miércoles, 13 de enero de 2016

SEGUNDA CABALGATA DE REYES MAGOS

Y llegaron de Oriente en 1973

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Cuando el roscón de reyes que degustamos la pasada semana aún se siente en el paladar,  vamos a aprovecharlo para recordar la segunda cabalgata que recorrió las calles de nuestro pueblo, repitiendo la hazaña de 1972.

Considerando el trabajo realizado por aquellos intrépidos organizadores y fundadores de la Cabalgata de Reyes Magos de Castilleja del Campo, en crear el vestuario, coronas, pelucas y atrezos y también el camino andado; Antonio Luque y Eduardo Herrero, repitiendo el siguiente año, nuevamente organizaron y pusieron en las calles la recreación de los magos de Oriente. Una Cabalgata totalmente renovada y con importantes incorporaciones. Por un lado dan paso a dos nuevas personas, la joven señorita Amparo Jesús Monje Cabrera para la figura de la Estrella de guía y al joven estudiante José Antonio Paz Rodríguez para cubrir una vacante  real. Por otra parte  se amplía la puesta en escena con un charret (pequeño coche de tiro animal) para las damas reales, una carroza recreando el nacimiento y algún tractor con parihuelas para el transporte de jóvenes, no todos ataviados para la ocasión.

Así quedaba configurada  la Cabalgata de 1973: abriendo la comitiva la Estrella de Guía personificada por Amparo Jesús. Antonio Luque repitió en la figura de Melchor, José Antonio Paz representó al Rey Gaspar y Eduardo Herrero a Baltasar. Aunque los informantes no se pusieron de acuerdo en señalar los puestos que cada vehículo ocupaba en la cabalgata, sí hay constancia, según las fotografías, de los que han sido indicados. La representación más importante y que en este año se incorporó por primera vez a la comitiva fue la carroza del nacimiento, pintada y decorada por el artista local Macedonio Herrero Rodríguez. Eduardo Rodríguez Mantero, que el año anterior personificó al negro Baltasar, fue el conductor del tractor que tiraba de la misma. Dicha carroza escenificaba la más bella estampa de La Navidad: el nacimiento de  Jesús de Nazaret. Un  Belén viviente representado por la niña María Victoria Luque Luque, en el papel de La Virgen María y el niño Jorge Cuevas Fernández representando a San José. Entre ambos apenas sumaban 11 años de edad. Esta novedosa incorporación posiblemente desfilaría detrás de la Estrella precedida de los tres reyes.

Tanto los Reyes como la Estrella, que desfilaron montados en caballos como el año anterior, recorrieron  calles y plazas con parada en los bares del “prado”, como delatan algunas fotografías,  llevaron la ilusión a los más pequeños y la alegría a un pueblo entusiasmado. Tras de ellos podríamos aventurar que desfilaría el charret  donde, acompañando el cortejo, iban las cuatro jóvenes damas: Ramona Luque Moreno, Guadalupe Sánchez Romero, Mª Luisa Escobar Moreno y Mariló Rodríguez. Cerrando la comitiva los vehículos con parihuelas. Podrían haber habilitado, al igual que para las damas, un vehículo de tracción animal para resolver el transporte de estos jóvenes acompañantes, sin duda de lo más práctico y en línea con el conjunto a excepción de la carroza del nacimiento. El vehículo de las damas lo pidió prestado Antonio Paz, padre de José Antonio, a Manuel (de Modesto) en Carrión de los Céspedes.


Estos son los pocos datos que he rescatado en las entrevistas realizadas sobre los inicios de los Reyes Magos. Con ellos y la documentación gráfica que se acompaña podemos asegurar fehacientemente que a principios de la década de los años setenta del siglo XX se instituyó  la tradición, cada 5 de enero, de representar la adoración de los Reyes Magos por las calles de nuestro pueblo. Una Cabalgata que aumentó la participación de personajes y vehículos, pero que tal como nació el año anterior y repitió en 1973, paso a la historia. 
Los dos años siguientes ya no se repitió la novedosa recreación de los Reyes de Oriente en nuestra localidad. Pasados estos años, unos jóvenes, retomando  el varado testigo de la celebración, sacaron una atípica cabalgata  en 1976, que tuvo su continuidad en los  años venideros.

Para terminar vamos a conocer una anécdota que nos transmitió José Antonio Paz en una amena entrevista donde recreó sus vivencias de aquellos días de preparativos para los Reyes Magos.
<<En el SEAT 600 que tenía Antoñito el Municipal, (Antonio Luque) Eduardo y él, me llevaron a Sevilla para comprar los caramelos. El dinero que como componente del cortejo me correspondía aportar me lo dio, lógicamente, mi padre. Yo, como  era estudiante, no tenia <<ni un duro>>. A mí me extrañaba que me dejaran en el asiento de atrás, mientras que  Eduardo ocupaba el asiento  del copiloto en el que no cabía. Cuando llegamos a “Ricardo Mauri”, mientras cargábamos las bolsas de caramelos en el asiento trasero, comprendí por qué Eduardo viajaba delante: el coche no tenía espacio para que Eduardo pasara a la parte de atrás. Total, que la vuelta la hicimos igual: yo en el asiento de atrás, pero esta vez, con todas las bolsas de caramelos encima  de mí>>.



Una festividad, una celebración y un día de mágica felicidad dedicado a las personas más pequeñas, más inocentes, más dulces y más agradecidas, los niños y niñas de Castilleja del Campo.

Historia 043. Castilleja del Campo, miércoles 13 de enero de 2016