Inauguración de alumbrado y Romería
Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
A
las cero horas del jueves 9 de agosto, el recién inaugurado alumbrado abrió los
ojos a la programación de festejos que acababan de comenzar. Testigos de ello
fueron las reuniones de amigos, de familias y de algunas peñas de romería que
se concentraron ante el ambigú de Pepe en la velá,
para degustar una cena basada en el <<pescaito frito>>.
Una
costumbre introducida en las ferias para la noche de inauguración, que en
nuestro caso comenzó el pasado año, fruto de una reunión mantenida entre los
oficiales de la Hermandad con los responsables y representantes de la mayoría de los grupos de
romería. Sea como fuere el encendido del
alumbrado es como el pistoletazo de salida en una competición o el chupinazo
de San Fermín. Así, en Castilleja del Campo, comienza la segunda parte de las
fiestas de agosto: los festejos populares.
Apenas
habían pasado 12 horas desde que se encendiera el alumbrado, en las peñas y
reuniones comenzaban los preparativos ante la inminente romería. Este acto que
inició su singladura en 1941 es, desde
entonces, el más esperado y popular de todo el Programa de Festejos.
A
las 17:30 horas, la Agrupación Musical
Santa Águeda recorría el pueblo en un pasacalle musical, precedido de
explosiones de cohetes. Una hora más tarde los romeros partían hacia el arroyo,
en una tarde que se presentó con una suave brisa de poniente que suavizó un
tanto las temperaturas de anteriores días. Esto, unido al buen ambiente y la
ausencia de incidentes, consiguió la mezcla perfecta para la diversión de los
participantes, sobre todo en la movida
que tenía montada la peña “Agolpaitos” con su charanga. Aunque corrieron rumores de que este año bajó la afluencia de
asistentes.
A
la vuelta, cada uno con su oloroso romero que ponían a los pies de Ntra. Sra.
del Buen Suceso. Ella esperaba esta ofrenda natural del campo, poro no tanto
como el saludo de los vecinos de su pueblo. Mientras los romeros depositaban
sus ramas, se sucedía el canto de la Salve. Unas veces entonada por el Coro
Parroquial, que ocupaba un lugar a la izquierda de la Virgen, y otras por los
devotos y devotas que ya llenaban el tempo.
El
Grupo Joven de la Hermandad, situado a la derecha de la Señora, hizo una
intervención cantando cuatro nuevas sevillanas dedicadas a la Patrona del
pueblo. En la misma línea, Francisco Manuel Fernández Rodríguez también cantó
unas personales sevillanas. Finalizó el acto con el cantico “Sálvame Virgen
María” y los vivas a la Virgen, San Miguel, la Hermandad y el pueblo de
Castilleja del Campo.
En
la plaza y bajo la torre, como de costumbre –que se está haciendo tradición- niños, jóvenes y mayores formando un gran
grupo, bailaron por sevillanas instrumentadas por la agrupación musical.
El
punto y final se dio en la “Velá” a donde llegaron la incansable juventud con
la banda de música y sus ritmos de
pachanga. Así finalizó la romería 2018, otra más aunque diferente a las demás.
Crónica
117. Castilleja del Campo, sábado 11 de agosto de 2018