La tarde de los niños de Castilleja del Campo
Por Juan C. Luque Varela, Cronista Oficial de la Villa
Un niño no sería niño si no creyera en nada, si no esperara una sorpresa, si no sintiera una duda… El niño tiene que descubrir despacio, eso sí, igual que la luz ahuyenta la penumbra de la noche al amanecer y nos descubre la sorpresa del nuevo día. Si le damos todo hecho estamos acabando con el niño y su imaginación, esto es lo peor que les puede pasar a los niños. Con este pensamiento estamos ante la puerta del Ayuntamiento esperando la salida de los Monarcas de la ilusión.
A las 17:00 horas del jueves 5 de enero de este recién estrenado 2012 aparecen los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, encarnados por Leticia Muñoz Gil, Dolores Reinoso Muñoz y Raúl Rivera Luque respectivamente. Los tres pertenecen a la Comisión de la Cabalgata desde el año 2000 y en este año es la primera vez que figuran como protagonistas –bueno este año no se le puede llamar cabalgata aunque el fin es el mismo-. Da comienzo esta puesta en escena simple, sin Estrella de guía, sencilla pero, sin duda, imaginativa y peculiar, saludando al público infantil con una tirada de caramelos desde el porche del Ayuntamiento. A continuación ocuparon los asientos en un carruaje de caballos, tipo jardinera, hábilmente conducido por Juan Carlos Vázquez en el papel de Paje mayor: aquí la primera innovación y ruptura con las tradicionales carrozas de tracción mecánica. Siguiendo con la línea de abaratar costes, la clásica y bullanguera charanga fue sustituida por un vehículo municipal, que abría el cortejo alegrando el ambiente, con música y cantos navideños más acorde con lo que se representaba. En su recorrido, un nuevo recorrido por las calles y plazas, el carro real iba haciendo cortas paradas no para tirar sino repartir los pequeños juguetes –cuasi entregado en mano y de forma personal- a los niños y niñas que apenas dejaban discurrir con fluidez a sus Majestades de Oriente.
Mientras tanto y gracias al aviso que dio una jovencita, solo quedó en anécdota lo que pudo resultar un robo en la casa del vecino José Santos. Dos intrusos, aprovechando la ausencia de esta familia que acompañaba la Cabalgata, intentaron dejarlos “sin los reyes”.
La escenificación, totalmente diferente y novedosa obtuvo éxito por varias razones: la primera es la económica y lógicamente la consiguieron. Después y no menos importante la diversión infantil que, al fin y al cabo, es a quienes va dirigida. Los niños y niñas de Castilleja del Campo se volcaron con la comitiva, viviendo con intensidad una hora y media de mágicas emociones compartidas por la cercanía a sus tres personajes de la ilusión. ¿Que pensarían sus lindas cabecitas en el sueño esperanzador del día después? Y, finalmente, la participación y acompañamiento masivo de jóvenes y también de mayores. También el reparto justo y bien aprovechado de cada juguete, cada regalo y cada caramelo, demuestra que este nuevo formato ha sido bien acogido. Enhorabuena a la Comisión.
Al llegar a la plaza de la iglesia y tras la presentación ante el Belén Parroquial, los Reyes Magos ocuparon sus tronos a pie del campanario, como es tradición desde hace cuarenta años, para repartir los últimos regalos y juguetes a los niños, niñas y a toda persona que en el pasado año tuvieron buen comportamiento. No quiero describir más, no quiero cansar al lector, os remito a la <Galería de imágenes> que aporta el mejor documento a lo dicho. Aunque no puedo dejar pasar, porque es digno de mención, el eficiente servicio de limpieza que, actuando inmediatamente detrás de la comitiva, recogían los caramelos abandonados, bolsas de plástico y papel arrojado a la vía pública.
Soy testigo del cambio de impresiones que mantuvieron los tres reyes con los otros dos componentes de la Comisión, Manuel Vicente y Modesto, para valorar el resultado de esta Cabalgata y donde se plantearon, siguiendo en la misma línea, aumentar en cuatro el número de carruajes para el próximo año. Ánimo y adelante, las niñas y niños de Castilleja del Campo se lo merecen.
Crónica 021. Castilleja del Campo, sábado 7 de enero de 2011