Fin del curso 2016-2017
Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Como
viene siendo costumbre el Taller Municipal de Baile Flamenco, que para este año
contó con 34 alumnas divididas en cinco grupos, presentó su espectáculo final
de curso, con una muestra práctica de las enseñanzas adquiridas.
El
día 23 del pasado junio, el Centro Cultural María Moliner se puso el mantón de
manila para acoger en las tablas de su teatro, el ritmo, el baile y el arte flamenco
que derrochan las alumnas del taller que dirige Alicia Gómez Monge, también
profesora del curso. La presentación del mismo corrió a cargo de las hermanas
Monge Gómez, Ana María y Rocío. –Un acierto de Alicia al contar con estas dos
hermosuras para conducir el espectáculo-.
Las
jóvenes presentadoras comenzaron dando la bienvenida a los familiares y demás
seguidores que abarrotaban el aforo de la sala, en nombre del alumnado que
presentaba sus trabajos. Y continuaron
diciendo:
<<Nos
citamos un año más en el mes de junio, tras 10 años consecutivos de revuelo de
volantes. Por lo tanto, estamos en el aniversario de una década de trabajo que
comenzó como un proyecto nuevo en
nuestro pueblo. Por aquellos años, el Ayuntamiento de Castilleja del Campo
ofreció este proyecto al grupo de baile “Al-Saraf”, de Sanlúcar la Mayor (grupo
donde bailaba Alicia), con el compromiso, en el que Raúl Rivera Técnico de
Cultura, hizo especial hincapié, de que Alicia sería la persona que coordinara
dicho Taller>>.
Dicho
esto –continuaron las presentadoras- abrimos
el espectáculo con un pasodoble a cargo de dos grupos de las pequeñas.
Y
se abrió el telón para inaugurar esta exhibición de arte, dando paso a un encantador
cuadro de baile Un grupo mixto con niñas de Castilleja y Carrión, de 3 a 5 años de edad, que llenaron
el escenario, no por la talla de su corta edad, sino por la gracia que derrochaban vestidas de mantillas a sus
angelicales pocos años. Otro grupo de 6 a 8 años, terminó de llenar la escena.
El
aplauso del respetable, que comenzó desde el mismo momento que la niñas
salieron a las tablas y continuó hasta que, tras el saludo final, las niñas se
despidieron. La noche se presagiaba alegre y entretenida.
En
segundo lugar, el grupo de medianas, unas niñas de 10 a 13 años que se marcaron unas
“Cruzadas”. Un baile que parece simple cuando se interpreta pero que hasta llegar a dominarlo resulta algo
laberíntico, -asegura Alicia que nos cuenta la siguiente anécdota-.
<<Incluso
teniéndolo aprendido, a muchas alumnas les cuestan evitar la risa y en muchos casos la carcajada, en los
momentos de los encuentros cruzados. Esto ha estado ocurriendo hasta los últimos
ensayos>>.
El
resultado final fue un bonito baile muy aplaudido.
Con
un conocido tango del grupo “El Barrio”,
las alumnas veteranas del Taller, que siendo considerado como el grupo de
adultas, la media de edad ha bajado en el presente curso, ya que sus
componentes tienen 14, 17, 29 y 36 años.
El cuadro de baile, en el que interviene la profesora, hizo una intervención con
el estilo, la técnica y soltura que las caracterizan. Como de costumbre, un
arrasador aplauso premió el trabajo de un grupo que no necesita más adjetivos.
El
baile más popular y más nuestro, que ha
pasado de generación en generación, de padres a hijos y perdurará siempre, es
sin duda alguna el baile por “Sevillanas”. En el caso que nos atañe y porque
son alumnas de muy corta edad, su aprendizaje resulta algo, complicado, pesado y cansado para ellas.
Tras
muchas horas de trabajo el grupo de iniciación a las “Sevillanas”, que solo
interpretaron “La Primera y La Segunda”,
dejó sobre el escenario lo que este estilo de baile desprende: alegría y
diversión. Al finalizar los aplausos reivindicaron lo dicho.
A
continuación un baile interpretado por dos grupos unidos. Uno, que se estrena
este año, compuesto de niñas del vecino pueblo de Carrión de los Céspedes y
otro al que se han unido nuevas integrantes, aumentando el tamaño del mismo. A
pesar de que todas son muy pequeñas, bailaron una conocida canción de “Rosario
Flores” con tal desparpajo, que el
público agradeció con un fuerte aplauso.
