TEJADA Y EL ALJARAFE
Por Juan Carmelo Luque, Cronista Oficial de la Villa.
En principio y si partimos de la configuración geográfica del Aljarafe actual, Talyata, como era conocida Tejada en la época musulmana, no formaría parte de dicha comarca. No obstante, hay suficientes motivos para considerar que, desde el punto de vista administrativo, Talyata quedaba fuera del distrito del Aljarafe; aunque estaba integrada dentro de la comarca geográfica del mismo nombre, cuya extensión era superior a la demarcación administrativa. La definición más amplia del Aljarafe es la de al-Idrisi, quien le otorga una extensión mucho mayor que en nuestra época, integrando en él todo el espacio que se extiende desde Sevilla a Niebla, abarcando el Campo de tejada y la comarca del Condado. Este autor considera la extensión del Aljarafe en 40 millas y su anchura en 12 millas.
Partiendo de este concepto geográfico, podemos explicar la existencia de referencias que incluye a Talyata dentro de los límites del Aljarafe. A.Tahiri, en su obra “Agricultura y poblamiento”, señala la anexión del distrito de al-Basal al del Aljarafe. La más antigua de dichas referencias está fechada en 1144 y se relaciona con los sucesos de la “fitna” que marca la transición entre los gobiernos almorávide y almohade, narrando como al-Mundir, partidario del rebelde Ibn Qasí de Mértola se apoderó de Aznalcazar y Talyata “distritos del Aljarafe sevillano”.
La primera aparición de Talyata en la historia andalusí se refiere a los acontecimientos que tuvieron lugar en diversas localidades y poblaciones a mediados del siglo lX, cuando los normandos asaltaron y saquearon amplias zonas del Suroeste peninsular, desde Lisboa hasta Sevilla. Las crónicas narran el ataque de los normandos en el año 844 sobre Sevilla y, entre otros, señala a Talyata como uno de los lugares vinculados a dicha incursión. Tras las noticias sobre la incursión normanda y los episodios de la “fitna” en el siglo lX, el periodo comprendido entre los siglos X y Xl, dominado por el califato, las taifas y el gobierno almorávide, es la época en que Talyata está menos historiada. Será a partir de la mitad del siglo Xll cuando recupere cierto protagonismo por acontecimientos de diversa naturaleza, sobre todo los relacionados al momento de la transición entre el dominio almorávide y el almohade, caracterizado por su gran inestabilidad. Talyata se vio envuelta en los vaivenes propios de aquella situación y, por otra parte, por las incursiones cristianas de las que fue objetivo prioritario, como prólogo a su conquista final por los cristianos a mediados del siglo Xlll, tras la cual experimentó una profunda decadencia que le conduciría a su definitivo despoblamiento.
Al igual que otros hechos, la conquista cristiana de Talyata tampoco está exenta de discrepancias entre los autores que se han aproximado a este episodio. El más completo, pero no por ello el más preciso, es el testimonio de la “Crónica de Alfonso X”. Este documento atribuye la conquista de Tejada al rey sabio, al igual que la toma de Niebla, para afianzar la seguridad y defensa de la recién conquistada Sevilla. La Crónica no fecha los hechos y se limita a indicar que Tejada (Talyata) era gobernada por un rey llamado Hamet.
Los cuatro distritos del Aljarafe: Aznalcázar, Aznalfarache, Sanlúcar y Tejada fueron repartidos con Sevilla. Inicialmente Tejada estaba destinada a mantener su condición de centro comarcal, tanto es así que fue uno de los cinco pueblos del cillero real, junto a Alcalá de Guadaira, Alcalá del Río, Aznalcázar y Sanlúcar.
Julio González, en su obra “Repartimiento de Sevilla” (Madrid 1951) cita una nómina de los 50 caballeros y 70 peones, pobladores de Tejada, a los que se le asigna propiedades de varias alquerías: Antugena, Castilla Abençameit, (topónimo de la que hoy es nuestra Castilleja del Campo) Bilbiana, Cocaena, Escacena, Mucina, Paterna y Zufre. Pese a esta aportación Tejada comenzó a despoblarse y no superó el impacto que supuso la conquista cristiana, desencadenando en un lento pero imparable declive que conduciría a su definitivo abandono en los primeros años del siglo XVl, hasta convertirse en un campo de pasto en beneficio de algunas de las citadas alquerías a las que pasaron la población y así se convirtieron en pueblos, como es el caso de Castilleja del Campo.
La andalusí Talyata no tuvo continuidad en la cristiana Tejada.
Los datos históricos aquí vertidos fueron extraídos del trabajo de García Sanjuán, Alejandro, “Evolución histórica y poblamiento de Talyata durante la época musulmana”. Archivo Hispalense, tomo 85, nº 259-260. 2002. Diputación Provincial de Sevilla.
Historia 002. Castilleja del Campo, 02.09.2011