Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
El
pasado fin de semana, 1 y 2 de febrero 2025, el Centro Cultural
María Moliner acogió el nuevo trabajo del Taller de Teatro de Castilleja del
Campo. Un grupo de aficionados que llevan montadas 11 obras, entre dramas y comedias, desde el comienzo de su trayectoria en junio
de 2012.
Desde
entonces, han sido muchos los buenos momentos que nos ha dejado, gracias a las aportaciones de los actores, actrices y el resultado final
de las obras estrenadas. Entre todos han
conseguido lo verdaderamente importante:
el éxito como mérito a una labor de equipo.
Antes
de la representación la directora, Cynthia Luque, se dirigió al
público para agradecer su asistencia y hacer una introducción sobre la obra que
se iba a presentar.
<<Llegar
hasta aquí ha sido una carrera de obstáculos. A una semana del estreno de este
montaje tuvimos que cancelar por enfermedad de uno de los actores y al
retomarlo meses después, otras enfermedades
provocaron las sustitución de más personajes. Esto conlleva, a los nuevos
actores y actrices, tener que realizar un esfuerzo titánico para ponerse al
nivel de sus compañeros. Un trabajo tremendo de texto y ensayos para lograr, en solo dos meses, lo que
hizo el grupo en siete.
Hoy
os presentamos por fin esta obra, compleja en todos los sentidos, tanto por la
extensión de los textos como la dificultad de representar unos personajes
extremos, complejos y absurdos, complicados de abordar para actores no
profesionales>>.
<<Yo
creo -continuó diciendo Cynthia- que esta ha sido la obra más difícil de las
que hemos montado en estos 13 años, como
difícil fue también la obra “Historia de una escalera”. En ella se
recorrían 20 años en la vida de los personajes. Este paso del tiempo había que
hacerlo notar, tanto en la interpretación como en el vestuario y el maquillaje
de los actores. Aquel fue un drama y lo que vamos a representar es comedia. Digo esto porque es más difícil hacer reír que hacer llorar.
Hoy nos
enfrentamos a una comedia de enredos compleja, cuyo montaje, que ha sido todo un
reto, lo hemos conseguido gracias al maravilloso elenco de actores y actrices que han hecho un magnífico trabajo
para llegar a este nivel. Espero que disfrutéis y premiéis su trabajo con
vuestros aplausos>>.
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Este
año la obra, con el título “La casa embrujada”, no es ni más ni
menos que el resultado de la adaptación de un libreto escrito por el dramaturgo
español Enrique Jardiel Poncela en 1942. Una comedia alejada del humor
tradicional, que se acerca a otro más intelectual
e inverosímil, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el
teatro español de la época. Esto le supuso ser atacado por parte de la crítica
de su tiempo, ya que su ironía hería sentimientos sociales y políticos y abría
un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas. A pesar
de ello y de su fallecimiento a los 50
años, el paso del tiempo no ha hecho más que acrecentar su figura y sus obras
siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado, además, numerosas
películas basadas en ellas.
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La
comedia “La casa embrujada” ha resultado difícil de montar tanto por la
complejidad de sus personajes como por la diversidad de lenguajes utilizados y
donde se suceden situaciones disparatadas. -Como apuntaba la directora en su
intervención-. Un extraordinario juguete cómico que Cynthia ha sabido manejar a la perfección con la
colaboración y la respuesta de sus actores y actrices. Aficionados que tienen
en común lo más importante: un inmenso amor por el teatro. Un elenco formado
por:
Antonio
Gómez (primito), Ramona Luque, Pilar Mª Moreno y Yolanda Fernández (Yoli). Manolo
Cabello, Nena Monge, Alicia Gómez y Carmina Muñoz. Narciso Luque (Narci), Marga
Mateos y Leonor Reinoso (Leo). Julio Valencia, Soledad Marín (Sole) y Cecilia
Conde. Juan Carlos Gómez, Isabel Moyano
(Isa) y la niña Lucía Lazcano.
Fotografía:
Fran M. Rivera, iluminación y efectos de sonido: Luis Eduardo Gil-Bermejo.
Adaptación
y dirección: Cynthia Luque Sáez.
Una
locura de función motivada también por los frecuentes y rapidísimos cambios de
escena, y por la celeridad inaudita con que los actores se mueven dentro y
fuera del escenario. Unas escenas por las que circulan descabezados, locos,
fantasmas y secuestrados. Gentes con aparentes pocas luces y unos cuantos
personajes más que no paraban de hacer las delicias y arrancaban las carcajadas
del respetable que llenó la sala del Centro Cultural María Moliner.
La
representación de esta obra destaca, entre otras presentadas por el Taller de
Teatro Municipal, por el dinamismo, la continuidad entre escenas, los registros
y la fluidez de los diálogos. El trabajo de estos actores y actrices, tanto en
los papeles principales como en los de reparto, ha sido tan bueno que necesitaríamos un artículo aparte para
hablar del trabajo realizado por cada uno de ellos y ellas.
Resumiendo,
esta ha sido una genial interpretación
coral, y así lo vio un público que
premió el trabajo del elenco con aplausos entre actos y con una larga ovación
final. Con esto todo está dicho. Mejor aún: el público lo ha dicho.
Tenemos
los actores, el espacio escénico y el público, solo falta que la continuidad de
este grupo de aficionados, su directora y el Centro Cultural María Moliner, que
han sentado definitivamente las bases, continúen promocionado la cultura del teatro
creando futuros montajes como este. Un regalo que el Grupo de Teatro nos ha
obsequiado a todos los aficionados a las
artes escénicas.
Crónica
216.
Castilleja
del Campo, miércoles 5 de febrero de 2025