El Club Deportivo San Miguel
Por Juan C. Luque Varela, Cronista
oficial de la Villa
Comenzaba la década de los años 60 cuando José Antonio Zaragozá
Alcover, (Pepín) tenía a su
cargo la responsabilidad del equipo. En su efímera pero productiva gestión
diseña el escudo, la imagen corporativa en impresos con membretes y el sello de
caucho del Club. A partir de entonces El Castilleja y después el Philips se
conocería con el nombre de Club Deportivo San Miguel. A su vez redacta una
memoria con el nuevo nombre que remite al Ministerio Nacional de Educación
Física y Deportes, solicitando apoyo para el mismo. El organismo se limita a
enviarle un vestuario de baja calidad que apena duró una temporada.
Posteriormente, José A. Zaragozá adquiere en <<Idígoras>>,
comercio sevillano especializado en
material deportivo, una equipación completa para 13 jugadores. Camisetas de color amarillo, calzón azul, medias
blancas y botas de tacos. ¡Las primeras botas de fútbol para la afición de
Castilleja del Campo! Unos jugadores que también estrenaron nuevo nombre para
el equipo:<<Club Deportivo San Miguel>>
El auge que el fútbol tenía en la localidad y la presión por parte de
los participantes, consiguió que el Ayuntamiento mandara a retirar un poste del
tendido eléctrico que años antes había sido colocado en el centro del campo de
fútbol. Aquel tendido eléctrico, que
suministraba el fluido a la bomba que impulsaba el agua para el servicio público, fue modificado quedando, por fin,
expedito el terreno.
Por aquellos años, además de Pepín y Manuel Da Veiga Brito (Manolito
el portugués), se incorpora como entrenador a finales de 1963 Juan Calero Rodríguez. Este último gestiona una
nivelación el terreno del juego, la primera que se acometió después de 20 años
practicándose el fútbol en aquel campo. Aprovechando las máquinas niveladoras
consigue soterrar el surco formado por
las escorrentías de agua que bajaban de los terrenos colindantes y desvía
el camino de Escacena, que atravesaba el
campo de fútbol, desde el lateral derecho del gol sur al córner del gol norte. Muchas veces hubo que
detener un partido por el paso de animales, carros y tractores agrícolas.
Sin definir el puesto que cada uno defendía en el equipo, vamos relacionar
los jugadores del San Miguel entre 1960 y 1964.
En la portería Pedro Caraballo y Antonio Cabrera. Jugadores: Manuel
Tebas Muñoz (el triste), Francisco Calero Rodríguez (Curro), Rafael Morillo Molina (azuaga), Francisco
Muñoz Monge (Cisqui), José Luque Monge (de Margarita), Juan Criado Caraballo
(el Villa). Los hermanos Muñoz Moreno, Adolfo y Amador, Vicente Zaragozá Alcover, José Luis Luque
Sánchez (el cartero), Manuel Crespo Escobar, Rubio (de la belenda) y los hermanos Rodríguez
Sánchez, José María y Francisco (de Rita).
Juan Calero Rodríguez, entrenador del pujante San Miguel, se quedó
solo a principio de 1964. A partir de
aquí hacía de todo en el equipo, desde
presidente, manager y tesorero a
entrenador, resumiendo: el que daba la cara. Se rodeó de algunas personas con
las que formó algo parecido a una junta directiva, entre ellos Juan Antonio
Luque Varela que, además de ser uno de los porteros reservas, se encargaba de
la secretaría y Aurelio Muñoz Monge
(Yeye), ayudante, mantenedor del terreno de juego y mano derecha del
entrenador.
Para afrontar los gastos de aquella etapa y capitalizar una caja llena
de telarañas, que no tenía más ingresos
que el taquillaje, comenzaron a organizar rifas, no solo en el pueblo, también
vendían sus papeletas en las localidades a las que se desplazaban para
competir.
