Por Juan Carmelo Luque, Cronista oficial de la
Villa
-Todo
estaba a punto para comenzar en una tarde que llevaría a muchos hasta la
infancia, mientras siete llagas de dolor estaban prestas a derramarse, como
cera caliente, por las calles de Castilleja del Campo. Un viernes de Dolores
que te hundirá en el silencio y escalofrío de la muerte, desde que Ella sale de
aquel cristal que la separa de la gente-.
El
pasado viernes 11 de abril los castillejinos contemplaron por segunda vez en la
calle a Ntra. Sra. de los Dolores, gracias al esfuerzo y el cariño del grupo de
personas que forman una Agrupación que trabaja por recuperar esta Mariana
tradición. Eran las 19:40 de la tarde cuando abandonaba el templo por unas
horas la que es Reina, Señora y Madre de Dios. Salió sin corona por mor de la
altura, después, un miembro de la Agrupación cubrió sus sienes con este mundano
símbolo de realeza que Ella no necesita. Una cuidada salida sobre las rodillas
de sus 24 costaleros a las órdenes del tándem de capataces que forman Samuel
Ruíz y Antonio Jesús Miranda, para dejarse inundar de luz en una brillante
tarde de primavera. Ya en la plaza, entre el verde intenso de los limoneros,
los compases de la marcha <<Madre Hiniesta>> y envueltos por el
incienso antiguo que asciende a los recuerdos, volvimos a encontrarla. Porque,
aunque no tenemos el azahar del naranjo, sí disfrutamos de ese aroma cuando en la
plaza de la iglesia florece el limonero.
Presidía
el cortejo el párroco, don Manuel Martín Riego, en representación de la
Agrupación Virgen de los Dolores, dando un ejemplo de participación al
acompañar la procesión en todo su recorrido. Juan Antonio Luque, Ángel Manuel
Medina y Mª Jacinta Ramírez, como miembros de la Agrupación, acompañaban al
presbítero y mantenían la organización y el discurrir de la procesión. La
Hermandad del Santísimo Sacramento, San Miguel Arcángel y Ntra. Sra. del Buen
Suceso estaba representada por el Hermano Mayor y su Junta de Gobierno. Las 14 mujeres vestidas
con la mantilla española, que en dos hileras acompañaban la procesión, imprimían
un toque de duelo y seriedad sin perder la elegancia. Y el pueblo, que a los lados y
detrás del paso acompañaba a la Señora, corrobora su devoción, fe y amor por las tradiciones. Detrás, el acompañamiento musical de la Banda
Municipal de Villalba del Alcor.
Aquel
sencillo paso de respiraderos de malla y 16 costaleros del pasado año, aún
siendo el mismo, nada tiene que ver con el actual. La modificación y
alargamiento de la parihuela, los nuevos respiraderos tallados en madera y
remates con maniguetas, los faldones en terciopelo negro, con la insignia
mariana bordada en oro en el delantero; la ampliación de la candelería y la
nueva peana, lo hace diferente. El paso portaba en la delantera una
pequeña imagen de Santa Ángela de la Cruz, donada el pasado año por el
matrimonio Inmaculada Monge y Samuel Ruíz. También del pasado año es el llamador
que regaló Mª Jacinta Ramírez.
El
exorno floral, diseñado por Antonio de Rita con dos tipos de flores y un color predominante, se
componía de tres jarras en cada lateral del paso, decoradas con un estilo
llamado <<de piña>>, con
claveles rosa claro. De la misma flor era el friso en la delantera y los dos
costeros. Aquí el artista se permitió dar unas sutiles pinceladas de color con margaritas
<<micro>> al rosa de los claveles, con ello consiguió una fina y estética decoración
floral.
Bajo
las trabajaderas 24 costaleros hacen posible un discurrir con elegancia y arte sevillano al andar. Así bajó
la pendiente de la cuesta del Palacio hasta llegar a la placita de María Gamero
Cívico para recibir los últimos rayos de sol y la marcha <<Soledad
Franciscana>>.
