Segunda decadencia del San Miguel
Por
Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Hasta
la temporada anterior fueron años de esplendor futbolístico en el pueblo, unos
buenos, podríamos decir buenísimo y menos buenos otros. Pero que conste –como
dijo algún que otro entrevistado-, nunca se hizo el tonto ni el ridículo en la
competición, siempre prevaleció el amor
propio y el pundonor en los partidos
disputados en todas las temporadas y en
los trofeos de verano para las fiestas Patronales, donde, además, se aseguraba
unos rentables ingresos por taquillaje. Pero todo terminó. ¡Que lastima! Por
mucho que se intentó nada se pudo hacer para continuar, como era la intención
de bastantes seguidores amantes del fútbol local.
Antes
de acercarnos al ocaso del Club vamos a dejar constancia de otra persona que,
en la temporada anterior, tuvo que decir adiós a la Junta Directiva.
Era
otro gran colaborador que llegó a la presidencia del Club en la segunda
temporada. Estamos refiriéndonos a Isabelo Rebollo Medel. Un entusiasmado en la
sombra que dejó su impronta,
participando de forma activa desde los comienzos del Club, incluso en lo
económico, sin pertenecer aún a la Junta
Directiva. Él se ofreció en mantener una de las poquitas ilusiones que había en
nuestro pueblo, en cuanto a lo deportivo se refiere. En el cargo tuvo que aguantar <<carros
y carretas>> hasta que los muchos problemas, algunos paradeportivos, les
llevó a tomar la desagradable decisión de dimitir. Su frase del adiós
seguramente aún tendrá eco en los
miembros aún vivos de aquella Junta Directiva. <<Ustedes lo habéis
querido>>.
Mi intención fue pasar de puntillas
por aquel fatídico 1989. El año que marcó un antes y un después en las vidas y
las relaciones de amigos, convecinos y familiares. Unos y otros enfrentados por
mor del proyecto de la Diputación Provincial de Sevilla para instalar una
planta de tratamiento de residuos urbanos en nuestro término Municipal. Yo, por
supuesto, no estoy dispuesto a remover
la “memoria histórica” de aquel lamentable suceso. Esto llevaría a reabrir,
gratuitamente, viejas cicatrices sin ningún provecho para nadie. Pero, como
también fue parte de la historia y, de alguna manera, salpicó la trayectoria
del Club Deportivo San Miguel hasta el punto de desaparecer, me encuentro en la
obligación de dejar constancia de ello.
Aquella temporada de 1988-89 comenzó
bajo la amenaza referida y más mal que bien los compromisos con la Federación
Andaluza se fueron cumpliendo jugando los partidos de liga. Pero el mal comenzó afectando al
precario presupuesto, de un lado muchos socios dejaron de abonar sus cuotas y los
aficionados que se desplazaban con el equipo en autobús, tanto de lo mismo. A
duras penas finalizó la temporada, en
los últimos partidos sin apenas espectadores. Esto y los números en rojo en el
arqueo superó todas las expectativas, llevando al Club Deportivo San Miguel a
tomar la drástica decisión de clausurar
la sociedad, dando al traste con toda una labor que habían llevado a cabo, no
solo los diferentes miembros de la Directiva, también de los seguidores y
aficionados que tenían puesta las
ilusiones en su equipo de Castilleja del Campo.
Por
otras causas ya conocimos otra decadencia. En la década de los setenta cuando
aquel equipo sin club, que nació con el nombre de San Miguel a principios de
1960, se disolvió en una laguna de ausencias de aficionados y jugadores. Diez
años después, cuando detrás del equipo había
un club social dirigido por una Junta y que, además, jugaba en una
competición enmarcada en la Federación Andaluza de Fútbol, nuevamente aparece
la obscura mano de otra decadencia. Esta segunda, con tan solo siete temporadas
jugadas y otros tantos años e ilusiones.
Así termina la historia del Club Deportivo San
Miguel en su primera etapa como equipo federado.
-¿Qué
quedó de aquellos domingos que rompían la monotonía semanal de los aficionados
y aficionadas? Aquellos desplazamientos para ver al equipo y hacer turismo al
mismo tiempo. Aquellas mañanas en los bares del <<Prao>> haciendo
tiempo para bajar al campo de fútbol. De la cervecita después del partido
comentando las jugadas y mil anécdotas. Todo terminó aquel año de 1999-.
Con
esta entrega finaliza gran parte del proyecto que comenzó a publicarse el 21 de
enero del presente año. Han sido 14 artículos que han sacado a la luz la
historia de una afición que tomó cuerpo en nuestra localidad a principios de la
década de los años 30 del pasado siglo. En el próximo año acometeremos el
renacer del club, después de 4 años inactivo, hasta su definitiva desaparición.
Con ella termina una afición, una tradición y la historia de la práctica de fútbol en
Castilleja del Campo.
Historia
040. Castilleja del Campo, sábado 26 de diciembre de 2015