Según la información que aporta Juan Calero, en la plantilla del Club
Deportivo San Miguel se inscribieron más de 40 jugadores entre 1964 y 1975, que
fueron los años de su gestión. Para hacernos una idea relacionaremos sus
nombres, comenzando por los mayores hasta llegar cronológicamente a los más
jóvenes que se incorporaron a mediados de los años `70. Los mencionados
anteriormente, que también continuaron jugando varios años más en esta etapa,
no vamos a relacionarlos nuevamente.
PLANTILLA DEL SAN MIGUEL
José Luque Rufino (Pepe de la Julia), Luis Luque Moreno, Aurelio Muñoz
Monge, Luis Rodríguez Sánchez (de Rita), Enrique Ramírez Monge, Juan Marcelo
Monge Cabrera, Manuel Rodríguez Román, José Luque Varela (de Aniceto) y los
hermanos Luque Varela José y Tomás (de Lucía). José Luis Calero, Manolo Borrego
Cárdenas, los hermanos Suarez Reinoso, Antonio y Alfredo; Jacinto Rodríguez
Tebas, Juan Lucas Rebollo Reinoso, Isidro Caraballo Corchero y los hermanos Muñoz Moreno, Salvador y Sebastián.
Antes de continuar con la relación de los aficionados locales más
jóvenes daremos cuenta de otros jugadores foráneos, como fueron: Eduardo (el
Ruso) un magnífico guardameta. El Capellán, Alfredo (el paragüitas), Manolito
(perragorda) y Antonio Galeano; todos de Carrión de los Céspedes. Además, un
tal Machicha que procedía de Paradas.
Quedan por nombrar a los hermanos Delgado Rodríguez, José y Jesús (de
la bomba); los Rodríguez Tebas, Antonio y Miguelillo (de Miguela); y los Vázquez
Macías, Juan Carlos y Antonio Ángel.
Un punto y aparte merece Antonio Adorna Sánchez, al ser el deportista
más joven que jugó en el equipo de fútbol de Castilleja del Campo. Según el
entrenador Juan Calero, que lo alineó con jugadores que casi le doblaba la
edad, tenía una técnica especial, pasando el esférico a su tiempo, buen toque
del balón y un gran regate. Resumiendo, difícilmente se encontraba un jugador
tan completo. –A ser tan bueno pasó lo que se esperaba –continuada el
entrenador-, que fue fichado, primero por el Carrión y después por La Palma del
Condado.
Entre 1960 y 1975 el Club Deportivo San Miguel se enfrentó con equipos
de 10 pueblos de Huelva, con 7 de la
sierra Sevillana y Onubense y casi todos
los del Aljarafe, además de algunos de la marisma como Villamanrique de la Condesa.
Todos ellos devolvían la visita. Para los trofeos de las Fiestas de agosto se
gestionaban especialmente con equipos de Sevilla como La Cruz del Campo y el
Estrella del Sur.
Quizás por ello, en la dilatada
trayectoria del fútbol local y las continuadas visitas a los pueblos del
entrono, comenzaron a dar otros frutos al margen de lo puramente deportivo. Se
fomentaron tanto los lazos de amistad entre visitantes y visitados que, en
algunos casos, estas relaciones terminaron
tan formales que llevó al altar a más de uno. Asegura un informante
que en la localidad de Huevar llegaron a formalizarse 5 parejas entre jugadores
de nuestro pueblo con chicas de aquella localidad.
–Tema este para un interesante estudio antropológico: social,
etnográfico y cultural-
En la próxima publicación continuaremos con el relato del fútbol local
de esta época. Ahora es el momento de agradecer y valorar a las personas que, hasta el presente, se han prestado a colaborar, informar y
formar a este cronista que es profano en lo que a fútbol se refiere. Ellos son:
Narciso Luque Romero, Miguel Luque Rodríguez, Enrique Fernández Rodríguez,
Daniel Romero Monge, Juan Calero, José Antonio Zaragozá y José Luque Varela.
Además de ellos obtuve una valiosa información de un cuaderno de
memorias de mi recordado primo Juan Antonio Luque, conocido en el mundo
futbolístico como <<Varela>>.
Historia 031. Castilleja del Campo,
domingo 5 de abril de 2015