lunes, 15 de enero de 2024

UNA TRADICIÓN CON MÁS DE MEDIO SIGLO

 

Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa 

Por estar ausente el día 5 de enero no pude dejar registro para los anales de nuestro pueblo de la cabalgata de Reyes 2024. Para compensar esta pérdida merece la pena recordar una tradición que inició su singladura en 1972. 

Para ello, vamos a sacar a la luz el trabajo realizado por aquellos tres amigos, pioneros y fundadores de la Cabalgata de Reyes Magos de Castilleja del Campo. Antonio Luque Gómez (guardia municipal), Eduardo Rodríguez Mantero y Lutgardo Herrero Rodríguez (por aquellos años presidente de la comisión para las fiestas patronales).

Estas tres  personas, de forma  espontánea e imprevista, gestionaron el vestuario más adecuado: prendas, pelucas, accesorios y complementos; llegando a adaptar para las capas reales cubrecamas de diferentes colores, según la figura representada. Al joven Antonio Rodríguez (Antonio de Rita), le encomendaron el diseño y confección de las coronas para Melchor y  Gaspar. El turbante para el monarca Baltasar fue obra del artista local Macedonio Rodríguez Escobar.


Así, en la tarde-noche de aquel miércoles día  5 de enero de 1972, Antonio Luque  (Melchor), Lutgardo Herrero (Gaspar) y Eduardo Rodríguez (Baltasar), precedidos por la Estrella de guía, la jovencísima María José Rodríguez Herrero (sobre12 años de edad), conformaron la primera e histórica Cabalgata de Reyes Magos que desfiló por nuestro pueblo.
Los cuatro componentes principales de la cabalgata, que discurrían montando briosos  caballos, hicieron las delicias de los niños  y colmaron las ilusiones de los padres con este novedoso evento que abrió los ojos de la sorpresa en el  vecindario. Niños, jóvenes y mayores, que acompañaban el cortejo,  llenaron calles y plazas de una inusual y alegre algarabía. Eran los Reyes Magos de Castilleja del Campo.
Finalizado el recorrido por las calles del pueblo, sus majestades ocuparon los tronos dispuestos en la plaza de la iglesia, bajo el incomparable marco de la torre campanario, para repartir los últimos  regalos a todos los niños y niñas.


Antonio Luque, Lutgardo Herrero y Eduardo Rodríguez, pioneros desde el año anterior, repitieron en 1973. Nuevamente organizaron y pusieron en las calles la recreación de los magos de Oriente. Una comitiva totalmente renovada y con importantes incorporaciones. Por un lado dando paso a jóvenes, como  Amparo Jesús Monge Cabrera para la figura de la Estrella de guía y al estudiante José Antonio Paz Rodríguez para cubrir la vacante que dejó Eduardo. Por otra parte  ampliaron la puesta en escena con una carroza recreando el nacimiento, pintada y decorada por Macedonio Rodríguez y un charré  para las damas reales. Cerrando la comitiva un tractor con parihuelas para el transporte de jóvenes, aunque no todos ataviados para la ocasión.
La Cabalgata  quedo configurada de la siguiente manera: abriendo el cortejo la Estrella de Guía personificada por Amparo Jesús Monge. En la figura de Melchor repitió Antonio Luque, a Gaspar lo representó el joven José Antonio Paz y  el mago Baltasar fue recreado por Lutgardo Herrero, fundador que el año anterior representó a Gaspar.


Por su lado, Eduardo Rodríguez Mantero, que el año anterior personificó al negro Baltasar, fue el conductor del tractor que tiraba de la  carroza que escenificaba aquella bella estampa de Navidad: el nacimiento de  Jesús de Nazaret. Un  Belén viviente representado por la niña María Victoria Luque Luque, en el papel de la Virgen María y el niño Jorge Cuevas Fernández representando a San José (entre ambos apenas sumaban 11 años de edad). Misterio que se acompañaba de niños y niñas figurando a los pastores. Esta novedosa incorporación posiblemente desfilaría detrás de la Estrella y era precedida de los tres reyes.
Tanto los Reyes como la Estrella, que desfilaron montados en caballos como el año anterior, recorrieron  calles y plazas con parada en los bares del “prado”, como delatan algunas fotografías,  tras de ellos podríamos aventurar que desfilaría el charré  con las cuatro jóvenes damas: Ramona Luque Moreno, Guadalupe Sánchez Romero, Mª Luisa Escobar Moreno y Mariló Rodríguez. Cerrando la comitiva los vehículos con parihuelas que resolvían  el transporte de otro jóvenes acompañantes.


Estos son los pocos datos que hemos rescatado en las entrevistas realizadas sobre los inicios de los Reyes Magos. Con ellos y la documentación gráfica que se acompaña podemos asegurar fehacientemente que a principios de la década de los años setenta del siglo XX se instituyó  la tradición, cada 5 de enero, de representar la adoración de los Reyes Magos por las calles de nuestro pueblo. Una Cabalgata que aumentó la participación de personajes y vehículos, pero que tal como nació el año anterior y repitió en 1973, paso a la historia, dado que, en los dos años siguientes no se repitió la novedosa y popular actividad. Pasados estos años, unos jóvenes, retomando  el varado testigo que dejaron los pioneros, sacaron una atípica cabalgata  en 1976, que tuvo su continuidad en los  años siguientes.


Para terminar vamos a recordar una anécdota que nos transmitió José Antonio Paz en una amena entrevista donde recreó sus vivencias de aquellos días de preparativos para los Reyes Magos.
<<En el SEAT 600 que tenía Antoñito el municipal (Antonio Luque), Lurgardo Herrero y él, me llevaron a Sevilla para comprar los caramelos. El dinero que como componente del cortejo me correspondía aportar me lo dio, lógicamente, mi padre. Yo, como  era estudiante, no tenía “ni un duro”. A mí me extrañaba que me dejaran en el asiento de atrás, mientras que  Lutgardo ocupaba el asiento  del copiloto en el que no cabía. Cuando llegamos a “Ricardo Mauri”, mientras cargábamos las bolsas de caramelos en el asiento trasero, comprendí por qué viajaba delante: el coche no tenía espacio para que él y los caramelos. Total, que la vuelta la hicimos igual: yo en el asiento de atrás, pero esta vez, cubierto con las bolsas de caramelos>>

Costumbres y tradiciones 085.

 Castilleja del Campo, lunes 15 de enero de 2024