Novedades que enriquecen la tradición
Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
A pesar de ser fechas vacacionales que
imponen su ritmo en tantas cuestiones agosteñas, de los rigores estivales que alcanzaron
cotas extraordinarias durante la semana de fiestas, de las amenazantes nubes que en los cuatro últimos días dejaron lloviznas de
polvo sahariano en suspensión, del calor liberado por el asfaltado de
las calles y plazas afectadas por las obras de saneamiento. A pesar de todo, nada
de ello consiguió modificar el programa de las populares fiestas patronales de
Castilleja del Campo.
Como la Romería, que desde la altura de la plaza Monseñor Oscar
Romero (plaza de la Iglesia) cada año baja hasta el arroyo. Y es aquí donde las peñas y reuniones más jóvenes, con su
arrollador y natural ímpetu innovador, se permitieron implantar una novedosa
fórmula durante el discurrir de la comitiva por el pueblo. Si hasta la fecha se
desplazaban montados en sus remolques y vehículos correspondientes, este año
echaron pie a tierra y formando grupos, encabezaron el cortejo caminando delante de la banda de
música y de los responsables de la organización del evento, plasmando así un nuevo marco visual, alegre y
sonoro en una romería con más de setenta años de tradición.
Aunque nada es nuevo. Esto es lo que
ocurrió a la vuelta de una romería de finales de los `80 del siglo XX a la que no
se presentó la banda de música contratada por error en la fecha. Antes de
llegar al pueblo, los participantes en
la romería de aquel año, tanto los jóvenes como los mayores, se
apearon de sus respectivos vehículos
para hacer la entrada desfilando a pie y cantando sevillanas, en una perfecta
organización delante del cortejo.
Pero si la Romería tiene un momento
cumbre ese es al llegar a la iglesia para la ofrenda y ponerse delante de Ella.
Es allí, mirándola frente a frente y aprovechando la cercanía que da la
separación del romero, cuando brotan los sentimientos, las alabanzas y las súplicas de la mente de sus fieles.
En los días siguientes, las carreras
de cintas en bicicletas, la manifestación popular del Santo Rosario por las calles, el espectáculo infantil
y las noches de <<Velá>>, son actos que
aún se mantienen en el marco inalterable de la tradición y preliminares para la noche del domingo. La
noche indeleble de puertas abiertas en Castilleja del Campo.
La salida procesional se produjo pasadas las diez de la noche
del domingo 9. Una jornada tan calurosa como en los días precedentes, algo que
parece sumarse a los festejos de estos días. Aún así no logró alterar el esplendor de la procesión de San Miguel Arcángel y Ntra. Sra.
del Buen Suceso por las calles y plazas de nuestro pueblo.
Tras bajar la escalinata del porche, las imágenes del Arcángel y
la Virgen fueron recibidas por una multitud en la plaza de la iglesia, mientras
repicaban las campanas en la torre y la banda de música Santa Ana de Dos
Hermanas desgranaba las partituras de
las marchas de los titulares de la Hermandad. Cuando el paso de la Virgen fue
arriado en la puerta de la casa curato, responsables de la Agrupación
Parroquial Virgen de los Dolores presentaron sus respetos a la Hermandad con
una ofrenda floral a Ntra. Sra. del Buen
Suceso.
La presencia de fieles creció sobre todo en el primer tramo de la
procesión. San Miguel y Ntra. Sra. del Buen Suceso siguieron su paseo en
triunfo por la angosta calle que lleva el nombre de Ella para enlazar con la
calle San Miguel en dirección a la Cruz del Plato.
-Su manto azul hila las miradas que le siguen a su paso con un
silencio clarísimo, como de azulejo transparente de ojos llorosos, que recorre
las arterias de este su pueblo-.
Por fin las dos hojas de la puerta de una casa que aún se
mantenía cerrada, aunque engalanada para la ocasión, se abrieron de par en par.
