miércoles, 2 de junio de 2021

2021, CENTENARIO DE UNA TRADICIÓN VIVA

 

Por Juan Carmelo Luque Varela, Cronista oficial de la Villa

Castilleja del Campo se precia de fomentar una afición en la que el arte y la cultura van de la mano: el teatro. Una tradición que en este 2021 celebra su centenario. Aunque la afición por el teatro y las artes escénicas, cuyas representaciones se encuentran fechadas a comienzo del pasado siglo XX, su época más floreciente transcurrió entre 1950 y 1970, según los datos y documentos que lo atestigua. Cabe destacar que los inicios del cinematógrafo con proyecciones, en nuestra localidad, se remontan a 1917 [1].

Por su parte, el teatro como afición no se consolidó hasta 1921 y a partir de los años setenta la juventud retomó el testigo montando  puestas en escenas, con nuevas tendencias y más frescura que fueron muy bien acogidas por el público. Quizás no podremos hablar de un teatro puro, aunque también hubo algunos montajes de obras cómicas y dramáticas de cierta envergadura, entre ellas “El idiota” de Dostoyevski, si podemos referirnos a las  “Artes escénicas” en general, que llevaban el sello de la moda y los gustos de la España de aquellos años. Eran los conocidos “Teatros de Variedades”, montajes donde se alternaba la canción española y la copla con entremeses, generalmente de los Quinteros y de Muñoz y Pavón. Cuadros flamencos, y un espacio para la lírica poética. Un estilo de representación muy aplaudido.

Espectáculos que llenaban los espacios donde se representaban que, según la época del año, unos al aire libre (patios del palacio, de la casa de la marquesa, de los colegios y en el corral de Baldomero). Patios de pavimentos empedrados, adoquinados y terrizos otros, que presumían de cubrir a sus espectadores bajo una estrellada bóveda azul. En estaciones de otoño e invierno se representaban en el interior del colegio de niños, almacenes de la casa de marqués, etc. Tanto unos como otros eran espacios que la magia del teatro transformaba en salas de espectáculos. Otros estilos muy aplaudidos eran los musicales, en ellos, además de canciones famosas se interpretaron zarzuelas y cortes de alguna que otra ópera. Ante lo expuesto,  podemos presumir que la afición al teatro y los espectáculos de artes escénicas es una tradición centenaria de Castilleja del Campo.

La primera y más antigua mención, referente a nuestra histórica afición por el teatro la documenta Antonio Luque Ramírez en sus escritos y actas como secretario de la Hermandad de Vera Cruz y de la “Junta del Buen Suceso” como era conocida la Hdad. En su manuscrito dice así: <<Como desde 1917 conocíamos la existencia del proyector de cine del Sr. Marques, en 1921 se le pidió que realizara unas proyecciones a beneficio de la Vera Cruz y de la nueva “Junta del buen Suceso”, junto a unas representaciones de teatro>> [2]. Así, en la primavera de aquel año, en el patio de la casa del marqués, se repitieron varias proyecciones de aquel cine mudo de 1917 y se representó una obra de teatro. El documento no aporta datos  de que la obra fuera representada por aficionados de la localidad.

Tres años después y a la vista de la novedosa afición por el cinematógrafo, Baldomero Ramírez Rufino solicita por escrito al Ayuntamiento que le alquilen el piso alto del mismo para celebrar sesiones de cine. En sesión ordinaria del 9 de febrero de 1924, siendo alcalde D. Antonio Rodríguez Luque, se acuerda por unanimidad alquilar el local de la planta alta al citado Baldomero, fijando al efecto la cantidad de 35 ptas., en concepto del arrendamiento durante el plazo, desde el día de la fecha hasta el 31 de marzo [3].  Afición que tuvo su continuidad con unas sesiones de cine del marqués en los años cuarenta a beneficio de la “Comisión” que organizó las fiestas de agosto [4]. Una década después, una “troupe” itinerante realizaría varias proyecciones esporádicas, bajo unas lonas, en espacios públicos conocidos: “El Cañito”, “El Patio” y “La Cruz del Plato”. En los primeros años de la década de los 60 (siglo XX) nuevamente resurgió el cinematógrafo en Castilleja del Campo. Fueron proyecciones programadas todos los fines de semanas. El empresario y operador con su esposa, como  ayudante y taquillera, el proyector y el equipo de sonido, llegaban todos los fines de semana  montados en  una “Vespa”. En época de invierno las proyecciones se efectuaban en una parte de la antigua bodega de Rosarito Rivera, madre de Mª Josefa y Angélica. El joven Enrique Ramírez (hijo de la ”Quiqui”) era el encargado de la limpieza y ordenar las sillas del “patio de butacas”. En tiempo estival del “cine de verano” se disfrutaba en el patio de la casa de José  el de Torcuato, en la actualidad de Isabelo y Sara. Este y otros documentos confirman que el novedoso séptimo arte, se estrenó en Castilleja del Campo en 1917, manteniendo con una precaria continuidad hasta 1964.

En este 2021, segundo año de la pandemia de coronavirus, no solo celebramos el centenario de la afición por el teatro, también en este mismo año cumple su primera década el Centro Cultural María Moliner y del Taller de Teatro Municipal, eventos que trataremos próximamente.

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1.- Según documenta una de las primeras actas, redactada por Antonio Luque Ramírez, secretario de la nueva “Junta del Buen Suceso”. Junta que comenzó a reorganizar las fiestas de agosto en 1917.

2.- Luque Varela, Juan Carmelo. Crónica de una Fiesta Viva. Castilleja del Campo 1999, pp. 27, 95  y 105.
3.- Archivo Municipal de Castilleja del Campo. Sección 1.01  Gobierno, Actas Capitulares, l. 2.
4.- Luque Varela, J. C. Op. cit. p. 96.

Tradiciones 070. Castilleja del Campo, miércoles 2 de junio de 2021