viernes, 7 de julio de 2017

AUDICIÓN DEL TALLER DE BAILE FLAMENCO

Fin del curso 2016-2017

Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Como viene siendo costumbre el Taller Municipal de Baile Flamenco, que para este año contó con 34 alumnas divididas en cinco grupos, presentó su espectáculo final de curso, con una muestra práctica de las enseñanzas adquiridas.

El día 23 del pasado junio, el Centro Cultural María Moliner se puso el mantón de manila para acoger en las tablas de su teatro, el ritmo, el baile y el arte flamenco que derrochan las alumnas del taller que dirige Alicia Gómez Monge, también profesora del curso. La presentación del mismo corrió a cargo de las hermanas Monge Gómez, Ana María y Rocío. –Un acierto de Alicia al contar con estas dos hermosuras para conducir el espectáculo-.

Las jóvenes presentadoras comenzaron dando la bienvenida a los familiares y demás seguidores que abarrotaban el aforo de la sala, en nombre del alumnado que presentaba sus trabajos. Y  continuaron diciendo:
<<Nos citamos un año más en el mes de junio, tras 10 años consecutivos de revuelo de volantes. Por lo tanto, estamos en el aniversario de una década de trabajo que comenzó como un proyecto  nuevo en nuestro pueblo. Por aquellos años, el Ayuntamiento de Castilleja del Campo ofreció este proyecto al grupo de baile “Al-Saraf”, de Sanlúcar la Mayor (grupo donde bailaba Alicia), con el compromiso, en el que Raúl Rivera Técnico de Cultura, hizo especial hincapié, de que Alicia sería la persona que coordinara dicho Taller>>.
Dicho esto –continuaron las presentadoras- abrimos el espectáculo con un pasodoble a cargo de dos grupos de las pequeñas.

Y se abrió el telón para inaugurar esta exhibición de arte, dando paso a un encantador cuadro de baile Un grupo mixto con niñas de Castilleja y  Carrión, de 3 a 5 años de edad, que llenaron el escenario, no por la talla de su corta edad, sino por la gracia  que derrochaban vestidas de mantillas a sus angelicales pocos años. Otro grupo de 6 a 8 años, terminó de llenar la escena.
El aplauso del respetable, que comenzó desde el mismo momento que la niñas salieron a las tablas y continuó hasta que, tras el saludo final, las niñas se despidieron. La noche se presagiaba alegre y entretenida.

En segundo lugar, el grupo de medianas, unas niñas de 10 a 13 años que se marcaron unas “Cruzadas”. Un baile que parece simple cuando se interpreta pero que  hasta llegar a dominarlo resulta algo laberíntico, -asegura Alicia que nos cuenta la siguiente  anécdota-.
<<Incluso teniéndolo aprendido, a muchas alumnas les cuestan evitar  la risa y en muchos casos la carcajada, en los momentos de los encuentros cruzados. Esto ha estado ocurriendo  hasta los   últimos  ensayos>>.
El resultado final fue un bonito baile muy aplaudido.

Con un conocido tango del  grupo “El Barrio”, las alumnas veteranas del Taller, que siendo considerado como el grupo de adultas, la media de edad ha bajado en el presente curso, ya que sus componentes tienen  14, 17, 29 y 36 años. El cuadro de baile, en el que interviene la profesora, hizo una intervención con el estilo, la técnica y soltura que las caracterizan. Como de costumbre, un arrasador aplauso premió el trabajo de un grupo que no necesita más adjetivos. 


El baile más  popular y más nuestro, que ha pasado de generación en generación, de padres a hijos y perdurará siempre, es sin duda alguna el baile por “Sevillanas”. En el caso que nos atañe y porque son alumnas de muy corta edad, su aprendizaje resulta algo, complicado,  pesado y cansado para ellas.
Tras muchas horas de trabajo el grupo de iniciación a las “Sevillanas”, que solo interpretaron “La Primera y La Segunda”,  dejó sobre el escenario lo que este estilo de baile desprende: alegría y diversión. Al finalizar los aplausos reivindicaron lo dicho.

