Por Juan Carmelo Luque Varela,
Cronista oficial de la Villa
El Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra anualmente el 25 de
noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo
el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
Aprovechando esta efeméride voy
a poner sobre la mesa de opinión general una historia que se ha venido repitiendo desde los albores
del tiempo. Por ello y por la influencia de una frase de Santa Teresa de Jesús (una
adelantada a su tiempo), que con tan solo cuatro palabras definía el papel de
la mujer en la vida social y laboral.
Sin más preámbulos compartamos
una pequeña parte de la historia de una mujer trabajadora en almacenes de
aceitunas.
Tocaba
el alba, cuando el sol despunta perezoso en el horizonte. Se levanta y se lleva
la mano a la baja espalda, tantas horas de pie pasan factura. Tiene apenas
tiempo de hervir algo de leche. “Quizás pueda dar un escobazo antes de que
los niños se levanten”, -piensa. Mientras se da cuenta de que está demasiado
cansada para ello. -Ya ha limpiado media casa.
El
marido se levanta. Barrunta unos buenos días. Es un buen hombre, desgastado de
tanto varear y cargar sacos, con demasiados vinos a cuestas. El médico del
patrón le ha dicho que está como un roble, que pronto podrá volver a la faena.
Todos saben que el médico miente, casi apenas se puede tener en pie y solo saca
energía para entregar su alma a una esquina de la tasca, esperando que algún
paisano le invite.
Los
dos pequeños se levantan, ya se les oye al final de la casa. La mayor la tiene
ya colocada, se acaba de casar. Pero los pequeños tienen la vida por delante.
Prepara las tazas, sirve la leche y raciona sobre un plato las galletas de su
tía que ya quedan pocas. Se sienta. En media hora tiene que tirar para la
fábrica.
Tras
diez años deshuesando aceitunas, ha ocurrido algo que aunque los curas lo
llamen milagro, sabe que para ellos va a ser una desgracia. Ella creía que con
su edad esas cosas ya no pasaban, pero debió poner más cuidados. Son dos faltas
y no hace falta que nadie le diga lo que pasa en sus entrañas. ¿Y ahora quién
va a mantener a su familia? Mira al marido que penosamente moja una galleta en
la leche y como un poco de líquido se le derrama por la boca.
Los
niños comen con ansias y por unos minutos quedan callados. Y en eso se acuerda de la letra de aquella “soleá”.
¡Pobrecillo del que es pobre
y come por manita ajena!
Siempre mirando a la cara,
si la ponen mala o buena.
Hace
poco me topé con la metáfora con la que Santa Teresa describía a las mujeres,
las llamaba “mariposas cargadas de cadenas”. Una formidable manera de
visualizar la situación de la mujer en la historia. Esas cadenas son el sistema
social y laboral, la desigualdad y el machismo del que penosamente aún hoy no
nos hemos liberado.
Como
buena muestra de ello se pueden resumir en esa conclusión tan abyecta de: <<Como una mujer quede embarazada,
tenemos un problema>>.
¿Por
qué cuando una mujer se queda embarazada es un problema? Supongo que será por
la baja maternal, quizá el posible desafecto hacia el trabajo o porque sus
horas se ocupan con un pequeño ser que requiere mucho de ella.
Hay
una ley de discriminación positiva que obliga a mantenerlas en el puesto de
trabajo y, en muchos casos, facilitar esa entelequia de la “conciliación”. Para
más inri ahí están las prácticas de contratación laboral de la dirección de
personal que dicen: “o antes de los veinticinco o después de los cuarenta”. -No
vaya a ser que quieran tener hijos.
Así
era la vida de aquellas mujeres andaluzas. Trabajadoras de nuestros pueblos, mal asalariadas, discriminadas
y maltratadas. Sobre ellas y sus derechos, me he tomado la licencia, peor o
mejor lograda, de escribir este episodio de lo que podría ser un momento en la
vida de estas mujeres. Pero así fue y,
desgraciadamente, continúa siendo.
Para
terminar, nos hacemos eco de la programación que el Área de la Mujer del
Ayuntamiento de Castilleja del Campo ha preparado con motivo del Día internacional
contra la Violencia hacia las
Mujeres.
Una
serie de talleres, teatro y actos culturales para dar visibilidad a este día
y concienciar a la población en general
de la importancia de apoyar esta causa y luchar para erradicar esta lacra
social. Actividades que finalizarán con la representación de la obra
“Contra-Tiempo”, el mismo día 25 de noviembre: DÍA INTERNACIONAL DE LA
ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.
Opinión del cronista 056.
Castilleja del Campo, jueves 23 de noviembre
de 2023