-En esta nueva colaboración de nuestro Párroco, don
Manuel Martín Riego, nos propone un
mensaje para la educación en valores. Esta vez nos hablará de la solidaridad
como valor humano-.
A mi
llegada a la parroquia de San Miguel Arcángel los vecinos me comentaron
que Castilleja del Campo era un pueblo
muy solidario. Y así he podido comprobarlo en el bocadillo solidario de la 55
Campaña de Manos Unidas, en la recogida de alimentos y en otras acciones
concretas de cara a las necesidades de
las personas. Por eso hoy nos proponemos hablar sobre la solidaridad.
En la
charla sobre la educación en valores y sobre el valor de la paz, celebrada en el salón parroquial
el 14 de noviembre de 2013, se dijo que
valor “es todo lo que me ayuda a crecer como persona humana”. ¿Es un valor la
solidaridad?
La
solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia. Es una actitud de la
mente y del corazón que nos acerca a las
personas que están cerca y que están lejos. Se trata de un fuerte sentimiento
que nos mantiene a las personas unidas en todo momento, pero sobre todo cuando
vivimos situaciones difíciles de las que no resulta fácil salir. La solidaridad,
por tanto, nace del ser humano y se dirige al ser humano.
La
solidaridad se basa en la igualdad de todos los seres humano (soy humano y nada
de lo humano considero ajeno a mí, decía Séneca). Esta igualdad nace de la
dignidad de todo ser humano simplemente por el hecho de haber nacido, sin
importar la raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
El
concepto de solidaridad ha experimentado
un proceso de transformación que se refleja en todos sus ámbitos. La
solidaridad siempre implica los siguientes
aspectos:
·Es un valor y virtud contrario al individualismo y al egoísmo.
·Se refleja en el servicio y en la búsqueda del bien común.
·Su finalidad es intentar solucionar las necesidades espirituales o
materiales de los demás.
·Es un profundo sentimiento que nos lleva a actuar.
·Requiere empatía, es decir, ponerse en el lugar del otro.
Las ONG y
todos los grupos sociales constatan que la solidaridad ha aumentado por la crisis que estamos viviendo. Se dice que “cuanto peor estamos, más sacamos
lo mejor de nosotros mismos”. Es muy significativo que el momento en el que la
gente “tiene que apretarse el cinturón”, sea el más solidario. Respondemos con
mayor solidaridad porque vivenciamos que cualquiera de nosotros puede estar en esa
misma situación. Y podemos ver que en la crisis económica y de valores que
estamos viviendo y sufriendo la revalorización de la solidaridad. Y lo
constatamos en los siguientes hechos:
·El número de voluntarios ha aumentado en un 20% durante la crisis.
·Cinco millones de personas forman la familia del voluntariado en España.
·Cruz Roja ha aumentado 40.000 nuevos socios.
·Cáritas en cinco años ha incorporado 8.000 nuevos voluntarios.
·Cáritas ha recaudado en 3 años 45 millones de euros solamente de
particulares.
·Jubilados, estudiantes, parados, trabajadores y amas de casa ayudan en
las ONG.
Podemos
acercarnos al valor de la solidaridad a través del cine o de las canciones que
habitualmente escuchamos. Lo haremos en otra ocasión. Hoy, desde estas líneas,
ofreceremos frases famosas sobre el valor de la solidaridad para que nos sirvan
de reflexión:
·La solidaridad es la ternura de los pueblos (Gioconda Belli).
·Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, pero
las pequeñas nos rodean todos los días (Sally Koch).
·Los hombre son ricos sólo en la medida de lo que dan. El que da un gran
servicio recibe una gran recompensa (Elbert Hubbard).
·La verdad y la solidaridad son dos elementos claves que permiten a los
profesionales de los medios de comunicación convertirse en promotores de la
paz” (San Juan Pablo II).
Y para
terminar ofrecemos dos citas de la biblia que subrayan este valor de la
solidaridad:
·En todo os he hecho ver que hay que trabajar así para socorrer a los
necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en
dar que en recibir” (Hechos de los Apóstoles 20, 35).
·Cada uno dé lo que haya decidido en conciencia, no a disgusto ni por
compromiso, que Dios bendice al que da con alegría (2Corintios 9, 7).
Y hasta la próxima. Un abrazo
cordial de vuestro buen amigo y párroco Manuel.
Comunicado local 038
Castilleja del Campo, sábado 14 de junio de 2014