martes, 14 de diciembre de 2021

VIVIENDO UNA NAVIDAD ENTRE VIRUS

 

Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

Despedimos un otoño seco que llegó con un rayo de esperanza por la mejoría de la pandemia. –Nuestro gozo en un pozo–, lo que parecía un mes de alegría por la caída de incidencias de Covid-19, se truncó en la última semana de noviembre con un repunte de casos positivos que no se conocía desde finales de Julio y el anuncio una nueva variante del virus, de nombre “Ómicron”. Entre unos y otros, auguraban la 6ª ola de contagiados. De esta guisa entramos en diciembre, mes con “puente”, el de la Constitución y la Inmaculada, y las fiestas de Pascua y  Noche-Vieja en la de despediremos este 2021, otro año funesto. 

Diciembre es también el mes de los símbolos. Cada día significa algo: una comida, un regalo, una carta, una felicitación. El mes para los recuerdos y las ausencias: el amigo o familiar que ya no está, que hace poco partió para siempre o que por estas fechas cumple años su falta. Son recuerdos que nos  dibujan la tristeza y la pena en un mes para la alegría.

No hace falta tener nada anotado que nos recuerde tal día, tal cosa o tal nombre, todo lo que necesitemos será avisado, con la puntualidad de la campana de la memoria. Es el repique de amor y ternura de diciembre, donde, una vez atravesado el  “puente”, nos encaminamos con esperanza para llegar a la Navidad. Festividad del amor donde las familias y  amigos vuelven para reunirse en nombre del Redentor. Y para celebrarlo aquí tienes un motivo de alegría: la programación de Navidad, nuevo año y Reyes.


Nada, ni los malos tiempos que atravesamos ante esta pertinaz pandemia, debe empañar la alegría, el optimismo, el amor y la felicidad en el seno de las familias, ante la llegada de la Navidad. Una Navidad que, como todo en el ciclo de la vida se repite cada año, es nueva como nuevo es el Niño que, según las escrituras, nacerá en la madrugada del 25 de diciembre. Nueva como  el año que comenzará una semana después y porque con ella renovaremos nuestras ilusiones y esperanzas ante la incertidumbre que nos deparará lo que esté por venir. 
Sin hacer elucubraciones ni predicciones de futuro, aprovecho la actualidad de las inminentes fiestas Navideñas para agradecer a  vosotros, vecinos locales, a los hijos de Castilleja del Campo que están ausentes y en general a todas las personas, por visitar esta ventana del Cronista que siempre estará abierta y a vuestro servicio.
Hablando de esta la entrañable Festividad, permítanme que este humilde cronista, aprovechando la ocasión, os desee unas Felices Pascuas de  paz y amor.

Opinión del Cronista 049

Castilleja del Campo, martes 14 de diciembre de 2021