Una pequeña historia para comenzar el año
Por Juan C. Luque Varela, Cronista
oficial de la Villa
Un comunicado, fechado el 25 de
noviembre de 2015, emitido por la
Comisión de La Cabalgata de Reyes Magos de Castilleja del Campo, informaba de
la suspensión de la misma en 2916 por falta de personas que se inscribieran para personificar a los
principales personajes de la Cabalgata. Esto
dio al traste con las ilusiones, no solo de los más pequeños, también de padres
y abuelos de los mismos. Todos estábamos acostumbrados a las tardes de Reyes
Magos, una tradición que el próximo día 5 de enero del año que comienza no
volverá a repetirse. Pero tampoco hay que alarmarse, seguramente será una
suspensión esporádica, como otras ocurridas desde que en 1972 comenzaran a
desfilar los Reyes Magos por las calles de nuestro pueblo. En su trayectoria
(1972 -2015) se han producidos 5
paréntesis que sumaron 12 los años sin salir la cabalgata. No solo han sido
ausencias puntuales de un año, algunas veces fueron dos años seguidos y hasta
tres años sin Reyes, como ocurrió durante los tres últimos años que pusieron
fin al siglo XX. Con suerte, en enero de
2000, nuevamente se retomó la tradición de celebrar los Reyes Magos y, aunque
se produjo otra laguna en 2001 y 2002, se recuperó de forma definitiva en 2003
continuando hasta el pasado año 2015.
En este sentido Cronista de la Villa se permitió realizar un
sondeo sobre el tema que estamos tratando. Todas las personas entrevistadas se
expresaron más o menos de la misma forma ante las dos preguntas efectuadas: a) ¿Le gustaría ser Rey
Mago alguna vez? Y b) ¿Qué vivencias y
satisfacciones había sentido? Si ya había tenido la suerte de haber
representado a un monarca.
Estas fueron las respuestas más
repetidas. Así contestaron la pregunta (a). <<Sería para mí un placer
llevar la ilusión al corazón de los
niños>>. <<Me gustaría mucho
representar alguna vez a uno de esos
personajes de Oriente>>.
Las respuestas a la pregunta (b)
fueron mucho más rotundas, salían del corazón de los entrevistados. <<Satisfacción
al ver las caras de los niños>>. <<Me siento congratulado porque
los niños disfrutaban con lo que yo estaba haciendo>>. <<Disfruté
mucho haciendo felices a los niños de mi pueblo>>.
Si en un adulto encontramos
estos sentimientos, ¿que significaría para un niño o niña, representar, ellos
mismos, sus Reyes magos? Los Reyes
Magos, la ilusión de los niños recreada por niños. Porque, ¿hay algo más
tierno y candoroso que un niño
ilusionado?, y ¿qué decir de la inocente y dulce sonrisa de los niños? Pues con
seguridad éste sería el sentir de aquellos niños y niñas que, en los años 1966
y 1967, personificaron a los magos de Oriente para el disfrute de todos sus
amiguitos, sus familiares y principalmente de sus padres.
Sí, sí, no es un error. En
estos años ya se escenificó la más mágica de todas las cabalgatas que vendrían
después. Por ello, por su valor sentimental y porque está documentada, es obligatorio
incluirla como parte de la historia de los Reyes Magos de Castilleja del Campo.
Antonia Luque (Antoñita del
teléfono), que por aquellos años regentaba lo que hoy conocemos por una guardería preescolar para niños y niñas
de entre 4 y 5 años, tuvo la original idea de organizar con sus alumnos una
infantil y encantadora Cabalgata de Reyes Magos
Ataviados con vestimentas
confeccionadas de un material tan efímero como es el papel de seda, los tres reyes
iban acompañados de sus pajes. Los niños
Miguel Ángel Rodríguez, Hilario Fernández Luque y Juan Carlos Vázquez, un miércoles
5 de enero de 1967, recrearon la magia
de Oriente en las calles de Castilleja
del Campo. Esta inocente cabalgata, partiendo de la misma guardería ubicada en
la casa de Antonia, sede también de la centralita de teléfonos, recorrió las
principales y más céntricas calles del pueblo, llevando la alegría, la ilusión
y el delirio no sólo de los demás niños, sino de todos los mayores y, sobre
todo, de sus padres y abuelos.
Sólo queda constancia, a tenor
del documento gráfico de 1967 que encabeza esta publicación, que el niño Miguel
Ángel Rodríguez, que representaba uno de los reyes, estaba acompañado por su
prima Pepa Luque en el papel de paje. No se encontraron más referencias, aunque
hay constancia de que la comitiva, además de los reyes y pajes, la componían,
además, niños y niñas de aquella “academia de cagones”, como
popularmente era conocido aquel centro para parvulitos.
-Queridos y angelicales Reyes
Niños, aún a sabiendas de lo ocupados que estaréis en estos últimos días
preparando los juguetes que vuestros amiguitos han pedido a través de sus entrañables
e inocentes cartas, queríamos pediros
que os acordarais de nosotros los mayores y, si os queda algo de magia, nos traigáis
cordura para ser tolerantes, empatía y cuantas facultades nos sean necesarias
para que podamos vivir, y dejar vivir a los demás, en un mundo justo y en paz-.
Historia
041. Castilleja del Campo, sábado 2 de enero de 2016