1972, LOS INICIOS DE UNA TRADICIÓN
Por Juan C. Luque Varela, Cronista
oficial de la Villa
Ante
el suceso de suspensión de la Cabalgata de Oriente y para que nadie pueda decir
que en 2016 no hubo Reyes Magos en nuestro pueblo, desde Cronista de la
Villa vamos a traer a este blog una
ilusión hecha cabalgata. Una Cabalgata que recorrerá las arterias de la memoria para tomar vida
nuevamente en las calles por las que transitó cuarenta y cuatro años atrás.
Verdaderamente, nada –al menos
en los primeros 25 años desde que comenzara la tradición- ha quedado documentado sobre la historia de
los Reyes Magos de Castilleja del Campo. El rastreo y las entrevistas realizadas a personas que
de una u otra manera han tomado partido en organizar, vestir a los reyes,
diseñar, construir y decorar carrozas, ni tan siquiera los que participaron en
las cabalgatas como reyes y otras figuraciones nos ofrecen información
suficiente como para recrear toda esta trayectoria en su conjunto. Las
diferentes personas consultadas que colaboraron con sus recuerdos en
transmisión oral y aportando algunas fotografías, reforzando sus relatos con
pequeñas anécdotas vividas en sus trabajos y relaciones con la cabalgata, pero
sin poder recordar siquiera los nombres de quiénes, en un año concreto, representaron a los
reyes. Menos aún, aportar información detallada sobre, por ejemplo, si salieron
en caballos o en carrozas, y otros datos que pusieran luz para reconstruir la
historia de la cabalgata, en cualquiera de los años de su gestión.
A raíz de la investigación
realizada, el cotejo de fechas en las entrevistas mantenidas con personas
afines y las fotografías consultadas, la primera vez que la Cabalgata de Reyes
Magos desfiló en Castilleja del Campo fue a principios de la década de los años
setenta de pasado siglo XX.
La representación de
la estampa bíblica de la adoración de los reyes a Jesús posiblemente fue
gestionada, orquestada y realizada por los mismos intérpretes “reales”: Antonio
Luque Gómez, Eduardo Herrero Rodríguez y Eduardo Rodríguez Mantero.
Antonio Luque,
guardia municipal, era un gran aficionado
a la música y al acordeón con el que ambientaba
las reuniones de amigos. Eduardo
Herrero, transportista, ya llevaba años con un tema de gran peso organizativo, era el presidente de la comisión de las
populares Fiestas Patronales. Eduardo Rodríguez, enamorado de la canción
lírica, obtuvo reconocido prestigio tras
varios premios en diferentes concursos radiofónicos de la época, llegó a
conseguir el primer premio de canción lírica en el concurso “Camino de
Estrellas”.
Estas
tres personas, de forma espontánea e imprevista, gestionaron el
vestuario más adecuado: prendas, pelucas y accesorios; llegando a adaptar para
las capas reales cubrecamas (colchas de camas) de diferentes colores según la
figura representada. Al joven Antonio Rodríguez (Antonio de Rita), le
encomendaron el diseño y confección de las coronas para Melchor y Gaspar. El turbante para el monarca Baltasar
fue obra del artista local Macedonio.
Así, en la tarde-noche de aquel
miércoles día 5 de enero de 1972,
Antonio Luque Gómez (Melchor), Eduardo Herrero Rodríguez (Gaspar) y Eduardo
Rodríguez Mantero (Baltasar), precedidos por la Estrella de guía, una
jovencísima María José Rodríguez Herrero de apenas 12 años de edad, conformaron
la primera Cabalgata de Reyes Magos que desfiló por nuestro pueblo. Los cuatro componentes
principales de la cabalgata que discurrían montando briosos caballos, hicieron las delicias de los niños y colmaron las ilusiones de los padres. Tan novedosa
sorpresa causaron que el vecindario que,
niños, jóvenes y mayores salieron de sus casas y, acompañando el cortejo, llenaron calles y plazas de una inusual y
alegre algarabía. Eran los Reyes Magos de Castilleja del Campo.
No se han encontrado fotografías con las imágenes de sus
Majestades Reales (solo las dos publicadas cedidas por la familia Rodríguez
Herrero). Tampoco documentación sobre si los reyes llevaban pajes y otros figurantes. Sí se sabe, por la
fotografía de la Estrella, que acompañándola como paje desfilaban María
Francisca Monje Luque (Nena) y Manuel Delgado Luque (Manolito del palacio),
este último portando las riendas. En la otra, el tractor conducido por un joven
Antonio Rodríguez Herrero tirada de un remolque ocupado por varios personajes
formando una de las escenas típicas de la Cabalgata.
Todo era una ilusión
desconocida hasta la fecha: ver a sus reyes montados a caballo recorriendo las
calles y plazas del pueblo, sintiendo que ya era una realidad, que los regalos
estaban asegurados. Eran esos mismos Magos que, por la noche -ya que sus
Majestades de Oriente no se dejan ver en su cometido de repartir los juguetes-
y si has sido bueno y tienes las botas en la ventana, a ser posible en la que
da al patio, te dejan todos los regalos que pediste.
Finalizado el recorrido por las
calles del pueblo, sus Majestades ocuparon los tronos dispuestos en la plaza,
bajo el incomparable marco de la torre de la iglesia y acompañados de su
séquito, repartieron regalos a todos los
niños y niñas, y a alguna que otra persona mayor.
-Este
es el primer paso para poner luz en la historia de los Reyes Magos de
Castilleja del Campo, una nueva tradición que tuvo sus inicios en 1972 y se
prolongó 40 años. Aunque la finalidad principal
es la de poner en valor al trabajo, la ilusión y la constancia de todas
las personas que la hicieron realidad. Por ello, siguiendo las directrices que
me tengo marcadas como Cronista Oficial de la Villa,
este proyecto, que es ya una realidad, entra en el apartado tercero de mi programa:
“Recuperar las Costumbres y Tradiciones
Populares de Castilleja del Campo"-.
Historia 042.Castilleja del Campo, jueves 7 de enero de 2016