martes, 2 de diciembre de 2014

LA CALLE DONDE TÚ VIVES (1)

Los nombres de las calles

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
¿Quién no ha sentido  alguna vez la  curiosidad por saber si la calle donde vive fue siempre así o tendría otra fisonomía, otro nombre, o si tal vez existió en la antigüedad?
-Poner nombres a las calles nació por la necesidad de situarlas en el espacio urbano del conglomerado de las villas y ciudades. El nombre de las calles refleja la manera de ver el mundo la sociedad que le ha dado nombre, porque las calles de un pueblo son como páginas de un libro de historia-.

Desde la época medieval eran ellos mismos, los propios vecinos,  los que ponían nombres a las calles, plazas y caminos; y se ponían a partir de una característica que los habitantes podían identificar sin problemas. Característica del terreno y accidentes geográficos, cruce con otra calle, también si había un pozo o una fuente: como calle de la Cuesta, calle de los Cuatro Cantillos,  o calle de la Fuente. Por el nombre del primer vecino que construyo su casa, la primera casa, ejemplos como calle de Federico y calle de Galinda. También por los oficios o acciones económicas que se encontraban establecidos en la calle: calle del Horno, calle de Labradores, calle del Molino. Otras veces se daban nombres a partir de edificios relevantes: como calle   del Ayuntamiento, del Palacio, de la Iglesia o de la Cruz.
Pero esto no siempre fue así.

Con el triunfo de la Revolución francesa (1789), toda Europa, incluida España, ve dividida su población entre los partidarios de los cambios burgueses que proclama la misma (liberales), y los que querían mantener el Antiguo Régimen (absolutistas). Francia comienza, en 1796, a expandir sus ideales fuera de sus fronteras, lo que hace que aquellos países donde predominaba la facción antiguo regimental (Reino Unido, Imperio Austro-Húngaro, Rusia…) le declarasen conjuntamente la guerra. El entonces rey de España, Carlos IV, aun en contra de los ideales revolucionarios, termina cayendo en manos napoleónicas debido a la crisis que sufre la monarquía hispana en aquellos momentos, lo cual divide a su vez a los afectos al Antiguo Régimen español en afrancesados y no afrancesados. Sus diferencias, unidas al hecho de que, por un lado, los liberales fomenten discordias entre ambos, poniéndose del lado de los afrancesados, y por otro, a que Napoleón decida invadir España, librándose la Guerra de la Independencia (1808-1812), finaliza con la proclamación de la primera constitución española de carácter liberal: “La Pepa”. Es el inicio de la implantación, como nueva doctrina política, del liberalismo español, en principio efímera (nada más terminar la guerra, Fernando VII vuelve a implantar el absolutismo), pero que no cesará de luchar por adquirir el sitio que merece a lo largo de todo el siglo. Así, tras el brevísimo Trienio Liberal (1820-1823), apenas un ensayo, la muerte del “Deseado” o, según otros, del rey “Felón”, hace que llegue a promulgarse la Carta Otorgada de su viuda María Cristina (1834), iniciándose con su regencia, y ya sin solución de continuidad a lo largo de todo el siglo XIX, la instauración de gobiernos alternos liberales y conservadores, que es el nombre que se les da a los absolutistas adscritos al Nuevo Régimen.
No será un camino de rosas, pues a su paso irán creándose diversas facciones de cada uno de ellos (radicales, moderados, progresistas, posibilistas, reformistas…), proclives al establecimiento de distintos sistemas políticos (monarquía conservadora, monarquía parlamentaria, república…), dándose cuenta los gobernantes que poner nombres a las calles puede dar prestigio a su persona, a personajes allegados y propaganda a su causa.
Comienza así el cambio en la rotulación del viario urbano en todo el territorio español a merced de los gobiernos, los políticos y las tendencias sociales. Cambios que se realizaron con el beneplácito de la autoridad municipal desde 1860 (según ley de 24 de febrero), pues es a partir de esta fecha cuando los Ayuntamientos intervienen oficialmente a la hora de dar nombre a las calles.

En la actualidad nuestro Municipio tiene rotuladas 19 calles y 4 plazas. Una urbanización en el casco urbano, cuyas calles no están contempladas en la cifra anterior y un núcleo residencial en extramuros con el nombre de <<Huerto Esquivel>> que cuenta con 17 viviendas.

RELACIÓN ACTUAL  DE LAS  CALLLES DE CASTILLEJA DEL CAMPO
         C/ Alegría
         C/ Vista Alegre
         C/ Buena Vista
         Avenida de Andalucía
         C/ Doctor Fleming
         C/ Federico
          Plaza de San Miguel
Cuatro de Diciembre
Plaza de María Gamero Cívico
C/ Ramón y Cajal
C/ Cervantes
C/ Antonio Machado
C/ Galinda
Avenida Constitución
C/ Venerable Mañara
C/ Vicente Aleixandre
Plaza Monseñor Oscar Romero (Iglesia)
C/ Virgen del Buen Suceso
C/ Miguel Hernández
C/ La Libertad
C/ San Miguel
C/ Martin Lutero King
Plaza Juan Ramón Jiménez (Ayuntamiento)            

Esta ha sido la primera parte  de las tres que conforman el presente  trabajo, fruto de dos meses de rastreo e investigación por legajos y libros del Archivo Municipal y Parroquial, que Cronista de la Villa  ha titulado <<La Calle donde tú vives>>. En la próxima publicación conoceremos los nombres de las primeras calles de Castilleja del Campo.


Historia 024. Castilleja del Campo, martes 2 de diciembre de 2014