Halloween y nuestra
Cultura
Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial
de la Villa
El
pasado sábado día 26 fue la última representación y final del I Certamen de
Teatro Aficionados María Moliner. La Asociación Ensamble Teatro llenó de vida y
música el patio de butacas con la obra <<El Segundo Diluvio>>, una
comedia musical que narra las peripecias de los vecinos, el cura y la alcaldesa
de una aldea ante la posibilidad de un segundo diluvio. Solo la presentación de la primera escena ya
arrancó los primeros aplausos del público de los muchos que a lo largo del
espectáculo volvieron a repetirse.
Aunque
con lo dicho quedaría resuelta la reseña
de la representación de la obra, permítanme unos pensamientos. El musical el
Segundo Diluvio logró superar el aprobado de los espectadores por las canciones
del coro, la coreografía y por el mensaje que la obra transmitía: un canto a la
amistad, a la solidaridad y al amor, con un toque de religiosidad. Finalizó,
tras 125 minutos de representación (la
obra podría haberse resuelto con 20
minutos menos), con una crítica simbólica a los poderes económicos, políticos y
del clero.
Pero
hay otros países y otras culturas, como la que algunos viven en la noche del 31 de octubre al 1 de
noviembre y que está enraizando como una mala hierba en nuestras costumbres. Es
la celebración de una <<americanada>> con la que ya echamos la pata
a los Estados Unidos y, lo más lamentable, en los colegios se está inculcando a
los alumnos, desde la más temprana infancia, haciendo estragos en nuestra antiquísima
cultura y tradiciones populares. Estamos hablando de Halloween. Una fiesta que
internacionalizaron los yanquis a finales de los 70 y principios de los 80 del
pasado siglo XX.
¿Sabe usted desde cuando, en nuestra pequeña patria (léase Castilleja del Campo), hunde sus raíces una tradición popular, con marchamo de cultura, que se celebraba a principios de noviembre también en el entorno de la fiesta de Tosantos? Sin tener que hacer un exhaustivo rastreo de investigación, podemos asegurar que en nuestra localidad, desde principios de los años 40, ya estaba en pleno apogeo tradiciones como los niños con faroles y las rondas de <<Campanilleros de Tosantos>>, festejo popular que se celebraba durante los primeros nueve días de noviembre. Esto es, cuarenta años antes de que, los inventores del refresco negro y los espías del siglo XXI, comenzaran a introducir su fiestecita de muertos vivientes en pueblos de culturas ancestrales como el nuestro.
¿Sabe usted desde cuando, en nuestra pequeña patria (léase Castilleja del Campo), hunde sus raíces una tradición popular, con marchamo de cultura, que se celebraba a principios de noviembre también en el entorno de la fiesta de Tosantos? Sin tener que hacer un exhaustivo rastreo de investigación, podemos asegurar que en nuestra localidad, desde principios de los años 40, ya estaba en pleno apogeo tradiciones como los niños con faroles y las rondas de <<Campanilleros de Tosantos>>, festejo popular que se celebraba durante los primeros nueve días de noviembre. Esto es, cuarenta años antes de que, los inventores del refresco negro y los espías del siglo XXI, comenzaran a introducir su fiestecita de muertos vivientes en pueblos de culturas ancestrales como el nuestro.
Estamos
cambiado la tradición popular de Tosantos, de aquellos melones de invierno convertidos en faroles
para niños, de crisantemos para difuntos y canciones de campanilleros, para
importar un estrafalario carnaval de la muerte y del mal gusto. Todo ello por
los intereses económicos del Cortingles y tiendas de chinos que llenan
sus estanterías de calaveras de
plásticos, ataúdes de cartón y de caretas sangrantes.
–Esto
es lo que hay, hacer negocios con el horror en un carnaval de la muerte ajeno a
nuestra cultura-.
Pero
este año tenemos ayuda para combatir al <<Jálogüin>> invasor, vamos a darle una lección donde más le duele,
vamos a desmontarle su horroroso tinglado de almas en pena con nuestra mejor
arma: la Cultura y las tradiciones populares. Este año tenemos prometido el
brazo del Tenorio para dar cuenta a capa
y espada a tal villanía. Se encargara de
ello la inmortal obra romántica que José Zorrilla escribiera en 1844, al
parecer basada en <<El burlador de Sevilla y el convidado de
piedra>>, escrita en 1630 por Tirso de Molina. Una pieza literaria donde
encontramos redondillas quintillas y romances entre otras métricas y rimas. Este
año en el mes de noviembre, llegará la inmortal y sevillana obra de nuestra
literatura universal <<Don Juan Tenorio>>, una tradición del teatro
español que se representa en el mes que celebramos las festividades de todos los Santos y todos los Difuntos. ¿Quieres más cultura, gringo?
Por
si nos quedábamos corto, el próximo fin
de semana, sábado día 2 de noviembre, además de la Gala de Clausura del I
Certamen de Teatro, nos volveremos a impregnar de cultura gracias a la exquisita
literatura de Federico García Lorca. La agrupación de hombres y mujeres, que componen el taller de Teatro de Castilleja
del Campo, pondrá en escena la obra adaptada y dirigida por Cynthia Luque <<La
Casa de Alba>>, basada en los textos del dramaturgo andaluz.
-Ven al teatro, vive la Cultura, la nuestra y
olvídate del Jálogüin-.
Opinión del Cronista 015.
Castilleja del Campo, martes 29
de octubre de 2013