jueves, 30 de marzo de 2023

RECONOCIMIENTO A UN POETA

 

Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

José Antonio Borrego Suárez, es un poeta autodidacta que nos habla en sus versos de la voz de nuestra Andalucía, sus campos y el paso del tiempo. Así como de su propia experiencia vivida a lo largo de los años. Él nos traslada en sus obras al lento, pero firme paso de la vida, de su gente y los recuerdos, con una importante carga social no exenta de ironía. 

A mediados de diciembre de 2022, el ayuntamiento de Castilleja del Campo adquirió varios ejemplares de los poemarios “Donde habita la lagartija” y “Los libros del páramo”, pertenecientes a la obra literaria de nuestro  vecino y poeta José Antonio.

La Corporación Municipal, además de felicitar al poeta local por su  obra,  hizo  donación de los ejemplares citados a bibliotecas públicas, a los colegios de nuestro pueblo y de Carrión de los Céspedes, así como a la Diputación de Sevilla. De este modo pone la cultura local a disposición de nuestros vecinos y población en general, dando a su vez, difusión y publicidad a través de las redes sociales en las que el consistorio está presente. 

Desde Cronista de la Villa, además de alegrarnos por el interés que ha mostrado el consistorio por su obra, también queremos dejar constancia de nuestro reconocimiento  al autor y poeta.

En este sentido, mantuvimos una reunión con él, no solo para hablar de su obra, de antemano conocida, sino para que nos permitiera entrar en su alma poética, descubrir cómo le llegó su trayectoria literaria y saber de su fuente de inspiración. 

José Antonio Borrego, conocido en su entorno de amigos por su apellido, “Borrego”, nos cuenta que el origen del deseo de escribir se pierde allá por los años escolares, cuando su maestro, don Juan,  leyó un pasaje de la Odisea de Homero, y al terminar ofreció el libro para quien quisiera leerlo. Él  levantó la mano, como si un resorte misterioso le obligará.

Maravillado de aquellas palabras, dio comienzo  todo. Luego, la curiosidad lo empujó a la lectura. Así, un libro tras otro, hasta descubrir esa ansiedad por las historias, por la magia que éstas encierran y lo que se consigue con ellas. 

<<La lectura, compulsiva e insaciable, me iba arrastrado a la necesidad de escribir. ¿Escribir para qué? ¿No es suficiente la lectura? No, no lo es, se impone la voz que habla dentro de uno, que pugna por salir. Entonces, cuando esto ocurre, empiezo a escribir. Porque siempre quise escribir, pero la vida impone una realidad, y eso me alejaba de poder hacerlo de forma pública y mucho menos de llegar a ser una profesión. Para mí se convierte en algo personal, secreto, otra vida íntima, que nadie conoce>>

Comenzó escribiendo sabiendo que elaboraba una obra personal. Puede que al principio no, solo aprendía y elaboraba una forma de contar con estilo, su estilo. Tal vez eso que se denomina una obra con resultado final, pero aún lejos de eso, del final. La posible calidad de esta o el interés que pueda despertar, no le importaba al principio, porque en el fondo siempre dudó que llegara a conocerse.

Borrego quiere dejar claro que nunca lo consideró una afición, que tuvo el convencimiento pleno que escribiría y realizaría su relato. El destino de todo eso era otra cuestión, algo incierto y probablemente sin ningún futuro: publicar. De esto también fue consciente.  

Pero todo se rodeó para alcanzar su proyecto: publicar. Un feliz día, Borrego le entrega a su amigo Ignacio, unos poemas, este considera que se deben publicar, que tienen la suficiente calidad. Gracias a este hecho, las murallas de la timidez, las dudas de que lo escrito tenga algún interés, desaparece, o se convence de que esas dudas las deben tener todos los que escriben. Así es como dio el paso para continuar escribiendo y publicando además.  Vuelve a señalar que no es una afición, que es una forma de vivir, que la diferencia estriba en que ahora lo comparte con los demás, y que guste más o menos a todos agradece cuando lo leen, por el respeto que le causa que los demás utilicen algo de su tiempo en ello. 

<<Los temas sobre los que escribo, lo determina el tiempo, no el del reloj, el otro, el de la vida, con los intereses que impone. Para mí escribir es vivir. La poesía es mirada, y  los versos es el relato de la forma de mirar. El poema es lo que se ha visto.

Siempre se escribe para que alguien lo lea, aunque esto no ocurra nunca, el lector es necesario, fundamental, todos los que escriben han sido lectores, solo que unos cruzan esa frontera y otros no, es una cuestión de ¨fatalidad¨>>.
Y terminó afirmando que, en esencia, todo está dicho. Que podía llevarse horas hablando, porque escribir es poner una palabra detrás de otra, para que alguien la escuche, al menos esa es su esperanza. 

Cronista de la Villa, aprovechando este artículo de reconocimiento y felicitación al poeta, comparte con los lectores el enlace de su blog poemario y de la revista de literatura “Los papeles del caracol”,  editada por José Antonio Borrego y otros autores.

Blog de “Relatos, poesías y ensayos”

Revista online de literatura “Los papeles del caracol”

Crónica 185. Castilleja del Campo, jueves 30 de marzo de 2023