Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
El
Corpus Christi 2023 pasará a la historia de la Hermandad del Santísimo
Sacramento, San Miguel Arcángel y Ntra. Sra. del Buen Suceso y a la memoria de todos
los castillejinos, por el traslado de la procesión del Corpus del jueves al
domingo día 11 de junio, por mor de un frente lluvioso.
Si
la fiesta del Corpus Christi se remonta al siglo XIII y, desde entonces, se
celebra el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, la procesión
la estableció el papa Nicolás V en 1447. Esta festividad de religiosidad
popular es la más antigua que se celebra en Castilleja del Campo. Se remonta al
siglo XVII, según está documentado en el archivo parroquial, y desde entonces,
en nuestro pueblo se celebra en jueves, hoy como antaño.
Aún
así, se pueden contar algunas excepciones. Que recordemos, en el pasado siglo
fueron varias las mañanas de Corpus que la inclemencia meteorológica obligó a
celebrar la procesión por la tarde del mismo jueves, (como documenta la imagen
de cabecera) o al domingo siguiente como el caso de este año.
Este
2023, que también pasara a la historia por la pertinaz sequía, a dos semanas de
la estación estival, una borrasca de nombre “Óscar” entró el martes antes del
Corpus por el Atlántico con previsiones de abundante lluvia para el jueves.
Esto obligó a posponer al domingo la celebración de la salida procesional. Y no
pasó nada ante este cambio de fecha. Bueno sí, que el frente trajo consigo agua
de vida y riqueza que fue bienvenida, aunque solo haya supuesto una mínima
cantidad dada la escasez en los embalses.
Por
lo demás, el Dios de jueves festivo ha pasado este año a ser Dios dominical,
gracias a los “chaparrones de mayo” que cayeron en junio. Un Dios que andaba
por la calle bajo un palio portado por seis hombres, encontrándose en muchos
sitios, como cualquier otra mañana de
jueves de Corpus. Y aunque este
año la procesión haya sido en domingo, hemos vivido un Dios que se veía,
se sentía y se oía, como en cualquier otro jueves.
Para
la tradición nada ha cambiado, solo ha sido una incidencia sin más. Por ello,
antes del atardecer del día anterior, en muchas casas se adivinaba el trajín de
macetas, de colchas, de reposteros y de motivos religiosos para el altar. Después,
con la ayuda de alguna vecina, trasladaron las mejores plantas de los patios
para embellecer esa parada para el Cuerpo de Cristo. Cinco han sido los altares
levantados este año, además del altar que la Hermandad instala al pie de la torre
campanario de la parroquia en una mañana de Corpus como cualquier otra.
En
esta procesión se han echado en falta los matices del campo, quizá debido a la
sequía, como la olorosa alfombra de juncia y romero que conformaba el recorrido
y la verde escolta de ramas de eucaliptos y álamos en las fachadas. Lucimiento
que algunas vecinas consiguieron gracias al exorno con macetas de aspidistras,
colocasias y otras plantas decorativas colocadas delante de sus casas. Todo
ello sin alterar el profundo arraigo de religiosidad popular de la procesión
ni, por supuesto, el espíritu de la festividad cristiana del Santísimo
Sacramento.
Porque este pueblo sabe lo que hace,
lo sabe porque siempre lo ha sabido,
así es desde los siglos de los siglos
porque lo quiso Dios y así le place.
Que cuando el Señor sale por su pueblo
en primavera, tardes o mañanas,
lo anuncian de la Iglesia las campanas
de la mano de una hermandad con anhelo.
Como
es tradicional, sea en jueves o domingo de tarde o de mañana, el recorrido hizo su primera parada en la
calle Buen Suceso ante el altar de Emilia Monge; para continuar camino del que
preside el monumento de la Cruz del
Plato, montado por Miguel Ángel y algunas vecinas. La siguiente oración fue en
el altar de la familia Rivera Luque. -Desde aquí nuestro deseo de recuperación
para Francisco Manuel Rivera y Miguel Ángel Rodríguez, del accidente que ambos sufrieron
camino del Rocío. Hermano Mayor y Tte. Hno. Mayor respectivamente, de la Hermandad Sacramental
de San Miguel Arcángel y Ntra. Sra. del Buen Suceso.
En
la calle Antonio Machado, una vez pasado el Ayuntamiento, la procesión llegaba
a altar de Isabel Fernández (Isabelita
de Casildo); y de allí, bajando por Cuatro de Diciembre, al altar de Antonio Rodríguez (de Rita). Un
encuentro entrañable con los mayores de la zona que esperaban, en cercanía, la
visita del Dios de la Eucaristía.
Finalmente,
la comitiva subió por la Avda. Constitución para llegar a la plaza de la
Iglesia. Allí, el párroco D. Manuel Martin Riego impartió la bendición final a
todos los feligreses y acompañantes, con su Divina Majestad. Este ha sido un
paréntesis sin consecuencias para la tradición de celebrar la procesión del
Corpus Christi en Castilleja del Campo.
Crónica
189. Castilleja del Campo, martes 13 de junio de 2023