martes, 10 de noviembre de 2020

ARQUITECTURA Y URBANISMO DE TEJADA (3)

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

Este artículo sobre Tejada la Vieja nos acerca a la arquitectura y el urbanismo de la urbe de la mano de dos especialistas en arqueología, Carmen García Sanz y Jesús Fernández Jurado, director del proyecto. (Sección de Arqueología  de la Diputación de Huelva).

A pesar de las sucesivas excavaciones llevadas a cabo en este yacimiento protohistórico solo se conoce el último momento de la ocupación. La situación geográfica del asentamiento explica el porqué de las dimensiones que presenta el yacimiento de Tejada la Vieja. Desde sus inicios, uno de los ejes de la actividad económica de sus habitantes, estaba relacionado con las actividades de la minería y metalúrgica efectuadas en el área de Aznalcollar. Por lo tanto el núcleo de la población se situó en el paso entre la zona minera y el ámbito costero donde se localizaban los centros metalúrgicos y comerciales (1).

Sin más dilación vamos a conocer la arquitectura de Tejada, comenzando por los  Edificios viviendas. Según el estudio de los arqueólogos citados, los tipos de edificios poseen habitaciones cuadrangulares con estructuras construidas con piedras, pizarras o calizas, poco trabajadas, sin que pueda afirmarse la utilización de mortero en su construcción, aunque no se descarta  el uso de la arcilla. La Cimentación de los zócalos de los muros, de aproximadamente un metro de altura por 50 cm. de grueso, consiste en el embutido en tierra de la primera hilada de piedras, levantando a continuación del zócalo las paredes de tapial o adobes. Un tipo de construcción similar a otros yacimientos de época tartésica. En cuanto a los pavimentos, en general se encuentran realizados con tierra batida, aunque en otros se encontraron pavimentados  con pequeñas lajas de pizarra, un material  que abunda en la zona. Sus dimensiones, aspecto exterior y la presencia de abundante número de ánforas en su interior, descubre la posibilidad de considerar estas construcciones como viviendas.

Las cubierta de las edificaciones, de las no se conservan restos, estarían formadas con materiales vegetales y, en otras ocasiones, con lajas. Evidencia lo dicho la cantidad de pizarras halladas en el interior de algunas viviendas. Este caso explica la construcción de pilares construidos en piedra dentro de las estancias para soportar el mayor peso de este estilo de techumbre. Estos pilares de planta cuadrada también se localizan en  la calle, como una especie de galería cubierta en  un  espacio  de la vía pública, junto a  los muros de las edificaciones. La organización interior de estas viviendas, al parecer, contaba con un espacio abierto interior de donde se accede a las estancias mediante vanos, definidos por los umbrales construidos con lajas de pizarra de gran tamaño.

Edificios almacenes. Además   de  estas  “viviendas” aparecen otras construcciones realizadas en piedra y pizarras muy bien trabajadas, de mejor y más cuidada factura. Tienen planta rectangular, siendo mayores que las citadas viviendas, con muros de mayor anchura a los descubiertos hasta la actualidad en este yacimiento. En su interior se hallaron restos de piedras posiblemente  de los pilares citados anteriormente en las viviendas. Este tipo de habitaciones ocupa una zona excavada por el Dr. Blanco en 1974, sacando a la luz un edificio de 19,50 metros de largo por 16,50 de ancho, siendo interpretada la construcción como un edificio tipo almacén   (2). A partir de la excavación en otra área por el arqueólogo Fernández Jurado en 1986, el hallazgo de abundantes ánforas y las mayores dimensiones que presentaban, estas edificaciones pueden considerarse que su función era el almacenaje o de un edificio multiusos. Estas estancias se comunican entre ellas a través de vanos interiores, en una distribución interna cerrada al exterior.

Estructuras circulares. En una zona de paso y uso público se encontraron estructuras de planta circular, construidas con zócalos de piedra, pizarra y cantos. Al encontrase en su interior gran cantidad de elementos cerámicos se considera que pudiera ser hornos de producción cerámica. La ubicación de estos hornos en la calle y sus características, confirma su uso alfarero. Y aunque su forma y dimensiones son similares a los hornos metalúrgicos, no se hallaron en el entorno restos de mineral ni escoria de fundición. Por otro lado, tampoco hay restos de cenizas, tierra quemada, etc. Esto  hace pensar que los posibles hornos de ceramistas pudiera tener  otros usos, así que no se descarta la de ser silos.

Tahonas. Entre las actividades cotidianas de las que se realizaban fuera de las viviendas, estaban las propias de manutención, como atestiguan unos hogares circulares de unos 90 cm. de diámetro, formado con arcilla rojiza muy limpia  que pudieron corresponder a tahonas. Igual que los hornos no se han conservado las cúpulas que cubrición. Al encontrarse ubicadas  fuera de las viviendas indica que era una actividad domestica de uso comunitario.

Lavadero de mineral. Junto a las  anteriores estructuras analizadas, en una zona hacia el sur y cerca de la muralla, aparecen otras construcciones muy anchas dispuestas en paralelo y cercanas entre sí, formando un espacio rectangular dedicado a las actividades minero-metalúrgicas que puede interpretarse como “lavadero de mineral”. Una construcción que presenta una estructura similar a las encontradas en las viviendas.


El urbanismo de Tejada. La ciudad presenta un urbanismo planificado que se desarrolla en base de las vías públicas que delimitas las distintas manzanas y otros edificios que componían la ciudad. Las calles presentan una anchura variable, alcanzando una de ellas los siete metros y no parece que estuvieran empedradas. Tan solo en las zonas de acceso a las viviendas aparecen lajas de pizarra que pudieran corresponder a estos empedrados, el resto están pavimentadas de tierra en las que se hallaron bastantes restos de material arqueológico. Al menos este pudo haber sido el entramado urbano a finales de la ocupación Turdetana en el siglo IV a.C. Por otro lado existen áreas especializadas y definidas por la actividad que en ellas prevalecen, definidas también por la propia planificación urbana. Por ejemplo hay zonas dedicadas a almacenes, separadas de las manzanas de viviendas y las zonas metalúrgicas cerca de la muralla. Por lo tanto, en el ordenamiento urbano llevado a cabo en Tejada la Vieja, parece definirse en áreas  con funciones concretas en el entramado económico y social. Manzanas de viviendas, zona de almacenes, edificios públicos, y el entramado industrial. Una estructura urbanística que refleja una importante organización social y especialización laboral entre sus pobladores, pero no nos permite conocer el mayor o menor rango de sus ocupantes.

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1.- FERNÁNDEZ JURADO, Jesús / GARCÍA SANZ, Carmen. “Arquitectura y Urbanismo de Tejada la Vieja”, (1989)

2.- A. BLANCO y B. ROTHEMERG. “Excavaciones de Tejada la Vieja”. Barcelona 1982.

 Nuestro agradecimiento a Damián Fernández-Gil Aguilar por cedernos sus fotografías

Historia 076. Castilleja del Campo, martes 10 de noviembre de 2020