Por Juan
Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Por
estar ausente el día 5 de enero no pude dejar registro para los anales de
nuestro pueblo de la cabalgata de Reyes 2024. Para compensar esta pérdida
merece la pena recordar una tradición que inició su singladura en 1972.
Para ello, vamos a sacar a la
luz el trabajo realizado por aquellos tres amigos, pioneros y fundadores de la
Cabalgata de Reyes Magos de Castilleja del Campo. Antonio Luque Gómez (guardia
municipal), Eduardo Rodríguez Mantero y Lutgardo Herrero Rodríguez (por
aquellos años presidente de la comisión para las fiestas patronales).
Estas tres personas, de forma espontánea e imprevista, gestionaron el
vestuario más adecuado: prendas, pelucas, accesorios y complementos; llegando a
adaptar para las capas reales cubrecamas de diferentes colores, según la figura
representada. Al joven Antonio Rodríguez (Antonio de Rita), le encomendaron el
diseño y confección de las coronas para Melchor y Gaspar. El turbante para el monarca Baltasar
fue obra del artista local Macedonio Rodríguez Escobar.
Así, en la tarde-noche de aquel
miércoles día 5 de enero de 1972,
Antonio Luque (Melchor), Lutgardo
Herrero (Gaspar) y Eduardo Rodríguez (Baltasar), precedidos por la Estrella de
guía, la jovencísima María José Rodríguez Herrero (sobre12 años de edad), conformaron
la primera e histórica Cabalgata de Reyes Magos que desfiló por nuestro pueblo.
Los cuatro componentes principales
de la cabalgata, que discurrían montando briosos caballos, hicieron las delicias de los niños y colmaron las ilusiones de los padres con
este novedoso evento que abrió los ojos de la sorpresa en el vecindario. Niños, jóvenes y mayores, que
acompañaban el cortejo, llenaron calles
y plazas de una inusual y alegre algarabía. Eran los Reyes Magos de Castilleja
del Campo.
Finalizado el recorrido por las
calles del pueblo, sus majestades ocuparon los tronos dispuestos en la plaza de
la iglesia, bajo el incomparable marco de la torre campanario, para repartir
los últimos regalos a todos los niños y
niñas.
Antonio Luque, Lutgardo Herrero
y Eduardo Rodríguez, pioneros desde el año anterior, repitieron en 1973. Nuevamente
organizaron y pusieron en las calles la recreación de los magos de Oriente. Una comitiva totalmente renovada y con importantes incorporaciones. Por un lado
dando paso a jóvenes, como Amparo Jesús
Monge Cabrera para la figura de la Estrella de guía y al estudiante José
Antonio Paz Rodríguez para cubrir la vacante que dejó Eduardo. Por otra parte ampliaron la puesta en escena con una carroza recreando
el nacimiento, pintada y decorada por Macedonio Rodríguez y un charré para las damas reales. Cerrando la comitiva un
tractor con parihuelas para el transporte de jóvenes, aunque no todos ataviados
para la ocasión.
La Cabalgata quedo configurada de la siguiente manera: abriendo
el cortejo la Estrella de Guía personificada por Amparo Jesús Monge. En la
figura de Melchor repitió Antonio Luque, a Gaspar lo representó el joven José Antonio
Paz y el mago Baltasar fue recreado por
Lutgardo Herrero, fundador que el año anterior representó a Gaspar.
Por su lado, Eduardo Rodríguez
Mantero, que el año anterior personificó al negro Baltasar, fue el conductor
del tractor que tiraba de la carroza que
escenificaba aquella bella estampa de Navidad: el nacimiento de Jesús de Nazaret. Un Belén viviente representado por la niña María
Victoria Luque Luque, en el papel de la Virgen María y el niño Jorge Cuevas
Fernández representando a San José (entre ambos apenas sumaban 11 años de edad).
Misterio que se acompañaba de niños y niñas figurando a los pastores. Esta
novedosa incorporación posiblemente desfilaría detrás de la Estrella y era precedida
de los tres reyes.
Tanto los Reyes como la
Estrella, que desfilaron montados en caballos como el año anterior, recorrieron
calles y plazas con parada en los bares
del “prado”, como delatan algunas fotografías, tras de ellos podríamos aventurar que
desfilaría el charré con las cuatro
jóvenes damas: Ramona Luque Moreno, Guadalupe Sánchez Romero, Mª Luisa Escobar
Moreno y Mariló Rodríguez. Cerrando la comitiva los vehículos con parihuelas
que resolvían el transporte de otro
jóvenes acompañantes.
Estos son los pocos datos que
hemos rescatado en las entrevistas realizadas sobre los inicios de los Reyes
Magos. Con ellos y la documentación gráfica que se acompaña podemos asegurar
fehacientemente que a principios de la década de los años setenta del siglo XX
se instituyó la tradición, cada 5 de
enero, de representar la adoración de los Reyes Magos por las calles de nuestro
pueblo. Una Cabalgata que aumentó la participación de personajes y vehículos,
pero que tal como nació el año anterior y repitió en 1973, paso a la historia,
dado que, en los dos años siguientes no se repitió la novedosa y popular
actividad. Pasados estos años, unos jóvenes, retomando el varado testigo que dejaron los pioneros,
sacaron una atípica cabalgata en 1976,
que tuvo su continuidad en los años
siguientes.
Para terminar vamos a recordar
una anécdota que nos transmitió José Antonio Paz en una amena entrevista donde
recreó sus vivencias de aquellos días de preparativos para los Reyes Magos.
<<En
el SEAT 600 que tenía Antoñito el municipal (Antonio Luque), Lurgardo Herrero y
él, me llevaron a Sevilla para comprar los caramelos. El dinero que como
componente del cortejo me correspondía aportar me lo dio, lógicamente, mi
padre. Yo, como era estudiante, no tenía
“ni un duro”. A mí me extrañaba que me dejaran en el asiento de atrás, mientras
que Lutgardo ocupaba el asiento del copiloto en el que no cabía. Cuando
llegamos a “Ricardo Mauri”, mientras cargábamos las bolsas de caramelos en el
asiento trasero, comprendí por qué viajaba delante: el coche no tenía espacio
para que él y los caramelos. Total, que la vuelta la hicimos igual: yo en el
asiento de atrás, pero esta vez, cubierto con las bolsas de caramelos>>.
Costumbres y tradiciones 085.
Castilleja del Campo, lunes 15 de enero de
2024