lunes, 26 de octubre de 2015

CRÓNICA DE OCTUBRE, EL MES DEL TEATRO


Finaliza las representaciones del Certamen

Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
El pasado domingo pasó por las tablas del teatro del Centro Cultural María Moliner la última de las cuatro compañías seleccionadas que participaron en el Certamen de Teatro Aficionados 2015. Ahora será el jurado quien decida y premie el trabajo realizado, el arte desgranado y la empatía con el público que  sus representaciones han dejado en este escenario.Su decisión se desvelará la noche del sábado 31 de octubre en la Gala de entrega de premios y clausura del Certamen.
Mientras llega la fecha, bien merecen que hagamos una reseña de las compañías que han intervenido y, de paso, el reconocimiento público a sus esfuerzos, ilusiones y los trabajos desarrollados.

De la intervención de UGTEATRO, con su obra “Juegos prohibidos” ya dejamos constancia en la crónica de la inauguración. Ahora y siguiendo el orden de intervención de las compañías, esta fueron  las tres siguientes obras representadas.


Con un patio de butacas rozando el lleno, el sábado 10 de octubre se presentó la compañía ESCAPARTEATRO, dispuesta a llevarse algo del respetable, con la obra del francés Francis Veber, “La Cena de los Idiotas” estrenada en 1993.
Una  comedia cruel, dirigida por Ana Peciña, que relata la costumbre de Luis Mayo y sus amigos que se reúnen para cenar todos los miércoles. A la cena, cada uno tiene que llevar de invitado al mayor idiota que encuentre, el que consiga presentar el idiota más espectacular será el ganador de la semana.
Luis, que cree haber  encontrado una auténtica joya en lo que a idiota se refiere, decide invitarlo a su casa antes de la cena, con la idea de comprobar hasta dónde llega la esperpéntica idiotez de Agustín Moran. Luis no sabe que  el Sr. Moran es un gafe redomado y maestro de provocar enredos y caos monumentales.
El guión de la obra representada, más que una adaptación es una reconversión del original de Francis Veber. Aún así ha conseguido no solo trasladar la localización de Paris a Madrid, también los personajes y el humor son españoles. Pero quizás sea la frescura de los diálogos y una sana imaginación las que reivindica la risa por medio de la palabra, el gesto y el enredo.
Tanto montan, Luis Mayo como Agustín Moran, personificados por  Manuel Halcón y Valentín Trinidad respectivamente. Dos actores que provocaron varias veces espontáneos aplausos y risas por doquier, sin desmerecer las intervenciones de las dos actrices y los tres actores más.
Al final todos los personajes intervienen directa o indirectamente y el público no pudo contener la risa con las situaciones que estos generaron. De esta forma <<Escaparteatro>> consiguió, en cien minutos que se hicieron cortos, llevarse del respetable, no solo la risa y los aplausos durante la representación,  también la apretada ovación final de los aficionados de Castilleja del Campo.
En resumen una inteligente crítica a una sociedad en la que no es fácil saber quién es realmente el idiota.


La   compañía sevillana LA TUERTA TEATRO se presentó el sábado 17, para dar otra vuelta de tuerca a la  obra de Pablo Canela “Los Supervivientes”. Al menos en nuestra localidad ya que  el año pasado, el domingo 9 de noviembre, representaron la misma obra como estreno absoluto en estas  tablas a la que ahora han llegado  para competir en el Certamen de Teatro Aficionado.
-¿Tiene explicación, que de veintitantos grupos que se inscribieron al concurso, el Comité de Selección no ha tenido otra opción o alternativa, para tener que repetir una compañía cuya obra  ya era conocida por los aficionados? Si este Certamen tiene como fin enriquecer la afición local con la cultura del teatro, no se puede ser mezquino en cuanto a la variedad se refiere. A más diversidad más amplios serán los horizontes-
Como ya todos conocemos la obra de Pablo Canela “Los Supervivientes”, nos acordamos de un dramita con toques de humor negro con pretensiones reflexivas sobre la tolerancia, no siempre alcanzadas. Los protagonistas, Pablo Canela, Marta Pajuelo y Cristina Royo, realizaron una pasable interpretación bajo la dirección de Nono Gándara, de la que se salva la impactante escena del parto.


En la tarde del pasado domingo, en una hora no muy de teatro y en sustitución de una compañía de Cádiz, intervino la Fundación Universidad Loyola de Andalucía, de Córdoba. Compañía participante en el Certamen del pasado año que consiguió dos galardones con la obra “El perro del hortelano”.
Esta vez han vuelto al escenario del María Moliner con la comedia “La importancia de llamarse Ernesto”, obra de un clásico Ingles. Quizás la última comedia que escribiera Oscar Wilde en 1895
Ubicada en la Inglaterra de la época Victoriana, la comedia trata sobre las costumbres y la sociedad de aquella lejana sociedad decimonónica.  
Yack, que vive en el campo como  protector de Cecilia, para divertirse hace escapadas a Londres haciéndose pasar por un imaginario hermano llamado Ernesto, tan extravagante como su amigo Algy. El objetivo de su último viaje es proponer matrimonio a la prima de Algy, Mis Gwendolin. La chica acepta, pero su madre, la terrible Lady Augusta tiene otros planes para su hija. Y continúan los enredos entre frívolos amores.
La magistral comedia de Wilde, cuyo original, dependiendo de la edición,  se resuelve en 3 o 4 actos, es una mordaz sátira, de la superioridad de las clases altas. Sin embargo,  el grupo  Fundación Loyola ha presentado una adaptación reducida a dos  actos y una duración de 105 minutos que han resultado  largos.
El vestuario femenino encaja en la época, no así el de los personajes masculinos, que junto a la escenografía, más bien daba la imagen de comedia costumbrista.
Buena la interpretación tanto de Jack (Ernesto) como de su amigo Algy, así como las dos jóvenes actrices en los papeles de Gwendolin y Cecilia, aunque esta última se hizo un poco de lio con el diálogo, tratando de tío y a la vez de primo a su tutor Jack y de reverendo y doctor al reverendo “Casulla”. Destaca también la actriz que interpretó  el personaje de tía Augusta, sin desmerecer el trabajo de la actriz en el papel de institutriz de Cecilia; los dos mayordomos y el actor que interpretó al Reverendo.

La suerte está echada, ahora le toca al jurado representar su papel, la ingrata papeleta de elegir quien será la mejor actriz, el mejor  actor, la mejor escenografía y la mejor representación. El sábado 31 el jurado nos desvelará sus decisiones. -Allí estaremos-.  


Crónica 074. Castilleja del Campo, lunes 26 de octubre de 2015