–Imagen
misma de la humildad que los corazones que laten abajo van a elevarla a la
categoría de Majestad-.
La
imagen de Ntra. Sra. de los Dolores, venerada en la Parroquia de San Miguel
Arcángel, talla de Castillo Lastrucci
fechada en 1943; lucía en su procesión saya negra bordada, cíngulo en tejido
dorado, pecherín de encajes cedido por la Hermandad Sacramental y estrenaba un
austero manto de terciopelo negro liso. El corazón de plata con siete puñales
que portaba en su pecho fue donado el pasado año por el matrimonio Olga Garrido
y Antonio Jesús Miranda. Más abajo una cruz de oro con incrustaciones, cedida
para la procesión por Elías Moisés López; el mismo que este año regaló el alfiler de plata, con advocación de Dolores, que lucía en la cintura de la Virgen. En su mano
izquierda sostenía un rosario y un pañuelo en la derecha y, en sus Sienes, una
corona dorada que fue donada a la Virgen del Buen Suceso por Macedonio Herrero
Rodríguez en 1978. (Una bonita historia para contarla en otro momento)
Con
su estilo y manera para ponerlo todo a su gusto, no solo al suyo, porque nadie
sabe como, todo siempre está al gusto de todos. Esas manos llevan consiguiendo
convencer a todos de que las cosas son como las hacen ellas, como las disponen
ellas. Por eso, después de cuatro días de larguísimas jornadas creando arte, no
se puede decir nada, solo cabe
admiración ante la labor de esas manos. Las manos de Antonio de Rita y su
colaborador Elías.
Una
hora después de su salida y acompañada de la marcha <<Caridad para mi
Hijo>>, la Virgen de los Dolores llegaba al <<Prao>>. Durante
su estancia la Banda de música interpretó marchas como <<Cristo del
Desamparo y Abandono>> y <<Virgen del valle>> ya en la revirá
para la subida.
Y como el año pasado, a cada uno de ellos, un responsable de la Agrupación les llevaba la cercanía de Ella convertida en una flor.
Dejando
atrás la calle Antonio Machado, la angostura de Martin Lutero King con el
recogimiento de la marcha <<A Ti Manuel>>, pasó por el
<<Patio>> con <<Solea dame la mano>> para divisar la Cruz
y encontrarse en su barrio. Porque allí se hizo posible lo que el pueblo estaba
viviendo.
–Y
el dolor de la Virgen obra el milagro de licuarse en la miel de su mirada, ahí
está la verdad del silencio, en su mirada. Simbología de Cuaresma, los símbolos
más claros, más hermosos que son vísperas de ramas de palmera y varas de olivo
del Domingo de Ramos-.
Las
marchas <<Salve Baratillera y Caridad del Guadalquivir>>
acompañaron al sufrido costalero en su paso corto y racheo, para rodear el
monumento de la Cruz del Plato en una interminable revirá de amor. Aquí la
Hermandad Sacramental hizo entrega de un ramo de flores a la Dolorosa, que el
Hermano Mayor, Miguel Ángel Rodríguez Luque, ofreció en recuerdo de aquellas
personas que fueron el motor para que hoy tengamos esta Virgen entre nosotros:
La Trini y la hermanas Luque Rodríguez, Buen Suceso y María Josefa, (la Chica).
A
continuación la Procesión tomó a la calle Buen Suceso a los compases de las
marchas <<Hosanna in Excelsis y Mi Amargura>>, que le llevaría
nuevamente a la plaza de la iglesia para encontrase con las personas que
esperaban para despedirse de Ella. Eran las 23:40 horas cuando la Virgen
regresó a la Parroquia de San Miguel. Atrás
quedaban las notas de la partitura <<Callejuela de la O>> pero no Castilleja
del Campo, que soñará con otro viernes como este, para ver nuevamente en sus
calles a Ntra. Sra. de los Dolores.
Fotografías de Ana Mª Gómez, Mª Elena Tebas y Mª Jacinta Ramírez
Crónica 052. Castilleja del Campo, sábado 19 de abril de 2014