El Excmo. Ayuntamiento, representado por dos concejalas de la nueva Corporación
Municipal con tendencias católicas, doña Sara Rebollo Tebas, Concejala de
Cultura y doña María Jesús Luque Fernández, Concejala de Servicios Sociales y
Mayores, presentaron sus respetos al paso de la procesión con una ofrenda
floral que depositaron en el paso de la Virgen. Otra novedad, otra innovación
en las tradiciones que pasara la historia local.
El cortejo continuó su discurrir por calles y plazas engalanadas que solo esperan el paso de
San Miguel y de la Virgen María, imagen con la advocación del Buen Suceso de
auténtico fervor devocional castillejino.
-Una ventana, un balcón donde agarrarse porque van a pasar San
Miguel y la Madre de Dios. Sólo entonces descubriremos que las canas y las
arrugas de la vida, no podrán disimular nunca las lágrimas de emoción, que cada
año recorren nuestras mejillas al verles y descubrir que esa sonrisa eclipsa
cualquier desastre del día a día-.
El último esfuerzo llegó al pasar por la Cuesta del Palacio en una
demostración de poderío de dos cuadrillas entregadas cada una en su devoción,
la de San Miguel Arcángel y la de Ntra.
Sra. del Buen Suceso.
El deleite visual ha sido constante. Para empezar, por la
incontestable visión del Arcángel y la Virgen, desde que emergía de la iglesia
hasta que culminaba todo un recorrido de luces y sombras. El colorido fue
fundamental, desde el cielo plomizo al cromatismo del exorno de las calles.
Pero también por los detalles, como la nueva policromía de San Miguel, la
pícara sonrisa del Niño, el propio rostro de la virgen o el sutil y clásico
recogido de los laterales del manto. Los frescos nardos cumplían su función con
el aroma que, junto a los ramos de rosas blancas, daban a la escena un singular
aspecto de ensoñación.
En la plaza de la iglesia, momentos antes de la entrada, se vivieron los últimos minutos de esta ansiada
noche de procesión. Otra vez más, las cuadrillas y sus capataces lograron
elevar el espíritu de las personas a un clímax de fervor inusitado. El paso
arriado de San Miguel esperaba de espalda a los escalones de la Parroquia la presencia
de la Virgen en la plaza. Ella, subiendo los tres peldaños se acercaba al
Patrón mientras el capataz del mismo llamaba a la <<levantá>>. En
ese instante la banda de música atacó con la marcha <<Cantemos al Amor de
los amores>> (himno oficial del XXII Congreso Eucarístico celebrado en
Madrid en junio de 1911). A los compases del mismo los portadores de los pasos llevaron las imágenes
a una cercanía de amor. San Miguel frente a Ntra. Sra. del Buen Suceso y el
pueblo cantando el himno ha sido la más completa de las novedades vividas en las fiestas del
presente año. Precioso y emocionante.

Recogido el Arcángel
en su templo, la Virgen, que continuaba en la plaza, fue testigo de un acto de
la Hermandad Sacramental, San Miguel
Arcángel y Ntra. Sra. del Buen Suceso. El Hermano Mayor hizo entrega pública, a
don José Santos Monge Rodríguez de una fotografía de la Virgen en
agradecimiento por sus años de costalero. Seguro que en el cristal del portafotos Ella verá
reflejadas las caras de todos sus hijos que la llevaron, los que aún viven y
los que fallecieron que ya disfrutan en su
presencia.
En la segunda hora del
nuevo día y mientras majestuosamente hacía su entrada la Virgen, se producía la última novedad de estas fiestas 2015. Los
fieles que arropaban el paso entonaron, de forma espontanea, el himno Virgen
del Buen Suceso, acompañando las notas de la marcha del mismo título que
interpretaba la banda de música.
-Bienvenidas sean estas novedosas innovaciones que se han
vividos en las fiestas, seguramente serán necesarias y enriquecedoras. No hay
porqué temer los posibles cambios y
novedades que se presenten, siempre que se mantenga el profundo sentido de las tradiciones-.
Crónica 070.
Castilleja del Campo, miércoles 12 de agosto de 2015