miércoles, 17 de noviembre de 2021

CASTILLEJA DEL CAMPO, DE SEÑORÍO A MARQUESADO

 

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

De entre los documentos recientemente recuperados, se encuentra la escritura de compra de jurisdicción, de señorío y vasallaje de Castilleja del Campo por don Juan Ponce de León, abuelo de Tomás Ponce de León y Cueto de la Madrid. Transacción con la que Juan Ponce de León se autoproclamó Señor de la Villa, 47 años antes de que se nombrara el primer marques de Castilleja del Campo. Documento que, pasará a ser parte del libro: “Historia de Castilleja del Campo”, según el proyecto para la redacción del mismo.

Mientras esta noticia llega a buen puerto vamos a conocer, con una pincelada histórica, la rama de la familia  Ponce de León - Illescas.

Inés Ponce de León Illescas (Utrera 1561), hija de Alonso Ponce de León y de Isabel Illescas, por tanto, nieta de Alonso el Viejo; contrajo matrimonio en 1576 con Hernando Contador Dalvo (Málaga 1559). De este enlace nació Juan Ponce de León. Juan contrajo matrimonio con su doblemente prima Violante Dalvo, heredera del enlace Juan Contador e Isabel Núñez.

Visto lo anterior, toca descubrir algunos datos sobre este tipo de transacciones y las relaciones de vasallaje con su señor feudal.

El primer trámite para la compra de jurisdicción, de señorío y vasallaje era fijar la población aproximada de la villa que se pretendía adquirir y depositar el tercio de su valor, después se hacia la medición del término y el censo de la vecindad. Casi siempre el resultado era superior al calculado, porque los compradores tenían interés en rebajar la población presunta para disminuir el tercio adelantado.
El señorío territorial vendría a definir el poder de un señor sobre los hombres y tierras que se encontraban bajo su dominio eminente, mientras que el señorío jurisdiccional comportaría un ámbito mayor de dominio jurídico. El señor territorial tenía, en teoría, una vinculación más estrecha con la tierra, y su forma típica de extraer el excedente mediante prestaciones de trabajo, o pagos en especie o dinero (este ultimo de escasa circulación). Lo fundamental para el señor era la percepción de la renta de la tierra, cuyas vías de obtenerla eran innumerables, pues mediante un conjunto difuso de derechos señoriales conseguía gravar cualquier movimiento de la producción o aumentos de la prosperidad de los campesinos (derechos de paso, de pontazgo, de portazgo... por la explotación de los bosques, de los ríos y monopolios de molino, de tienda, de taberna etc.), a los que hay que añadir los cobros derivados de la jurisdicción (multas, penas de cámara y  todo tipo de impuestos cedidos por el rey).

La  villa de Castilleja del Campo salió a la venta, con la reticencia de muchos vecinos que estaban en contra la transacción, según consta en la escritura de compra, fechada el 5 de marzo de 1635. Finalmente, Juan Ponce de León, compraría al rey el señorío y vasallaje de Castilleja del Campo por 118.466 reales de plata y 6 maravedís con sus alcabalas y jurisdicción, accediendo así al señorío de la Villa. Tal y como, posteriormente, reflejaba su testamento, otorgado en 1636 a favor de su nieto Tomás Ponce de León. En esta fecha  el heredero, su nieto, contaba  tan solo 7 años de edad.

Don Tomás Ponce de León y Cueto de La Madrid, que nació en Puebla de los Ángeles, Perú en 1629, heredó el Señorío de Castilleja del Campo, según el testamento de su abuelo Juan. Tomás fue Caballero veinticuatro de Sevilla y accedió  a la orden de Santiago en 1677. Años después recibió un asiento de decreto, concedido por Carlos II, último Rey de los Asturias en España, el 8 de junio de 1682,  que le haría la merced del título de marqués. Así Castilleja del Campo pasó de Señorío a Marquesado. El título en principio no contemplaba que fuera vitalicio, aunque posteriormente se elevaría a hereditario ya que se completó la cantidad necesaria que permitiría convertirlo en transmisible. La compra del título nobiliario elevó definitivamente a la familia al estatus de los privilegiados, ya que con anterioridad habían subido varios peldaños que les llevaban a la cumbre de la consideración social.

Estos éxitos harían que, finalmente olvidados los pasados problemas con el Santo Oficio en generaciones atrás, se considerara la rama de los Illescas como una "Cassa ilustrissima en aquella Ciudad [de Sevilla], preciandose los primeros Caualleros de ella de tener su sangre" [1].

Don Tomás Ponce de León y Cueto de la Madrid se unió en matrimonio con doña Inés Contador de Albo el 6 de abril de 1650. Un año después nació su primogénito Juan.

En 1680, la consagración definitiva de los descendientes de Alonso de Illescas vendría determinada por la compra del marquesado de Castilleja del Campo [2], que les haría figurar en la cúspide de la consideración y los honores.
El primer marqués de Castilleja del Campo sobrevivió al nombramiento real solamente 5 años, falleciendo el 6 de febrero de 1685 (otras fuentes fechan su defunción en 1690). Su hijo, don Juan Ponce de León y Contador de Albo heredaría los títulos y estatus como II marques de Castilleja del Campo en 1685.

Muy lejanos quedaban los días en los que eran importunados por la Inquisición, tanto en Baena como después en Córdoba, y posteriormente en los juicios a los luteranos de Sevilla, y olvidados también los problemas que don Tomás y su hijo don Juan hubieron de solventar con ocasión de la instrucción de sus hábitos, sus descendientes lograron mimetizarse con gran fortuna dentro de la nobleza sevillana, de la mano del prestigioso linaje de los “Ponce” andaluces, olvidando un origen claramente más controvertido.

______________________

1. AHN, Consejos [Con], 4869, A. 1738, Exp. 5: Memorial Genealógico de los Caballeros Pinedas de Sevilla.
2.  AHN, Con, lego 2752, A 1680, nº 70.  Archivo General del Ministerio de Justicia, lego 510.

Historia 080. Castilleja del Campo, miércoles 17 de noviembre de 2021