Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
El
difícil año que hemos atravesado y por
fin agoniza, nos ha traído una crisis energética global provocada por la invasión Rusa en Ucrania.
Generando, además, una disparatada
escalada de precios y escasez de productos de importación. Todo ello unido a la
pertinaz pandemia de covid y, para colmo, la crisis política en nuestro país.
Entre unos y otros han conseguido empañar el brillo de la alegría, el optimismo
y la felicidad navideña en el seno de muchas familias españolas. Una Navidad
que es nueva, como todo en el ciclo de la vida que se repite cada año. Nueva
como el nacimiento de Jesús, ocurrido en la madrugada del 24 al 25 de diciembre
según aparece en las escrituras. Nueva, porque la Navidad es tiempo para
renovar nuestras ilusiones y esperanzas ante la incertidumbre y lo que esté por venir. Nueva como la entrada del año que comenzará seis días después.
Sin
más elucubraciones ni predicciones de futuro, el cronista aprovecha la
actualidad de las inminentes fiestas navideñas para daros las gracias a todos:
vecinos, vecinas y ciudadanos, hijos de Castilleja del Campo que están ausentes
y a los lectores en general, por visitar esta ventana que siempre estará
abierta a vuestro servicio.
–Que
la armonía y la concordia reine en el seno de todos los hogares de nuestra
localidad, porque ha llegado la Navidad, fiesta
de la paz, el amor y también de la esperanza y la caridad–.
Opinión
del Cronista 052.