Mañana de luz, olor y color: jueves de Corpus
Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
<<…La
lejanía es de limón y violeta, / verde el campo todavía…>>
Me
viene a la memoria estos versos de A. Machado (Canciones a Guiomar), al
recordar desde la lejanía el Corpus de mi pueblo. Porque, cuando se hace una
pausa en lo cotidiano pierdes el sentido de lo plástico y tangible que en ese
momento ocurre, Aunque siempre queda el recuerdo para mirar a través de la ventana
de la mente.
La
Hermandad Sacramental de San Miguel Arcángel y Ntra. Sra. del Buen Suceso,
también este año, modificó el recorrido de la procesión del Corpus Christi al estar en obras la arteria principal del
pueblo, utilizando en su bajada hacia el Prado la calle Cervantes. Pero esto no
lo vi yo al estar ausente. –Aunque tampoco hace tantos años que por dicha
calle dejase de transcurrir la procesión-.
Lo que sí veré siempre, porque lo tengo registrado en la memoria del tiempo, es
esa brillante y luminosa mañana de jueves de
Corpus en Castilleja del Campo.
Un jueves donde la luz se hace mayúscula y todo
lo ocupa con un sol de blancura que se refleja en las encaladas paredes. Un jueves donde el aire perfila
colores en una imaginable paleta renacentista, temple de primavera que se
resiste a entregarse en los brazos del verano que se acerca. Un jueves donde el
cielo, recortado por los aleros a contraluz, presenta toda su inmensa gama de
azules que van desde el cobalto al celeste. Cielos de luz, nada más que luz en
un jueves de Corpus. Luz y color derramándose sobre claridades eternas. Una luz
que cumple años ajena al gris de lo cotidiano y de la rutina, como un paréntesis
de juncia y romero que, trasminando sus olores, nos muestra otra historia de
nuestro pueblo.
Y
cuando la procesión va pasando, la luz, el color y el aroma de este jueves,
envueltos en dulzonas volutas del
incienso, se van fijando en la memoria. Un día, yo cerré los ojos y retuve esta imagen
para siempre: una mañana de luz, olor y color que estará dentro de mi mente,
aunque esté fuera de mi vista.
Jueves
de Corpus Christi, un Dios todo vino y todo pan, todo racimo y espiga;
sencillez, que cuando sale a la calle se siente mejor si está rodeado de lo
sencillo, de lo que el pueblo improvisa y del campo. ¿Hay algo más sencillo que
el campo? Pues ahí están la Sangre y el Cuerpo de Cristo en esas viñas, en esos
trigales; porque todo lo del campo está
en vecindad con Él. Uvas y espigas amigo, esta es la síntesis de Dios. Nada más
que eso… Y nada menos.
Opinión
del cronista 026
Castilleja
del Campo, lunes 30 de mayo de 2016