Por
Juan C. Luque Varela, Cronista oficial de la Villa
De
entre los documentos recientemente recuperados, se encuentra la escritura de
compra de jurisdicción, de señorío y vasallaje de Castilleja del Campo por don
Juan Ponce de León, abuelo de Tomás Ponce de León y Cueto de la Madrid. Transacción
con la que Juan Ponce de León se autoproclamó Señor de la Villa, 47 años antes
de que se nombrara el primer marques de Castilleja del Campo. Documento que,
pasará a ser parte del libro: “Historia de Castilleja del Campo”, según el
proyecto para la redacción del mismo.
Mientras
esta noticia llega a buen puerto vamos a conocer, con una pincelada histórica,
la rama de la familia Ponce de León -
Illescas.
Inés
Ponce de León Illescas (Utrera 1561), hija de Alonso Ponce de León y de Isabel
Illescas, por tanto, nieta de Alonso el Viejo; contrajo matrimonio en 1576 con
Hernando Contador Dalvo (Málaga 1559). De este enlace nació Juan Ponce de León.
Juan contrajo matrimonio con su doblemente prima Violante Dalvo, heredera del
enlace Juan Contador e Isabel Núñez.
Visto
lo anterior, toca descubrir algunos datos sobre este tipo de transacciones y
las relaciones de vasallaje con su señor feudal.
El
primer trámite para la compra de jurisdicción, de señorío y vasallaje era fijar
la población aproximada de la villa que se pretendía adquirir y depositar el
tercio de su valor, después se hacia la medición del término y el censo de la vecindad.
Casi siempre el resultado era superior al calculado, porque los compradores
tenían interés en rebajar la población presunta para disminuir el tercio
adelantado.
El
señorío territorial vendría a definir el poder de un señor sobre los hombres y
tierras que se encontraban bajo su dominio eminente, mientras que el señorío
jurisdiccional comportaría un ámbito mayor de dominio jurídico. El señor
territorial tenía, en teoría, una vinculación más estrecha con la tierra, y su
forma típica de extraer el excedente mediante prestaciones de trabajo, o pagos
en especie o dinero (este ultimo de escasa circulación). Lo fundamental para el
señor era la percepción de la renta de la tierra, cuyas vías de obtenerla eran
innumerables, pues mediante un conjunto difuso de derechos señoriales conseguía
gravar cualquier movimiento de la producción o aumentos de la prosperidad de
los campesinos (derechos de paso, de pontazgo, de portazgo... por la explotación
de los bosques, de los ríos y monopolios de molino, de tienda, de taberna etc.),
a los que hay que añadir los cobros derivados de la jurisdicción (multas, penas
de cámara y todo tipo de impuestos
cedidos por el rey).

La
villa de Castilleja del Campo salió a la
venta, con la reticencia de muchos vecinos que estaban en contra la
transacción, según consta en la escritura de compra, fechada el 5 de marzo de
1635. Finalmente, Juan Ponce de León, compraría al rey el señorío y vasallaje
de Castilleja del Campo por 118.466 reales de plata y 6 maravedís con sus
alcabalas y jurisdicción, accediendo así al señorío de la Villa. Tal y como,
posteriormente, reflejaba su testamento, otorgado en 1636 a favor de su nieto
Tomás Ponce de León. En esta fecha el
heredero, su nieto, contaba tan solo 7
años de edad.
Don Tomás Ponce de León y Cueto de La Madrid, que nació
en Puebla de los Ángeles, Perú en 1629, heredó el Señorío de Castilleja del
Campo, según el testamento de su abuelo Juan. Tomás fue Caballero veinticuatro de
Sevilla y accedió a la orden de Santiago
en 1677. Años después recibió un asiento de decreto, concedido por Carlos II,
último Rey de los Asturias en España, el 8 de junio de 1682, que le haría la merced del título de marqués. Así
Castilleja del Campo pasó de Señorío a Marquesado. El título en principio no contemplaba
que fuera vitalicio, aunque posteriormente se elevaría a hereditario ya que se
completó la cantidad necesaria que permitiría convertirlo en transmisible. La
compra del título nobiliario elevó definitivamente a la familia al estatus de
los privilegiados, ya que con anterioridad habían subido varios peldaños que
les llevaban a la cumbre de la consideración social.
Estos
éxitos harían que, finalmente olvidados los pasados problemas con el Santo
Oficio en generaciones atrás, se considerara la rama de los Illescas como una
"Cassa ilustrissima en aquella Ciudad [de Sevilla], preciandose los
primeros Caualleros de ella de tener su sangre" [1].
Don
Tomás Ponce de León y Cueto de la Madrid se unió en matrimonio con doña Inés
Contador de Albo el 6 de abril de 1650. Un año después nació su primogénito
Juan.
En
1680, la consagración definitiva de los descendientes de Alonso de Illescas
vendría determinada por la compra del marquesado de Castilleja del Campo [2], que les haría figurar en la cúspide
de la consideración y los honores.
El
primer marqués de Castilleja del Campo sobrevivió al nombramiento real
solamente 5 años, falleciendo el 6 de febrero de 1685 (otras fuentes fechan su
defunción en 1690). Su hijo, don Juan Ponce de León y Contador de Albo heredaría
los títulos y estatus como II marques de Castilleja del Campo en 1685.
Muy
lejanos quedaban los días en los que eran importunados por la Inquisición, tanto
en Baena como después en Córdoba, y posteriormente en los juicios a los
luteranos de Sevilla, y olvidados también los problemas que don Tomás y su hijo
don Juan hubieron de solventar con ocasión de la instrucción de sus hábitos, sus
descendientes lograron mimetizarse con gran fortuna dentro de la nobleza
sevillana, de la mano del prestigioso linaje de los “Ponce” andaluces, olvidando
un origen claramente más controvertido.
______________________
1. AHN, Consejos [Con], 4869, A. 1738,
Exp. 5: Memorial Genealógico de los Caballeros Pinedas de Sevilla.
2. AHN, Con, lego 2752, A 1680, nº 70. Archivo General del Ministerio de Justicia,
lego 510.
Historia
080. Castilleja del Campo, miércoles 17 de noviembre de 2021