Una tradición de ilusiones para niños
Por Juan Carmelo Luque Varela,
Cronista oficial de la Villa
Aunque históricamente nada tiene que ver con la festividad de los
Reyes Magos, el Cartero Real fue una creación más de los publicitarios y las
grandes superficies para promocionar sus ventas navideñas.
No así en nuestra localidad, puesto que la idea original partió de la
Asociación Juvenil “El Porche”. Unos jóvenes que también fueron el eslabón para
que la tradición de los Reyes Magos no se perdiera. A comienzos del nuevo milenio apareció por primera vez la
figura del Cartero Real que aún perdura en Castilleja del Campo.
Fue así como, desde el año 2000 y por iniciativa de aquella Asociación Juvenil, el Ayuntamiento
local, que acogió favorablemente la idea,
comenzó a organizar, en el entorno de la festividad navideña, la figura
de “El Cartero Real”. Un formato que fue diseñado por los hermanos Rivera
Luque, Almudena Muñoz Rivera y Érica Delgado Suárez.
Pues bien, este acto creado para los niños se desarrollaba en el salón
parroquial donde se montaba una estructura decorativa para tal evento. Allí,
mientras se ultimaban los detalles y la figura del cartero ocupaba su sillón,
los niños alborotados se mantenían a raya con una animación infantil en el
patio de la iglesia. Cuando se abrían las puertas, los niños y niñas -en fila y
manteniendo la ilusión- se acercaban al cartero para entregarles sus misivas,
que cada uno dirigía a su Rey preferido, con las peticiones de los juguetes y regalos
deseados. Finalizada la entrega, una instantánea fotográfica inmortalizaba el acto para el recuerdo.
Entre los años 2003 y 2004 la actividad se complementó con un
“Cuenta-cuentos”, gestión que el técnico de Cultura Raúl Rivera Luque realizaba
con la animadora teatral Chari Lara Ortiz y otros profesionales de la animación
infantil.
Las niñas y niños pasaban directamente al salón y se encontraban con
la sorpresa de que el sillón del Cartero los esperaba vacío. El sencillo y
bonito acto comenzaba una vez que se llegaba a conseguir el silencio. Un
personaje salía a escena interviniendo con una historia para ellos –los niños-,
empezando por contenerlos argumentando que, por problemas en su largo
desplazamiento hasta Castilleja, el cartero llegaría más tarde. Al final del
cuento, el animador proponía a los niños que, todos a la vez, llamasen
fuertemente al Cartero que ya está tardando: ¡Cartero, cartero! Finalmente
el Cartero Real hacía una apoteósica aparición ante el delirio de la
chiquillería.
En los años siguientes la figura del cartero continúa efectuándose y,
aunque mantuvo el formato original, se
amplió con un pasacalle. Una animación musical que acompañaba al Cartero Real,
a la que se iban incorporando los niños y sus mayores, recorriendo las calles
del pueblo para finalizar felizmente en el Salón Parroquial. Hubo un año en que
el mismísimo Cartero Real desfiló montado en uno de aquellos Seat 600. Esta
divertida comitiva estaba amenizada con los pasacalles musicales de una alegre la charanga.
Pasaron los años hasta que en 2012 el Centro Cultural María Moliner acogió
la simbólica ilusión del Cartero Real. Desde entonces y como en este 2017, el
Cartero Real aparecerá entre la alegría y los aplausos de los más pequeños, que
acompañados por sus padres, madres, titas y hasta abuelos, se convertirán en
los auténticos protagonistas de la tarde.
Una tradición que vuelve a repetirse, y ya son 17 años consecutivos,
impulsada por el Ayuntamiento de Castilleja del Campo.
Costumbres y tradiciones 048
Castilleja del Campo, miércoles 27 de
diciembre de 2017