A continuación un baile interpretado por dos grupos unidos. Uno, que se estrena este año, compuesto de niñas del vecino pueblo de Carrión de los Céspedes y otro al que se han unido nuevas integrantes, aumentando el tamaño del mismo. A pesar de que todas son muy pequeñas, bailaron una conocida canción de “Rosario Flores”  con tal desparpajo, que el público agradeció con un fuerte aplauso.

Seguidamente, un cuadro plástico cuyas bailarías se ataviaban con uno de los elementos imprescindible en nuestra cultura y en el arte flamenco: el mantón de Manila. “La Tana” es la autora de este  baile donde  la sensualidad estaba servida.

Con la siguiente intervención, unas “Alegrías”, interpretadas con ritmo y arte y adornadas con un colorido vestuario y unas alegres batas de cola, terminó la primera parte del Espectáculo que estaba ofreciendo el Taller Municipal de Baile.


Aprovechamos este descanso, y ante el  aniversario de la primera década que este año celebra el Taller, para descubrir algunos datos del perfil profesional como  directora y profesora del mismo. De  la trayectoria artística  de Alicia no hace falta hablar, ya que  es de sobra conocida por todos sus paisanos.
Contaba tan solo 18 años cuando se hizo cargo, como responsable del Taller Municipal de Baile Flamenco, un proyecto  que no tenía muchas perspectivas de futuro. Pero Alicia le dedicó tiempo, puso empeño, ganas y sus años de experiencia  de tablas y bailes para que aquello funcionara. Aquel proyecto inicial, gracias a su juventud, el trabajo, y su experiencia en la docencia,  cuajó definitivamente y se prolongó en el tiempo hasta hoy. Han transcurrido 10 años. 

Alicia tiene una historia de amor por el baile que comenzó un mes de octubre cuando aún no tenía seis años de edad. En poco tiempo, casi sin darse cuenta, consiguió uno de sus objetivos que, al principio, no se hallaba en su infantil lista de retos.
Años más tarde, tras haberse formado en la academia de “Joaquín” de Sanlúcar la Mayor, se matriculó en el Conservatorio de música y danza, y pasó a formar parte del grupo de danza “Al-Saraf”, ambos de la citada localidad.
En la actualidad y como ya se ha dicho, Alicia Gómez Monge es “la maestra” –como se les llaman a los profesores en el argot de las academias de baile- y directora del Taller Municipal de Baile Flamenco, definitivamente consolidado en Castilleja del Campo. 


Nuevamente las guapas Ana María y Rocío, aparecieron  por el rojo telón para presentarnos las actuaciones de la segunda parte de este espectáculo con duende.

Con el “Riá-pitá” de castañuelas, el grupo de las medianas consiguió que los espectadores disfrutaran con el baile de un sentido fandango del “Mani”, que levantó el ánimo de los asistentes que aplaudieron agradecidos.

A continuación el grupo de  veteranas. Cuatro bailaoras que llenaron el escenario de arte, ritmo y magia interpretando un “Zorongo Gitano” del inmortal poeta andaluz. Federico García Lorca.
Si en la actuación anterior se sintió un repunte en el disfrute de los espectadores, este baile que desgranó el grupo, hizo aumentar el clímax de la sala. Pero lo mejor estaba por llegar. 


Para la despedida Alicia dejó un cuadro con sabor dulce, la guinda en el postre de esta cena del arte donde se ha degustado la cultura del baile flamenco en variados sabores.
Un cuadro formado por tres grupos. Uno de las niñas de 6 a 8 años y los dos grupos de las pequeñas. Vestidas con trajecitos  de danza color celeste y el toque masculino de un niño de 4 años vestido de blanco, formaban una graciosa imagen plástica en la escena. Estas pequeñas  se agrandaron en las tablas para interpretar una fusión de música clásica compuesta para violín y piano. (Disney`s Frozen y Vivaldi`s Winter).  
Un apoteósico final que hizo estallar -no cabe otra palabra- el clímax de la  tensión acumulada, con una atronadora ovación sin fin.


El niño es Manuel Flores Aguilera (Manu)  –nos comentaba Alicia-,  se incorporó a mediados de curso para formar parte del grupo de las pequeñas, rompiendo así la barrera de que el Taller de Baile es solo para niñas.
–Cierto, la danza y el baile no es un privilegio de la mujer, es un arte sin distinción de género-. 

Crónica 101. Castilleja del Campo, viernes 7 de julio de 2017