Manos Unidas, 49
años en acción
Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Bajo
el lema: “El mundo no necesita más
comida, necesita más gente comprometida”, Manos Unidas nos llama a la solidaridad en esta Campaña 2017.
Aunque
la “ONG católica” Manos Unidas naciera en los años sesenta del pasado siglo XX,
sus inicios comenzaron años atrás con el manifiesto: “Declaramos la guerra al
Hambre”, publicado el 2 de julio de 1955 por la Unión Mundial de Organizaciones
Femeninas Católicas (UMOFC). En estas casi seis décadas Manos Unidas lleva
realizadas 58 Campañas contra el hambre
en el mundo y ha conseguido sensibilizarnos a todos sobre esta terrible lacra.
Actualmente
Manos Unidas de Sevilla, delegación a la que pertenece nuestro pueblo, está desarrollando 18 proyectos en diversos
ámbitos: agrícola, sanitario, educativo y promoción de la mujer. Para llevar a
cabo los proyectos de 2017, Manos Unidas de Sevilla necesita recaudar en 900.000 euros, cifra ligeramente inferior a
los 1.140.000 € que se recaudaron en la campaña de 2016.
Como
está establecido, el segundo domingo de febrero, se presentó en todas las
Archidiócesis de España el Día de Manos Unidas.
Un
año más Castilleja del Campo respondió a la convocatoria de la Campaña contra el hambre de Manos Unidas. Por un lado
en la colecta de la misa dominical y, posteriormente, en el evento “Bocadillo
Solidario” organizado por iniciativa de la Comunidad Parroquial. Así, el pasado
domingo día 5 de marzo los vecinos de esta localidad, como no podía ser de otra
manera, acudieron al recinto ferial respondiendo
a la llamada de Manos Unidas.
La
solidaridad demostrada por los ciudadanos de nuestro pueblo se hizo tangible
desde antes de esta fecha. Desde el momento que sus aportaciones dinerarias,
depositadas en los dos establecimientos de comestibles, se transformaran en
embutidos, quesos, chacinas y conservas que pasarían a rellenar los
<bocatas>. No montaditos o sándwich –como dicen los cursis-, sino
generosos bocadillos. También el
Ayuntamiento puso su granito de colaboración aportando un barril de cerveza y
cediendo las instalaciones para el evento.
La
Comunidad Parroquial, convocante de la campaña en la localidad, cuenta con el trabajo
y la dedicación organizativa de un grupo de personas (pocas y siempre las mismas)
comprometidas con la causa que, restándole horas a sus quehaceres y su
descanso, forman un voluntariado activo que desarrolla todo el trabajo.
Como
responsables de la logística, desde el día anterior comenzaron el montaje de la
infraestructura necesaria, aprovisionamiento de bebidas, botelleros,
mostradores y habilitaron el espacio que acogería al público asistente. Otras
personas elaboraban en sus casas tartas y bizcochos de variados gustos y
sabores, tortitas de aceite, dulces de galletas rellenos de chocolate,
torrijas, roscos de petacas, etc., que harían las delicias en la sobremesa.
Aunque
el domingo día 5 de marzo amaneció gris y con llovizna, no amilanó los ánimos
de los organizadores que continuaron preparándolo todo para el “Bocadillo
Solidario”. Una vez retirados de las
tiendas los alimentos, fruto de los donativos populares, a primeras horas de la
mañana los voluntarios y voluntarias nuevamente se reunieron para elaborar los
bocadillos, cortar los molletes de pan, rellenarlos con las viandas y, por higiene, envuelven y sellan
con un film trasparente. Finalmente los seleccionan según variedad, preparan las bebidas, etc., y
otros forran con manteles de papel las
mesas que dispusieron para atender al público. Ya todo estaba preparado, solo
faltaba la respuesta del los vecinos.
A pesar
del desapacible día y antes de la hora
prevista los organizadores tuvieron que
abrir las puertas del recinto para acoger a los más tempraneros. Justo a las
14:00 horas, que estaba prevista la
apertura, la climatología comenzó a mejorar dando una tregua que fue
aprovechada y animó a la asistencia de los vecinos para colaborar en la Campaña
2017 de Manos Unidas.
Después
de agotar un barril de cerveza se continuó con botellines, cerveza sin alcohol
y litros de refrescos. Todo ello, para que la solidaridad de los asistentes
pudiera <dar cuenta> de los
cuatrocientos bocadillos (tamaño XXL) que tenia elaborado la organización.
Sin
solución de continuidad los comensales pasaron del súper bocadillo al café y
las exquisiteces de la repostería local, para continuar con las copas en vasos
largos.
Según
información de la organización, que ante el mal tiempo temían una corta
asistencia, dicen que se ha contado con una buena participación.
Los
bocadillos no consumidos (entre setenta y ochenta) y otros tantos molletes se
los llevó una voluntaria al convento de
Santa Ángela de la Cruz, volviendo con el agradecimiento de esta comunidad.
La
acostumbrada solidaridad y la ayuda a los demás de los
vecinos de Castilleja del Campo se hace
patente una vez más con manifiesta notoriedad.
Finalizamos
esta crónica con la evolución de las aportaciones que la Comunidad Parroquial
de Castilleja del Campo envió a Manos Unidas en los últimos cinco años.
Año
2016: 1.933,40 €, año 2015: 1.961,54 €, año 2014: 1864,32, año 2013: 1.765,33,
año 2012: 1.754,66. Estas partidas son el resultado de los beneficios de las
<fiestas del bocata> y de las
colectas para Manos Unidas.
Crónica
095. Castilleja del Campo, lunes 6 de marzo de 2017