martes, 3 de enero de 2017

CUARENTA AÑOS DE LOS REYES MAGOS


Una  tradición que continúa viva

Por Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
Adelantándonos a los Reyes que el próximo día 5 recorrerán las calles de nuestro pueblo, vamos a sacar a la luz una pequeña pincelada de la historia reciente de nuestro pueblo. Los Reyes Magos de hace cuarenta años.

Tras la investigación y comparadas las fotografías existentes, valoradas las imágenes aportadas por la familia de los interesados y cotejadas las fechas con otras fotos de la época, podemos recrear la Cabalgata de 1977.
El sistema de organización continuó más o menos con la misma fórmula. Un grupo de amigos reunidos para organizar su diversión  en las fiestas  navideñas, se plantean el reto de  sacar la Cabalgata de Reyes Magos.  Un proyecto como este, fraguado con la urgencia de una semana en una tarde cualquiera por unos jóvenes en los porches, al pie de la torre de la iglesia, puede resultar un tanto volátil y poco serio para alguien que esté lejos de sus pocos años. Pero, ¿cómo desfallecer cuando tu vida solo cuenta entre 15 y 17 años?

¡Manos a la obra! Estos jóvenes comienzan como la anterior y todas las demás organizaciones: recaudando donativos de casa en casa, más la aportación que entre ellos realizaran, con el fin de financiar el proyecto.
El montante económico tiene que dar para equipamiento (vestuario, pelucas, coronas y demás accesorios), unos comprados (los menos) y otros alquilados. -Cuidado, hay que reservar una cantidad para los caramelos-. No pueden faltar los caramelos, es el único vínculo directo entre los Reyes y los niños. El medio de desplazamiento seguirán siendo los asnos, como el año anterior.
Y en el vehículo de Manolo Cabello, por aquellos años novio de Dolores Gómez, su esposa en la actualidad, los futuros monarcas se desplazaron a la capital para adquirir y gestionar los artículos arriba mencionados. La vuelta resultó algo accidentada y lenta por aquello del peso de la carga amen de los cuatro ocupantes. En algunos momentos pensaron que el pequeño “Seiscientos” se levantaría de manos como si de un alazán se tratase.
Otra de las muchas anécdotas fue protagonizada por uno de los animales de la comitiva,  un  trío compuesto de dos machos y una hembra en celo. Fue el burro que montaba Antonio Luque Cabrera, que animado por las insinuaciones de la burra, quiso dejar en buen lugar su género  y más de una vez estuvo a punto de descabalgar a su regio ocupante. Por otro lado, como no llevaba acompañamiento de paje alguno, se las tuvo que ingeniar solo para lidiar con aquel fogoso asno.


Así, al caer la tarde de aquel miércoles 5 de enero de hace 40 años, tres jóvenes: Antonio Luque Cabrera, Antonio Gómez Luque y Antonio Luque Caraballo representaron, con toda vitalidad, a Melchor, Gaspar y Baltasar en una alegre y divertida Cabalgata, aunque sin la figura de Estrella que les guiara. De esta guisa transcurrieron  los Reyes Magos por las calles y plazas de Castilleja del Campo.  
En la investigación para documentar esta historia, solo se halló la presencia de dos personas que encarnaron a otras tanta figuras de “Pajes”. Nena Monge ayudante del entonces su novio Antonio Gómez (primito) y Ani García Daza (Anita de Félix) paje de Baltasar (Caraballo).  En una fotografía, Anita aparece posando junto a unos niños, tras ellos se observa un tractor. Era el vehículo que montaban niños y jóvenes del acompañamiento y donde se recogía, a lo largo del recorrido de la comitiva, los regalos que posteriormente se les repartirán a los niños, niñas y mayores en la plaza de la iglesia. 

El nombre de la joven que fuera Estrella de Guía no está documentado, ni ninguno de los componentes puede aventurarlo. Nicolasa Rebollo  (“la Nico”) aporta una fotografía en la que aparece junto a la <<estrella insignia>> en el interior de una casa. Este documento es de poco valor ya que, al no aparecer montada sobre cabalgadura alguna o, al menos, integrando la cabalgata, es poco fiable. Por otro lado podía pertenecer al grupo de jóvenes que acompañaba montando una improvisada carroza. De todas maneras ahí queda el dato.

-Sirvan estas líneas para poner en valor el arrojo, la voluntad y el amor propio de unos jóvenes que se propusieron una meta y la consiguieron: llevar la alegría y la ilusión a los niños y niñas de su pueblo. La chiquillería de Castilleja del Campo-.

Historia 046. Castilleja del Campo, martes 3 de enero de 2017