Finaliza las
representaciones del Certamen
Por
Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
El
pasado domingo pasó por las tablas del teatro del Centro Cultural María Moliner
la última de las cuatro compañías seleccionadas que participaron en el Certamen
de Teatro Aficionados 2015. Ahora será el jurado quien decida y premie el
trabajo realizado, el arte desgranado y la empatía con el público que sus representaciones han dejado en este escenario.Su decisión se desvelará la noche del sábado 31 de
octubre en la Gala de entrega de premios y clausura del Certamen.
Mientras
llega la fecha, bien merecen que hagamos una reseña de las compañías que han
intervenido y, de paso, el reconocimiento público a sus esfuerzos, ilusiones y
los trabajos desarrollados.
De
la intervención de UGTEATRO, con su obra “Juegos prohibidos” ya dejamos constancia
en la crónica de la inauguración. Ahora y siguiendo el orden de intervención de
las compañías, esta fueron las tres
siguientes obras representadas.
Con
un patio de butacas rozando el lleno, el sábado 10 de octubre se presentó la
compañía ESCAPARTEATRO, dispuesta a llevarse algo del respetable, con la obra
del francés Francis Veber, “La Cena de los Idiotas” estrenada en 1993.
Una
comedia cruel, dirigida por Ana Peciña,
que relata la costumbre de Luis Mayo y sus amigos que se reúnen para cenar todos
los miércoles. A la cena, cada uno tiene que llevar de invitado al mayor idiota
que encuentre, el que consiga presentar el idiota más espectacular será el
ganador de la semana.
Luis,
que cree haber encontrado una auténtica
joya en lo que a idiota se refiere, decide invitarlo a su casa antes de la
cena, con la idea de comprobar hasta dónde llega la esperpéntica idiotez de
Agustín Moran. Luis no sabe que el Sr.
Moran es un gafe redomado y maestro de provocar enredos y caos monumentales.
El
guión de la obra representada, más que una adaptación es una reconversión del
original de Francis Veber. Aún así ha conseguido no solo trasladar la
localización de Paris a Madrid, también los personajes y el humor son
españoles. Pero quizás sea la frescura de los diálogos y una sana imaginación
las que reivindica la risa por medio de la palabra, el gesto y el enredo.
Tanto
montan, Luis Mayo como Agustín Moran, personificados por Manuel Halcón y Valentín Trinidad
respectivamente. Dos actores que provocaron varias veces espontáneos aplausos y
risas por doquier, sin desmerecer las intervenciones de las dos actrices y los
tres actores más.
Al
final todos los personajes intervienen directa o indirectamente y el público no
pudo contener la risa con las situaciones que estos generaron. De esta forma
<<Escaparteatro>> consiguió, en cien minutos que se hicieron
cortos, llevarse del respetable, no solo la risa y los aplausos durante la
representación, también la apretada
ovación final de los aficionados de Castilleja del Campo.
En
resumen una inteligente crítica a una sociedad en la que no es fácil saber
quién es realmente el idiota.
La compañía sevillana LA TUERTA TEATRO se presentó
el sábado 17, para dar otra vuelta de tuerca a la obra de Pablo Canela “Los Supervivientes”. Al
menos en nuestra localidad ya que el año
pasado, el domingo 9 de noviembre, representaron la misma obra como estreno
absoluto en estas tablas a la que ahora
han llegado para competir en el Certamen
de Teatro Aficionado.
-¿Tiene
explicación, que de veintitantos grupos que se inscribieron al concurso, el
Comité de Selección no ha tenido otra opción o alternativa, para tener que
repetir una compañía cuya obra ya era
conocida por los aficionados? Si este Certamen tiene como fin enriquecer la
afición local con la cultura del teatro, no se puede ser mezquino en cuanto a
la variedad se refiere. A más diversidad más amplios serán los horizontes-
Como
ya todos conocemos la obra de Pablo Canela “Los Supervivientes”, nos acordamos
de un dramita con toques de humor negro con pretensiones reflexivas sobre la
tolerancia, no siempre alcanzadas. Los protagonistas, Pablo Canela, Marta
Pajuelo y Cristina Royo, realizaron una pasable interpretación bajo la dirección
de Nono Gándara, de la que se salva la impactante escena del parto.
En
la tarde del pasado domingo, en una hora no muy de teatro y en sustitución de
una compañía de Cádiz, intervino la Fundación Universidad Loyola de Andalucía,
de Córdoba. Compañía participante en el Certamen del pasado año que consiguió
dos galardones con la obra “El perro del hortelano”.
Esta
vez han vuelto al escenario del María Moliner con la comedia “La importancia de
llamarse Ernesto”, obra de un clásico Ingles. Quizás la última comedia que
escribiera Oscar Wilde en 1895
Ubicada
en la Inglaterra de la época Victoriana, la comedia trata sobre las costumbres
y la sociedad de aquella lejana sociedad decimonónica.
Yack,
que vive en el campo como protector de
Cecilia, para divertirse hace escapadas a Londres haciéndose pasar por un
imaginario hermano llamado Ernesto, tan extravagante como su amigo Algy. El
objetivo de su último viaje es proponer matrimonio a la prima de Algy, Mis
Gwendolin. La chica acepta, pero su madre, la terrible Lady Augusta tiene otros
planes para su hija. Y continúan los enredos entre frívolos amores.
La
magistral comedia de Wilde, cuyo original, dependiendo de la edición, se resuelve en 3 o 4 actos, es una mordaz
sátira, de la superioridad de las clases altas. Sin embargo, el grupo Fundación Loyola ha presentado una adaptación
reducida a dos actos y una duración de 105
minutos que han resultado largos.
El
vestuario femenino encaja en la época, no así el de los personajes masculinos,
que junto a la escenografía, más bien daba la imagen de comedia costumbrista.
Buena
la interpretación tanto de Jack (Ernesto) como de su amigo Algy, así como las
dos jóvenes actrices en los papeles de Gwendolin y Cecilia, aunque esta última
se hizo un poco de lio con el diálogo, tratando de tío y a la vez de primo a su
tutor Jack y de reverendo y doctor al reverendo “Casulla”. Destaca también la
actriz que interpretó el personaje de
tía Augusta, sin desmerecer el trabajo de la actriz en el papel de institutriz de Cecilia; los
dos mayordomos y el actor que interpretó al Reverendo.
La
suerte está echada, ahora le toca al jurado representar su papel, la ingrata
papeleta de elegir quien será la mejor actriz, el mejor actor, la mejor escenografía y la mejor
representación. El sábado 31 el jurado nos desvelará sus decisiones. -Allí
estaremos-.
Crónica
074. Castilleja del Campo, lunes 26 de octubre de 2015