Juan Ramón para enamorarse de la poesía. Primavera de naranjos y limoneros, que cada marzo abren sus flores como los corazones de jóvenes que se enamoran sin saberlo. Flores blancas sobre verdes hojas que Luis Cernuda  entrelazaba con la música y la luna.
Pero esta es otra primavera, la que nació huérfana de domingo de Ramos. La que  trasminado el aire de  azahar, se perderá por calles desiertas, pasarelas de arte barroco sin la majestuosidad de las procesiones de Semana Santa. Una estación de luz y color, alegría de ferias, romerías populares y fiestas primaverales, que este año no celebraremos.
Así se presenta la primavera de 2020. La del coronavirus, ese mal que aisló en sus casas a las familias y a los vecinos en sus  pueblos, como  a todos los ciudadanos de Andalucía y España. Pero, a su vez, nos ha unido contra el "covid-19" en una lucha común. ―Como dijo el rey Felipe VI en su intervención televisiva, el miércoles 18 de marzo―. “Este virus no nos vencerá. Al contrario, nos va a hacer más fuertes como sociedad”.

Opinión del Cronista 043
Castilleja del Campo, viernes 27 de marzo de 2020