Seguidamente,
un cuadro plástico cuyas bailarías se ataviaban con uno de los elementos
imprescindible en nuestra cultura y en el arte flamenco: el mantón de Manila. “La
Tana” es la autora de este baile donde la sensualidad estaba servida.
Con
la siguiente intervención, unas “Alegrías”, interpretadas con ritmo y arte y
adornadas con un colorido vestuario y unas alegres batas de cola, terminó la
primera parte del Espectáculo que estaba ofreciendo el Taller Municipal de
Baile.
Aprovechamos
este descanso, y ante el aniversario de
la primera década que este año celebra el Taller, para descubrir algunos datos
del perfil profesional como directora y
profesora del mismo. De la trayectoria
artística de Alicia no hace falta
hablar, ya que es de sobra conocida por
todos sus paisanos.
Contaba
tan solo 18 años cuando se hizo cargo, como responsable del Taller Municipal de
Baile Flamenco, un proyecto que no tenía
muchas perspectivas de futuro. Pero Alicia le dedicó tiempo, puso empeño, ganas
y sus años de experiencia de tablas y
bailes para que aquello funcionara. Aquel proyecto inicial, gracias a su
juventud, el trabajo, y su experiencia en la docencia, cuajó definitivamente y se prolongó en el
tiempo hasta hoy. Han transcurrido 10 años.
Alicia
tiene una historia de amor por el baile que comenzó un mes de octubre cuando
aún no tenía seis años de edad. En poco tiempo, casi sin darse cuenta,
consiguió uno de sus objetivos que, al principio, no se hallaba en su infantil
lista de retos.
Años
más tarde, tras haberse formado en la academia de “Joaquín” de Sanlúcar la
Mayor, se matriculó en el Conservatorio de música y danza, y pasó a formar
parte del grupo de danza “Al-Saraf”, ambos de la citada localidad.
En
la actualidad y como ya se ha dicho, Alicia Gómez Monge es “la maestra” –como
se les llaman a los profesores en el argot de las academias de baile- y
directora del Taller Municipal de Baile Flamenco, definitivamente consolidado en Castilleja del Campo.
Nuevamente
las guapas Ana María y Rocío, aparecieron
por el rojo telón para presentarnos las actuaciones de la segunda parte
de este espectáculo con duende.
Con
el “Riá-pitá” de castañuelas, el grupo de las medianas consiguió que los
espectadores disfrutaran con el baile de un sentido fandango del “Mani”, que levantó el ánimo de los asistentes que aplaudieron agradecidos.
A
continuación el grupo de veteranas. Cuatro bailaoras que llenaron el
escenario de arte, ritmo y magia interpretando un “Zorongo Gitano” del inmortal
poeta andaluz. Federico García Lorca.
Si
en la actuación anterior se sintió un repunte en el disfrute de los
espectadores, este baile que desgranó el grupo, hizo aumentar el clímax de la
sala. Pero
lo mejor estaba por llegar.
Para
la despedida Alicia dejó un cuadro con sabor dulce, la guinda en el postre de
esta cena del arte donde se ha degustado la cultura del baile flamenco en
variados sabores.
Un
cuadro formado por tres grupos. Uno de las niñas de 6 a 8 años y los dos grupos
de las pequeñas. Vestidas con trajecitos de danza color celeste y el toque masculino de
un niño de 4 años vestido de blanco, formaban una graciosa imagen plástica en la escena. Estas pequeñas se agrandaron en las tablas para interpretar
una fusión de música clásica compuesta para violín y piano. (Disney`s Frozen y
Vivaldi`s Winter).
Un
apoteósico final que hizo estallar -no cabe otra palabra- el clímax de la tensión acumulada, con una atronadora ovación
sin fin.
El
niño es Manuel Flores Aguilera (Manu) –nos comentaba Alicia-, se incorporó a mediados de curso para formar parte
del grupo de las pequeñas, rompiendo así la barrera de que el Taller de Baile
es solo para niñas.
–Cierto,
la danza y el baile no es un privilegio de la mujer, es un arte sin distinción
de género-.
Crónica 101. Castilleja
del Campo, viernes 7 de julio de 2017