Por Juan C. Luque Varela, Cronista
oficial de la Villa
Noviembre,
que comienza con todos los santos y termina con San Andrés, es el mes que nos
trae el recuerdo de nuestros familiares difuntos.
También
en noviembre, sobre las 10 horas del día de todos los santos de 1755, sucede el
terremoto de Lisboa, una catástrofe que en nuestra localidad, además de afectar a
numerosas casas particulares, causó daños de consideración en varios edificios
religiosos: la ermita de San Miguel, la del Buen Suceso, extramuros de la villa
y la Iglesia parroquial que terminó, prácticamente, en ruina total.
Aquella
antigua iglesia de principios del siglo XVI que el visitador Joaquín Ussun la
definió, 50 años antes del terremoto, como “un edificio muy firme”,
no resistió en envite del seísmo de 1755.
Aprovechando
este mes y sus efemérides vamos a conocer las vicisitudes de la iglesia de San
Miguel Arcángel de Castilleja del Campo en el siglo XX.
Comenzando
el siglo, siendo párroco D. Manuel de Paz y Gómez, se cuelga la campana de
volteo de la cara oeste. Años después, en 1905 se colocan las barandillas de forja en la
capilla mayor y, para decorar el lateral
derecho, se cuelga el lienzo que representa la pureza de la Virgen, donado por D.
Juan Gamero, conde de las Atalayas. Finalmente se dota el púlpito de una escalera
metálica (anteriormente de madera).
La
solería de ladrillos de 1871 es sustituida, en 1917, por la que actualmente
luce la iglesia, según el inventario realizado a principios de los años veinte
por el párroco D. Felipe Rodríguez Sánchez, también en esa fecha se clausura,
cegándola con un muro, la puerta de poniente. Obra que se realizó para evitar que
la lluvia continuara anegando el templo.
En
el año 1947, debido al mal estado que presentaba la cubierta de la iglesia, se
acometen obras de importancia levantando los tejados de la misma. Se refuerza la
nave con tirantes, disimulados entre el artesonado y se reafirman los muros con
un zuncho de hormigón. Incrustadas en el mismo se dejan placas metálicas para
obras futuras. Para finalizar se vuelve a cubrir de tejas todo el edificio.
A
finales de 1962 la Comisión de fiestas de Ntra. Sra. del Buen Suceso y San
Miguel Arcángel, presidida por D. Miguel Luque Rodríguez, toma la decisión de
utilizar el dinero sobrante de las fiestas de aquel año en realizar una obra en
la capilla de la Virgen, consistiendo en la reparación de la cubierta, enfoscado y pinturas en general.
A
comienzos de la década de los setenta, siendo el párroco D. José Paloma Agut,
se construye el salón Parroquial y se renueva toda la instalación eléctrica,
obsoleta y caducada por su antigüedad./
Es
en la década de los años ochenta cuando se hace necesario reparar la torre de
los daños ocasionados por caída de un rayo. Se aprovecha dicha obra para pintarla toda de blanco, perdiéndose así
la tradición que hasta entonces se había
mantenido de blanco y rojo teja, y en otra época de blanco y ocre.
En
1983, la Comisión de fiestas de la época, presidida por D. Manuel Monje Luque, acomete
una importante obra de ampliación y reformas en la capilla de la Virgen del
Buen Suceso. Se trata de construir un ábside anexo a la misma, incorporando un
camarín donde alojar la imagen de la Virgen, cerrando el frente por una luna de
cristal sellada en el muro. El acceso al
mismo, por un lateral, se encuentra protegido con un cancel de hierro forjado.
En
este recorrido histórico por nuestra iglesia y las vicisitudes que ha soportado
hasta verla como está, recordemos las obras realizadas entre julio y diciembre
de 1997.
Siendo
párroco D. Ángel Antonio Failde Rodríguez se elaboró un proyecto para la
restauración integral de la iglesia que
ascendió a 13 millones de pesetas, de las que 4.700.000 fueron aportadas por el
arzobispado y el resto se consiguió gracias a las donaciones de los vecinos,
rifas, la venta de ejemplares del libro “Crónica de una Fiesta viva. Castilleja
del Campo, tres siglos de historia”, obra de Juan C. Luque Varela y un crédito
bancario.
Obras
que afectaron a toda la cubierta de la nave, capilla mayor, capilla del
Sagrario, capilla bautismal, sacristía y cuarto almacén. La capilla del Buen
Suceso, que no fue afectada por las obras al presentar buen estado de
conservación, sirvió de depósito de
algunas imágenes y enseres de culto.
El
proyecto fue adjudicado a la empresa de construcciones “Coagar” de Carrión de
los Céspedes, siendo el encargado de la ejecución Eloy Delgado.
Obra
que comenzó con el levantamiento de la
cubierta y picado perimetral del edificio, la caña de la torre y el cuerpo de
campanas.
Esta
empresa, a su vez, subcontrata la empresa de Castilleja del Campo, “Montajes y
Mantenimiento” de Jesús Delgado, que se
encargara de construir una
estructura metálica para la cubierta de la nave principal suspendida sobre el
artesonado de madera.
El
encalado y pintado del interior así como la limpieza hecha en profundidad, hace
resaltar la nueva puerta del cuarto de
los pasos. Una cancela de dos hojas y remate superior de medio punto fabricada en madera de sapelly y conformada
por palillera torneada, copia fiel de las existentes en las capillas
Sacramental y Bautismal. Obra realizada de forma gratuita por Miguel Luque,
citado anteriormente.
Los muros exteriores, la torre y todos los del
edificio fueron enfoscado y enlucidos de
nuevo. Finalmente se procedió a pintar todo el edificio, recuperando su estilo
en blanco y rojo teja, ofreciendo así su aspecto más tradicional e histórico.
Durante
el tiempo que duró la obra, la mayoría de los enseres, así como la Virgen de
los Dolores y la del Rosario, se custodiaron en la casa de Dª. Isabela Reinoso,
Madre de los hermanos Diego y Gonzalo Luque Reinoso. Otras Imágenes de menor
tamaño se distribuyeron por otras casas del pueblo. Todas las demás quedaron resguardadas, como anteriormente se
ha dicho, en la capilla del Buen Suceso, sellando con un tabique la entrada durante el transcurso
de las obras.
Mientras
tanto, los oficios religiosos se trasladaron al salón parroquial, permaneciendo
en este hasta el día 23 de diciembre del citado año de 1997. El siguiente día la
Misa del Gallo se celebró en el templo ya restaurado y terminado.
El
domingo 22 de febrero del año siguiente, S.E.R. Fray Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo
de Sevilla, presidió la liturgia de bendición tras la restauración de la
iglesia. Una solemne misa de acción de gracias concelebrada por párroco Rvdo. D. Ángel A. Failde, Vicario Episcopal
Ilmo. D. Ramón López, en la que estuvo presente D. Vicente Zaragozá Alcover,
Alcalde Presidente del Ayuntamiento local.
Los
cánticos del culto estuvieron a cargo de la Coral Polifónica de la Catedral de
Sevilla, gracias a las gestiones de mi querida amiga Maribel Cuevas Fernández, por
aquellos años componente de dicha coral.
El
mismo día, el Sr. Arzobispo de Sevilla, el Vicario Episcopal, el Arcipreste de Sanlúcar,
el Párroco y el Sr. Alcalde del Municipio, firmaron un acta para la historia de la Parroquia de San Miguel
Arcángel y de Castilleja del Campo.
Historia 086. Castilleja del Campo,
miércoles 15 de noviembre de 2023