miércoles, 17 de junio de 2020

1998-99, TRANSICIÓN DE UNA TRADICIÓN

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
El próximo 21 de junio se verificará el levantamiento del Estado de Alarma Sanitaria, vigente durante CIEN DIAS, por la pandemia del coronavirus.
Durante ese tiempo, Cronista de la Villa, comprometido con sus lectores para hacer más ameno el confinamiento, ha divulgado la historia de los Reyes Magos de Castilleja del Campo, en la última década del siglo XX. Una vez finalizado el mencionado estado, resuelve su compromiso con el presente artículo y agradece a los lectores su interés y seguimiento.

Cuando la última comisión organizadora de la Cabalgara se disolvió a mediados de 1996, tres años antes de entrar en el nuevo milenio, todo parecía perdido y sin continuidad.
Pasaron 1997 y 1998, dos años  sin  reyes  que llenaran de ilusiones las calles de nuestro pueblo. Con esta laguna, la tradición de los Reyes Magos que se inició en 1972, ya sumaban siete los años en que, por una u otra causa, se quedaron sin salir. Nunca por impedimentos meteorológicos.
Los augurios fueron tristes y nefastos: el Milenio que terminaba se llevaría con él una festividad que se celebraba en Castilleja del Campo. Muchos fueron los equivocados.

A mediados del otoño de 1998, Noelia Rodríguez Escobar, por aquellos años incorporada a la política municipal como Concejala de Cultura, apostó por la continuidad de esta tradición mantenida gracias a muchos vecinos y vecinas.
Con el apoyo del Ayuntamiento, Noelia, la Asociación Juvenil “El Porche” y otras muchachas colaboradoras, reaccionaron con el ímpetu que caracteriza a la juventud.
El movimiento juvenil se planteó incorporar en el entorno de las fiestas de Navidad, además de la Cabalgata de Reyes, novedosas iniciativas dirigidas a los niños. Estas fueron  recrear la figura de “Papá Noel”, el “Cartero Real” y montar un “Belén Viviente”.
Entre las posibilidades más viables optaron por el Belén viviente. Los proyectos Papá Noel y el Cartero Real  quedaron aparcados  para el siguiente año.  
En la Navidad de 1998, en el Salón Parroquial, se inauguró el primer Belén viviente de Castilleja del Campo. Montaje realizado por jóvenes de la Asociación “El Porche” con la colaboraron muchos padres y  cuya decoración, pintado de fondos y forillos corrió a cargo de Juan Julio Rodríguez. Las figuras del misterio fueron recreadas por la niña Noelia Rodríguez Rivera, en el papel de la Virgen María y el niño Julio Alberto Rodríguez Bejarano como San José. El bebé Víctor Rebollo Rodríguez, hijo de Noelia e Isabelo,  encarnó la figura del niño Jesús.
Como todas las novedades, el Belén fue un éxito, siendo visitado por familiares, el vecindario local y numerosas personas llegadas de fuera.
En los días de navidad de este año de 1998, la Concejala de Cultura y los jóvenes de la Asociación “El Porche”, se propusieron recuperar la tradición y sacar la Cabalgata de Reyes Magos en el nuevo año que estaba al llegar. Pero ya no había tiempo para ello. Era tanto el trabajo que había que realizar: montar y decorar las carrozas, convocar a las personas  figurantes y el total desconocimiento de la organización del evento, hizo que desistieran de ello. 
Noelia Rodríguez Escobar no se resistía que esta tradición, en la que tantas personas del pueblo habían dedicado tiempo y trabajo, agonizara con el siglo que finalizaba. Así, con algunos miembros de “El Porche” y recabar fondos a través del Ayuntamiento; iniciaron contactos con algunas personas de la comisión que gestionaron los Reyes Magos en los últimos cuatros años. Al menos, intentarían poner en marcha unos reyes sin carrozas, pajes ni estrella y sin organizar cabalgata. Sería una recreación con los personajes imprescindibles: los tres magos y, además, a pie.
Se reunieron con Hortensia Luque, responsable que custodiaba el vestuario de la cabalgata, a fin de recogerle los trajes de las figuras que encarnarían a Melchor, Gaspar y Baltasar. Con el corto presupuesto adquirieron pequeños peluches y cajitas de bombones para obsequiar a los pequeños. Reservando una parte del mismo para abonar la factura de la tintorería donde enviaron los trajes para su limpieza, antes de ser devueltos.

En ese momento en que el crepúsculo ya termina y las formas se confunden con sus sombras, al lubricán del martes 5 de enero de 1999, los Reyes de la noche de ilusiones llegaron caminando a Castilleja del Campo. Si, no ha sido un lapsus, caminando y así recorrieron sus calles, aunque no fueron reyes sino reinas. Sonia Rodríguez Rodríguez, Verónica Bernal Márquez y Noelia Rodríguez Escobar. Tres jóvenes que  metidas en la piel de de Melchor, Gaspar y Baltasar, fueron las Reinas de la Noche de Reyes. Estas figuras de los magos visitaron todos los hogares donde vivían niños, según  los datos obtenidos en el Padrón Municipal.
Pasada la tarde mágica de los niños, sin haber disfrutado de la Cabalgata en la calle, se durmieron con la promesa de que es por la noche cuando llegan los Reyes, esos que hacen realidad sus ilusiones. Y en esa noche,  de dulces sueños infantiles, las tres mágicas reinas fueron llamando a las puertas para sorpresa de los padres, que al abrirles, quedaban gratamente agradecidos. Franqueada la entrada a este privilegio de tener  los reyes en casa, las familias compartían con ellas la alegría y emoción, que  su presencia causaban en sus sorprendidos hijos.   
<<Para nosotras, la experiencia fue muy emocionante y entrañable –relataba  Noelia sus vivencias–.  En algunas casas los niños salían de sus cuartos donde ya dormían y en otros hogares llegamos a interrumpir sus sueños invitados por la familia. En ambos casos era digno de ver sus caritas de ojos ilusionados de unos niños sorprendidos ante la cercanía de sus Reyes Magos. Reyes que ellos podían tocar y que les entregaban obsequios y bombones directamente a sus manos. Fueron momentos de emoción, únicos y  especiales, esos que difícilmente se olvidan>>.                 

Para finalizar el año, en la Navidad de 1999, además de volver a recrear el Belén Viviente también se llevó  cabo el proyecto de “Papá Noel”. Una  novedosa actividad, organizada por el Ayuntamiento, que recorrió las calles del pueblo siendo muy bien acogida, sobre todo por la chiquillería. La figura de Papá Noel repartía presentes y regalos desde su trineo, ubicado en la “Pick-Up”  Municipal. Evento que continúo celebrándose unos años más.
El “Cartero Real”, otra de las iniciativas acordadas en el otoño de 1998, tuvo que esperar al  nuevo milenio, donde apareció por primera vez días antes de los reyes del año 2000. Una figuración en el entorno de los Reyes Magos que aún continúa celebrándose en Castilleja del Campo.

Historia 073. Castilleja del Campo, miércoles 17 de junio de 2020