jueves, 2 de enero de 2020

LOS REYES MAGOS DE LA DISCORDIA


Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Hasta los Reyes Magos de 1989 llegaron las salpicaduras del vertedero. Un proyecto que en la temporada 1988-89 ya había liquidado la tradicional afición por el fútbol local y al Club Deportivo San Miguel. Una fecha que marcó un antes y un después en las vidas y las relaciones de amigos, convecinos y familiares. Unos y otros enfrentados ante el proyecto de la Diputación Provincial de Sevilla para instalar una planta de tratamiento de residuos urbanos en nuestro término Municipal.

Mi intención no es de remover el recuerdo  de aquel lamentable suceso –como apunté en los artículos publicados sobre la historia del fútbol local–. Esto llevaría a reabrir viejas cicatrices de forma gratuita, haciendo más daño que beneficio a las personas y, sobre todo, a quienes va dirigido este festejo: los niños. ¿Cómo organizar un evento para niños, cuando los mayores se encuentran enfrentados? Y precisamente en los meses en que la paz, el amor y la concordia y otros valores, –bases de la convivencia– se viven con más intensidad entre amigos, vecinos y en el seno de las familias. 
Pero, con toda rotundidad,  como también fue parte de la historia y de alguna manera salpicó la celebración de Reyes Magos, llegando incluso a poner en peligro su continuidad; me encuentro en la obligación de dejar constancia de los intentos, por ambas partes, de celebrar el evento.

Por su lado, la Delegación de Cultura del Ayuntamiento y la Asociación juvenil “El Porche”, entidades con posturas a favor del “vertedero” y responsables de organizar la cabalgata, el día 9 de enero de 1989 emitieron conjuntamente un comunicado dirigido a los ciudadanos, con el que se excusaron de no haber podido realizar la Cabalgata de los Reyes Magos por falta de colaboración, de tiempo y por amenazas de algunas personas que estaban en contra de la instalación del vertedero. Las 43.450 pesetas, recaudadas para la Cabalgata de Reyes, fueron depositadas en una cuenta a nombre del presidente de la Asociación y del concejal de Cultura.
Por su parte, la “Comisión anti-vertedero”, que contaba con la mayoría del apoyo ciudadano, tenía acceso a las estructuras de las carrozas y disponía de medios para ello, tampoco organizó la Cabalgata, quizá para evitar males mayores.

Aún así, al atardecer de aquel jueves 5 de enero de 1989, la citada comisión organizó en las caballerizas del Palacio una recepción de los Magos de Oriente para  niños y mayores. Los tres reyes y la estrella repartieron caramelos, golosinas y los juguetes aportados por sus padres.
María Irene Luque Borrego, en la imagen de La Estrella y Antonio López Adorna como Baltasar repitieron en sus figuras del año anterior, siendo Antonio Gómez y Manuel Cabello quienes  representaron a los monarcas Melchor y Gaspar en el día de la alegría de aquel triste año.

Esta, que tenía que haber sido una festividad donde los niños, como sus padres y los padres de sus padres, entraran de una manera especial en el sueño de la noche de ilusiones, el sueño  la noche de Reyes Magos, se vio empañada por un desagradable asunto entre adultos, cuyas consecuencias repercutieron y sufrieron los más inocentes, quienes no tomaron parte en aquella historia, los niños y niñas de Castilleja del Campo.

Historia 065. Castilleja del Campo, jueves 2 de enero de 2020