Posible huella de un conquistador en Castilleja del Campo
Nuestra
localidad, que hunde sus raíces en la cultura tartesia asentada en Tejada la
Vieja entre fines de siglo XII a. C. y mediados del siglo VI a. C., y se precia
de haber sido turdetana, romana y árabe, tomó el nombre de Casti[e]lla de
Albençameit tras la reconquista por las huestes de Alfonso X en 1253. Su nuevo
topónimo, transformado en poco tiempo en “Castilleja del Campo”; 250 años
después de su reconquista, y según la investigadora María del Carmen Martín
Rubio, quedaría vinculado a la biografía de uno de los más afamados
conquistadores de las Indias españolas.
Para
doña María del Carmen, a finales del siglo XV, entre 1491 y 1493 más
concretamente, llegó, con idea de afincarse en Castilleja del Campo, el
matrimonio compuesto por Martín de Alcántara y Francisca González y Mateos, junto
con un hijo de ella, de unos catorce o quince años de edad. Al poco, fruto del citado
matrimonio nació otro varón, al que pusieron por nombre Francisco Martín(ez) de
Alcántara y González (desgraciadamente, este dato no podemos corroborarlo,
puesto que el Archivo Parroquial de Castilleja del Campo sólo conserva registros
documentales a partir de mediados siglo XVI). No se sabe con exactitud, pero es
probable, que el hijo mayor, también de nombre Francisco, conociera el
nacimiento su hermanastro, catorce o quince años menor, y le viera crecer
durante sus primeros meses y años de vida porque, según se dice en los textos
de todos los cronistas, sintió por él un gran afecto.
Sin
embargo, según el historiador peruano Raúl Porras Barrenechea (1897-1960),
afirma en una de sus obras que, Francisco Pizarro vivió en Trujillo hasta los catorce o quince años,
es decir, hasta 1492 o 1493. Desde entonces, como ya se ha señalado, parece que
radicó a unos treinta kilómetros de Sevilla
con su madre, el marido de esta y
el hijo pequeño del matrimonio, Francisco Martín de Alcántara, en un pueblo llamado Castilleja del Campo en
la zona de Sanlúcar de Alpechín, hoy Sanlúcar la Mayor.
Que
el segundo hijo de Francisca naciera o no en Castilleja no tiene relevancia
alguna para esta historia. Aquí, de lo que se trata es de sacar a la luz que,
posiblemente, un destacadísimo conquistador de las Américas fue, por unos años,
vecino de nuestro pueblo.
Francisco
Pizarro se sabe que nació en Trujillo (Cáceres) el 16 de marzo de entre 1476 y
1478 (las diferentes bibliografías difieren en el año su nacimiento [1473, 1476
y 1478], pero coincide en el día y en el mes). Hijo ilegítimo del capitán de
los tercios españoles don Gonzalo Pizarro y Rodríguez de Aguilar (1446-1522),
quien sirvió en las campañas de Italia bajo el mando de Gran Capitán, Gonzalo
Fernández de Córdoba y Aguilar, y de la menesterosa Francisca González y Mateos,
dama de recámara de la noble doña Beatriz Pizarro, tía de don Gonzalo. Se cree
haber dado con la supuesta partida de bautismo de Pizarro en la que se le
consigna como Francisco González, pues no llevaría el apellido de su padre
hasta los doce años de edad.
Se
crió con su madre en casa de sus abuelos maternos, familia conocida como “los Roperos”,
labradores pecheros de Trujillo. Su madre, cumplidos treinta años, contrajo
matrimonio con el referido Martín de Alcántara. A partir de entonces se
trasladó por un tiempo, o definitivamente, a vivir con su marido y su hijo
Francisco, que ya tenía el apellido Pizarro, a Castilleja del Campo, pueblo
situado a unos treinta kilómetros de Sevilla, como ya se ha señalado.
Francisco
Pizarro iría con frecuencia a Sevilla, a pesar de que en aquella época el viaje
hasta la ciudad suponía cabalgar muchas horas o viajar durante un día entero en
incomodas condiciones por malos caminos; pero a Pizarro, que era joven, fuerte
y lleno de ideales, no debían importarle las molestias del viaje, ya que tenía
muy claro que ni en Trujillo, ni en Castilleja, se hallaban a su alcance los
medios necesarios para iniciarse en la carrera de las armas y encontrar la ruta
que le conduciría a su dorado objetivo. Es de suponer que el joven Pizarro
debió quedar impresionado la primera vez que llegó a Sevilla y vio un mundo tan
diferente al que hasta entonces había conocido, sin duda lugares de corte feudal
en los que apenas existía clase media, ya que solo había poderosos señores y
labriegos pobres.
Si
bien algunos biógrafos dicen que Francisco, a la edad de diecisiete años, se
alistó en los Tercios españoles, que a las órdenes del Gran Capitán luchaban en
las campañas de Nápoles, otros aseguran que fue a los veinte. Algunos incluso
afirman que, en 1499, partió con Alonso de Ojeda en su primer viaje a las Indias,
formando parte de una expedición organizada por dicho navegante.
Sea
como fuere, y siempre siguiendo la teoría de doña María del Carmen, es de
suponer que Francisco Pizarro pasó su juventud entre Castilleja del Campo y
Sevilla, hasta que en 1495 marchara a los Tercios. A su vuelta de Italia, a
principios del siglo XVI, llegaría para despedirse de su madre y de su pequeño
hermanastro Francisco hasta que, en 1502, embarcara junto a fray Nicolás de
Ovando, que partía como Gobernador de la isla de La Española. En 1509 se alinea
con el grupo de Alonso de Ojeda, que se disponía a poblar tierra firme y
participó en la fundación de las villas de San Sebastián de Urabá y de Santa
María la Antigua del Darién, en la actual Colombia.
Años
más tarde, su hermanastro Francisco Martín(ez) de Alcántara también marchó en
busca de fortuna a América donde, desde el principio de la conquista del Perú,
fue uno de los hombres de mayor confianza de Pizarro. Francisco Pizarro era
primo por vía paterna del conquistador del imperio azteca, Hernán Cortés.
NOTAS:
En una biografía de Pizarro publicada
en internet:<<Busca biografías>>, dice que Francisco, que no
destacó por su interés en la cultura, fue obligado por sus abuelos maternos a
cuidar cerdos y otros animales. Se cuenta que a los pocos años los animales a su
cuidado contrajeron una grave enfermedad y, por temor a ser culpado escapó, con tan solo 15 años, hacia Sevilla, pero sin
indicar su paradero final.
Por otro lado, Cronista de la Villa se
ha limitado a parafrasear la obra “Francisco Pizarro, el hombre desconocido”,
sin tener datos que atestigua la noticia
que hemos planteado aquí. En este sentido, desconocemos la procedencia y la
fuente de información de la Sra. Martín Rubio, para documentar que Francisco
Pizarro vivió en Castilleja del Campo entre 1491 y 1502, con las ausencias
descritas.
BIBLIOGRAFÍA
MARTÍN
RUBIO, Mª. CARMEN. “Francisco Pizarro, el hombre desconocido”. Madrid, 2014.
Historia 045. Castilleja
del Campo, miércoles 11 de mayo de 2016