UNA PROCESIÓN EN EL ESPEJO DE LA
NOCHE
Por Juan Carmelo
Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
La semana pasada nuestro pueblo celebró sus Fiestas Patronales. Como
de costumbre, cuando llega la ocasión y sin escatimar detalles, se vistió de fiesta, se echó a la calle
para disfrutar con sus vecinos y acoger
al visitante que también llegaría para honrar a los Titulares. Era en los días
cercanos al dogma mariano del 15 de agosto
<<Una mujer vestida de sol, con la luna debajo
de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza>> (Ap.12.1).
Según la interpretación que
hacen los estudiosos de la Biblia, esta revelación del último libro del Nuevo Testamento representa la
verdadera Iglesia Cristiana.
Para mí, esta cita del
Apocalipsis fue la fuente de inspiración para transmitir las vivencias que me
aportó la virgen del Buen Suceso en su recorrido procesional del pasado
domingo.
Una procesión en la que Ella
vestida de blanco proclamaba su dogma inmaculado en Castilleja del Campo. La
luna bajo sus pies llenaba de luz la oscuridad de esta noche de puertas
abiertas. La corona sobre su cabeza porque es Reina y Madre de este pueblo, y las
doce estrellas que rematan dicha corona, los doce meses que pasarán hasta verse
de nuevo entre sus hijos.
En la noche del pasado domingo, 7 de agosto de
2016, de nuevo se juntaron los astros para que todo saliera a pedir de boca. Día grande en
Castilleja del Campo, día grande para los
hermanos del Santísimo Sacramento, San Miguel Arcángel y Ntra. Sra. del Buen
Suceso. Vítores, himno y salves, mezclados con la alegría del momento y la emoción extrema, esa que consigue que se
abran algunos lagrimales, despertaron los sentimientos de todo de un pueblo
volcado con sus imágenes.
El Patrón y la Señora salieron
al porche y se hizo el silencio de oración en una bulla abanicada que pretendía
aliviar el calor de la noche. El Arcángel y la Virgen, mirando a los que
llenaban la plaza de la iglesia, pasaron lista a los que habían venido a verles
porque, en esa noche de agosto, en Castilleja del Campo
el protagonismo es de Él y de Ella. Y es que en tal día como el pasado no hay ojos más que para
quienes representan el patronazgo de la localidad, que se acercan a sus
devotos en la medida perfecta. Estos, sabiendo
estar a la altura del significado de la celebración, acuerdan citas de visiones
íntimas para paladares exquisitos, como siempre, o eso nos parece a todos los
castillejinos.
Pero
por encima de todo están los titulares de la Hermandad: el Arcángel San Miguel
y la Virgen del Buen Suceso, dominadores del tiempo en esa noche infinita de flores
y cohetes y campanas y música y
abanicos. Porque si el Patrón sale desde la memoria de Castilleja del Campo
intentando apresar la historia, La Madre de Dios domina el tiempo y se lo
cuenta a su Niño que sonríe con sus zapatitos nuevos entre flores de nardos reflejados
en la profundidad de un cielo estrellado.
El
propio cortejo, aunque sin Cruz Parroquial (¿?), fue un ejemplo, en el sentido
figurado de la palabra, de tacto. Cuatro horas bastaron para culminar el
itinerario de una procesión donde, la impresión que queda es la de mesura con sonidos de marchas. Bucle perfecto de la vida que sigue
de la eternidad que nace en una noche de agosto como esta.
Ante
lo vivido, si borráramos el resto del año y nos quedáramos con esta noche, no
solamente seguiría existiendo el pueblo sino que tendríamos la clave de su
existencia: el reflejo de
una procesión en el espejo de la noche
de puertas abiertas en Castilleja del Campo.
-Por
ser la Madre más buena / la que llegaste a este sitio / después de ser la
alquería / de aquellos viejos moriscos.
Sitio
de lucha y dolor / trajiste tú, Madre mía / la paz y el Buen Suceso / en nombre
de nuestro Señor-.
Opinión del
Cronista 027
Castilleja del
Campo, miércoles 10 de agosto de 2016